Diputadas de la Comisión de Personas Mayores y Discapacidad, Marlene Pérez (Ind.UDI), Carla Morales (RN) y Catalina del Real (PRep) se refirieron a un preocupante caso de violencia escolar que ha sido denunciado por los padres de un niño de siete años en Antofagasta. PUBLICIDAD Según los reportes, el menor, estudiante del Instituto Santa María y diagnosticado con Trastorno del Espectro Autista (TEA) nivel 1 y un 50% de discapacidad, ha sido víctima de agresiones físicas y de connotación sexual por parte de sus compañeros. Tras estos episodios, los padres del menor decidieron retirarlo del establecimiento por temor a que los episodios de violencia se repitan. Sobre esto, la diputada Marlene Pérez comentó que “me preocupa enormemente el nivel de violencia que tenemos en los colegios, casos como estos son inaceptables y condenables. La justicia debe investigar con celeridad y de comprobarse las penas deben ser las más duras y ejemplificadoras”. “Lamento también que con toda esta crisis el Ministerio de Educación esté más preocupado de instalar su agenda ideológica que de implementar nuevas estrategias que permitan evitar este tipo de agresiones. El foco siempre debe estar en la protección de los niños y en el resguardo de sus derechos ”, agregó. En la misma línea, la legisladora Carla Morales (RN) sostuvo que “los hechos que se denuncian son sumamente graves y es lamentable que este niño con espectro autista vea vulnerado su derecho a la educación y deba ser él quien deje de ir a clases por estas constantes agresiones:. “Acá es fundamental que se tengan protocolos claros y acciones concretas para acompañar a los niños TEA y que se pueda intervenir con apoyo psicológico y acompañamiento a sus familias ante situaciones como estas, que es otra problemática que se suma a la larga lista de problemas en materia de educación, donde hay una deuda con los estudiantes con esta condición”, señaló. Misma opinión comparto la diputada Catalina del Real (PRep), quién expresó que “es realmente grave que el establecimiento no haya realizado una mayor intervención en favor de la víctima, porque finalmente sus derechos terminan siendo vulnerados. Acá no solo se necesita educar respecto a las personas con discapacidad, sino que también tomar medidas inmediatas frente a cualquier acción que atente contra la integridad física y mental de las víctimas, sobre todo cuando se trata de niños. Debe existir un pronunciamiento por parte del Mineduc”. PUBLICIDAD Fundación Chilena para la Discapacidad (FCHD) recalca la importancia de educar y concientizar a los niños Catalina González, encargada del área de niñez y parentalidad positiva de la Fundación Chilena para la Discapacidad, también se refirió a este incidente, reflexionando que “como fundación, ante esta noticia, queremos recalcar la importancia de trabajar en los ámbitos de convivencia escolar, la inclusión y la discapacidad para poder educar y concientizar a los niños, niñas y adolescentes los distintos espacios educativos sobre las diversas necesidades de apoyo y la diversidad también con la que ellos se enfrentan en el día a día con sus compañeros y compañeras”. “Es fundamental también poder incorporar aspectos de trabajo con límites corporales y así evitar transgresión a la esfera de la sexualidad como las que lamentablemente mencionan los padres de este niño agredido en otro establecimiento de Antofagasta. Creemos también que los padres tienen que tener un rol protagónico en los procesos de intervención en términos de la convivencia y la prevención de la violencia al interior del establecimiento educacional ”, concluyó González.
Un nuevo estudio liderado por UCLA Health ha revelado los complejos mecanismos biológicos subyacentes al autismo, mostrando por primera vez una conexión directa entre el riesgo genético del trastorno y la en diferentes capas del cerebro. Esta iniciativa, presidida por el neurogenetista de UCLA Dr. Daniel Geschwind, busca crear mapas de regulación genética en diversas regiones del cerebro y en diferentes etapas del desarrollo cerebral. El estudio de Geschwind sobre el autismo, uno de los nueve publicados en la edición del 24 de mayo de Science, se basa en décadas de investigación sobre los genes que aumentan la susceptibilidad al trastorno del espectro autista. Sin embargo, hasta ahora, no se comprendía bien qué impulsa los cambios moleculares y cómo se relacionan con la susceptibilidad genética a nivel celular y de circuitos. El perfil genético del autismo ha estado limitado en gran medida al uso de tejido cerebral post-mortem, que no puede proporcionar información detallada sobre las diferencias en las capas del cerebro y las vías específicas de tipos celulares asociadas con el trastorno. Para abordar esto, Geschwind utilizó técnicas avanzadas de ensayos de células individuales, permitiendo identificar la información genética en los núcleos de células individuales y navegar por la compleja red de diferentes tipos de células del cerebro. Se aislaron más de 800,000 núcleos de tejido cerebral post-mortem de 66 individuos de entre 2 y 60 años, incluidos 33 con autismo y 30 neurotípicos como controles. Entre los participantes con autismo se encontraban cinco con síndrome de duplicación 15q, una forma genética definida del trastorno. Cada muestra fue emparejada por edad, sexo y causa de muerte. Gracias a esta técnica, el equipo de Geschwind pudo identificar los principales tipos de células corticales afectadas por el autismo, incluidas las neuronas y las células gliales. Los cambios más profundos se encontraron en las neuronas que conectan los hemisferios y proporcionan conectividad de largo alcance, y en un grupo de interneuronas somatostatinas, cruciales para la maduración y refinamiento de los circuitos cerebrales. El estudio también identificó redes específicas de factores de transcripción que impulsan estos cambios observados. Estos impulsores estaban enriquecidos en genes de riesgo de autismo de alta confianza y afectaban grandes cambios en la expresión genética en subtipos celulares específicos. Este es el primer estudio que conecta directamente los cambios cerebrales observados en el autismo con sus causas genéticas subyacentes.
