24 de octubre de 2024
Un reciente estudio publicado en JAMA Network Open ha encontrado que las personas que toman semaglutida, ya sea para la diabetes o para la pérdida de peso, reportan más frecuentemente pensamientos suicidas en comparación con quienes usan otros medicamentos. Este hallazgo añade una capa de preocupación a las ya existentes inquietudes sobre los efectos del medicamento en la salud mental.
La semaglutida, comercializada como Ozempic para la diabetes y Wegovy para la pérdida de peso, ha ganado popularidad debido a sus beneficios prometedores, que incluyen mejoras en enfermedades renales y cáncer. Sin embargo, el riesgo potencial de problemas de ánimo no es nuevo. En el pasado, medicamentos para la pérdida de peso que alteran el apetito, como el rimonabant, fueron retirados del mercado debido a su asociación con un aumento en el riesgo de suicidio.
El estudio reciente se basa en una base de datos global de la Organización Mundial de la Salud que compila informes de eventos adversos. Los investigadores analizaron más de 82,000 informes y encontraron 107 casos de pensamientos suicidas entre pacientes que tomaban semaglutida, en contraste con 162 casos en pacientes que tomaban liraglutida, otro medicamento similar pero más antiguo. El riesgo de pensamientos suicidas fue alto en personas que usaban semaglutida, aumento 45% en comparación con otros medicamentos.
Los autores del estudio notaron que el riesgo se incrementaba considerablemente en pacientes que también tomaban antidepresivos, sugiriendo una posible interacción entre semaglutida y medicamentos para la depresión.
Sin embargo, al excluir estos casos, el riesgo asociado con semaglutida desapareció, lo que podría indicar que la combinación con antidepresivos podría estar influyendo en los resultados.
Críticos del estudio, como el Dr. Mahyar Etminan y el profesor Ian Douglas, argumentan que la evidencia presentada es preliminar y no prueba una causalidad directa entre semaglutida y pensamientos suicidas. Los expertos en seguridad de medicamentos sugieren ser cautelosos y tener en cuenta el historial de salud mental de los pacientes al recetar estos medicamentos.
La investigación sigue en curso, y mientras tanto, los médicos y pacientes deben considerar cuidadosamente el riesgo y los beneficios de los tratamientos con semaglutida.