Durante el 2023 se registraron 1.398 brotes de enfermedades transmitidas por alimentos (ETA), cerca del doble de los casos reportados en 2022: la cifra más alta desde 2011. Frente a esto, la diputada María Luisa Cordero envió un oficio al Ministerio de Salud con el fin de conocer “cuáles son las medidas específicas se están tomando a nivel nacional y regional para abordar el incremento de los brotes de ETA asociados al comercio ambulante ”.
Recientes análisis realizados por la Seremi de Salud de la Región Metropolitana revelaron que los aceites utilizados en carros de comida callejeros ilegales de Estación Central no son aptos para el consumo humano y podrían representar un serio riesgo para la salud. PUBLICIDAD La evaluación se llevó a cabo en aceites de tres carros de comida de la comuna, con resultados alarmantes: dos muestras mostraron niveles de compuestos polares que exceden los límites permitidos, mientras que una más se encontró en el umbral permitido. El seremi de Salud, Gonzalo Soto, en conjunto con el alcalde de Estación Central, Felipe Muñoz, realizó el procedimiento en varias calles de la comuna donde estos carros de comida, que operan fuera de la normativa, son comunes. Según Soto, “cuando un aceite es reutilizado o calentado, muchas veces pierde sus componentes nutricionales, aumentando la oxidación y la formación de compuestos tóxicos o ‘compuestos polares’, los que, de acuerdo con el Reglamento Sanitario de los Alimentos, deben tener un valor máximo de 25%”. El análisis encontró que dos de las muestras de aceite tenían niveles de compuestos polares significativamente por encima de este límite, y una más estaba justo en el borde. Esta situación indica que los aceites no cumplen con los estándares de seguridad alimentaria, poniendo en riesgo la salud de quienes consumen estos alimentos. “Es crucial que las personas que consumen estos alimentos sean conscientes de los peligros que enfrentan”, añadiendo que el consumo de estos aceites “puede provocar problemas graves a largo plazo”, advirtió Soto. El consumo prolongado de aceites en mal estado puede dar lugar a problemas de salud graves, incluyendo enfermedades cardiovasculares, hepáticas e incluso cáncer. El alcalde Muñoz también hizo un llamado a la comunidad, destacando que “no solo se está ignorando la cadena de frío, sino que también se utilizan aceites en condiciones deplorables, lo que representa un grave peligro para la salud pública”. La recomendación de las autoridades es evitar consumir alimentos de estos carros ilegales y optar por el comercio establecido. Por su parte, Soto aconsejó verificar que los aceites utilizados en frituras cumplan con las normas adecuadas. “Es importante comprar en el comercio establecido y, en el caso de productos fritos, fijarse que el aceite no presente un color oscuro, ni olor desagradable, ni tampoco residuos carbonizados o puntos negros”, apuntó la autoridad.
Durante el 2023 se registraron 1.398 brotes de enfermedades transmitidas por alimentos (ETA), cerca del doble de los casos reportados en 2022: la cifra más alta desde 2011. Frente a esto, la diputada María Luisa Cordero envió un oficio al Ministerio de Salud con el fin de conocer “cuáles son las medidas específicas se están tomando a nivel nacional y regional para abordar el incremento de los brotes de ETA asociados al comercio ambulante ”.
Recientes análisis realizados por la Seremi de Salud de la Región Metropolitana revelaron que los aceites utilizados en carros de comida callejeros ilegales de Estación Central no son aptos para el consumo humano y podrían representar un serio riesgo para la salud. PUBLICIDAD La evaluación se llevó a cabo en aceites de tres carros de comida de la comuna, con resultados alarmantes: dos muestras mostraron niveles de compuestos polares que exceden los límites permitidos, mientras que una más se encontró en el umbral permitido. El seremi de Salud, Gonzalo Soto, en conjunto con el alcalde de Estación Central, Felipe Muñoz, realizó el procedimiento en varias calles de la comuna donde estos carros de comida, que operan fuera de la normativa, son comunes. Según Soto, “cuando un aceite es reutilizado o calentado, muchas veces pierde sus componentes nutricionales, aumentando la oxidación y la formación de compuestos tóxicos o ‘compuestos polares’, los que, de acuerdo con el Reglamento Sanitario de los Alimentos, deben tener un valor máximo de 25%”. El análisis encontró que dos de las muestras de aceite tenían niveles de compuestos polares significativamente por encima de este límite, y una más estaba justo en el borde. Esta situación indica que los aceites no cumplen con los estándares de seguridad alimentaria, poniendo en riesgo la salud de quienes consumen estos alimentos. “Es crucial que las personas que consumen estos alimentos sean conscientes de los peligros que enfrentan”, añadiendo que el consumo de estos aceites “puede provocar problemas graves a largo plazo”, advirtió Soto. El consumo prolongado de aceites en mal estado puede dar lugar a problemas de salud graves, incluyendo enfermedades cardiovasculares, hepáticas e incluso cáncer. El alcalde Muñoz también hizo un llamado a la comunidad, destacando que “no solo se está ignorando la cadena de frío, sino que también se utilizan aceites en condiciones deplorables, lo que representa un grave peligro para la salud pública”. La recomendación de las autoridades es evitar consumir alimentos de estos carros ilegales y optar por el comercio establecido. Por su parte, Soto aconsejó verificar que los aceites utilizados en frituras cumplan con las normas adecuadas. “Es importante comprar en el comercio establecido y, en el caso de productos fritos, fijarse que el aceite no presente un color oscuro, ni olor desagradable, ni tampoco residuos carbonizados o puntos negros”, apuntó la autoridad.