Visiblemente incómodo, Javier Milei presentó una versión autoindulgente sobre el episodio que derivó en un escándalo internacional a partir de la difusión en su cuenta de X de la criptomoneda $LIBRA, que el viernes pasado se lanzó, aumentó exponencialmente su valor a raíz del apoyo presidencial y se desmoronó en cuestión de minutos cuando un grupo de traders anónimos retiró ganancias multimillonarias.
El Presidente argentino hizo su defensa en una conversación con el periodista Jonatan Viale que no se difundió en vivo y fue interrumpida por los asesores de Milei, según se pudo ver en el video publicado por el propio canal emisor de la entrevista (TN), que luego fue borrado.
En el diálogo, el Mandatario buscó negar que él hubiera obtenido beneficios económicos por el proyecto, desligó a sus funcionarios de cualquier error -en especial a su hermana Karina- y fue muy cuidadoso en el trato con los traders detrás del negocio que terminó mal, con denuncias presentadas en Argentina y en Estados Unidos. En ningún momento definió el caso como una estafa, a diferencia de lo que sostienen políticos opositores y especialistas en finanzas.
La primera gran respuesta que tuvo que dar Milei es por qué decidió promover en sus redes un negocio de esas características, algo de lo que previenen a los presidentes varios artículos del Código Penal y de la Ley de Ética Pública.
Fuente: Emol