Diputadas de la Comisión de Personas Mayores y Discapacidad, Marlene Pérez (Ind.UDI), Carla Morales (RN) y Catalina del Real (PRep) se refirieron a un preocupante caso de violencia escolar que ha sido denunciado por los padres de un niño de siete años en Antofagasta. PUBLICIDAD Según los reportes, el menor, estudiante del Instituto Santa María y diagnosticado con Trastorno del Espectro Autista (TEA) nivel 1 y un 50% de discapacidad, ha sido víctima de agresiones físicas y de connotación sexual por parte de sus compañeros. Tras estos episodios, los padres del menor decidieron retirarlo del establecimiento por temor a que los episodios de violencia se repitan. Sobre esto, la diputada Marlene Pérez comentó que “me preocupa enormemente el nivel de violencia que tenemos en los colegios, casos como estos son inaceptables y condenables. La justicia debe investigar con celeridad y de comprobarse las penas deben ser las más duras y ejemplificadoras”. “Lamento también que con toda esta crisis el Ministerio de Educación esté más preocupado de instalar su agenda ideológica que de implementar nuevas estrategias que permitan evitar este tipo de agresiones. El foco siempre debe estar en la protección de los niños y en el resguardo de sus derechos ”, agregó. En la misma línea, la legisladora Carla Morales (RN) sostuvo que “los hechos que se denuncian son sumamente graves y es lamentable que este niño con espectro autista vea vulnerado su derecho a la educación y deba ser él quien deje de ir a clases por estas constantes agresiones:. “Acá es fundamental que se tengan protocolos claros y acciones concretas para acompañar a los niños TEA y que se pueda intervenir con apoyo psicológico y acompañamiento a sus familias ante situaciones como estas, que es otra problemática que se suma a la larga lista de problemas en materia de educación, donde hay una deuda con los estudiantes con esta condición”, señaló. Misma opinión comparto la diputada Catalina del Real (PRep), quién expresó que “es realmente grave que el establecimiento no haya realizado una mayor intervención en favor de la víctima, porque finalmente sus derechos terminan siendo vulnerados. Acá no solo se necesita educar respecto a las personas con discapacidad, sino que también tomar medidas inmediatas frente a cualquier acción que atente contra la integridad física y mental de las víctimas, sobre todo cuando se trata de niños. Debe existir un pronunciamiento por parte del Mineduc”. PUBLICIDAD Fundación Chilena para la Discapacidad (FCHD) recalca la importancia de educar y concientizar a los niños Catalina González, encargada del área de niñez y parentalidad positiva de la Fundación Chilena para la Discapacidad, también se refirió a este incidente, reflexionando que “como fundación, ante esta noticia, queremos recalcar la importancia de trabajar en los ámbitos de convivencia escolar, la inclusión y la discapacidad para poder educar y concientizar a los niños, niñas y adolescentes los distintos espacios educativos sobre las diversas necesidades de apoyo y la diversidad también con la que ellos se enfrentan en el día a día con sus compañeros y compañeras”. “Es fundamental también poder incorporar aspectos de trabajo con límites corporales y así evitar transgresión a la esfera de la sexualidad como las que lamentablemente mencionan los padres de este niño agredido en otro establecimiento de Antofagasta. Creemos también que los padres tienen que tener un rol protagónico en los procesos de intervención en términos de la convivencia y la prevención de la violencia al interior del establecimiento educacional ”, concluyó González.
Un nuevo estudio liderado por UCLA Health ha revelado los complejos mecanismos biológicos subyacentes al autismo, mostrando por primera vez una conexión directa entre el riesgo genético del trastorno y la en diferentes capas del cerebro. Esta iniciativa, presidida por el neurogenetista de UCLA Dr. Daniel Geschwind, busca crear mapas de regulación genética en diversas regiones del cerebro y en diferentes etapas del desarrollo cerebral. El estudio de Geschwind sobre el autismo, uno de los nueve publicados en la edición del 24 de mayo de Science, se basa en décadas de investigación sobre los genes que aumentan la susceptibilidad al trastorno del espectro autista. Sin embargo, hasta ahora, no se comprendía bien qué impulsa los cambios moleculares y cómo se relacionan con la susceptibilidad genética a nivel celular y de circuitos. El perfil genético del autismo ha estado limitado en gran medida al uso de tejido cerebral post-mortem, que no puede proporcionar información detallada sobre las diferencias en las capas del cerebro y las vías específicas de tipos celulares asociadas con el trastorno. Para abordar esto, Geschwind utilizó técnicas avanzadas de ensayos de células individuales, permitiendo identificar la información genética en los núcleos de células individuales y navegar por la compleja red de diferentes tipos de células del cerebro. Se aislaron más de 800,000 núcleos de tejido cerebral post-mortem de 66 individuos de entre 2 y 60 años, incluidos 33 con autismo y 30 neurotípicos como controles. Entre los participantes con autismo se encontraban cinco con síndrome de duplicación 15q, una forma genética definida del trastorno. Cada muestra fue emparejada por edad, sexo y causa de muerte. Gracias a esta técnica, el equipo de Geschwind pudo identificar los principales tipos de células corticales afectadas por el autismo, incluidas las neuronas y las células gliales. Los cambios más profundos se encontraron en las neuronas que conectan los hemisferios y proporcionan conectividad de largo alcance, y en un grupo de interneuronas somatostatinas, cruciales para la maduración y refinamiento de los circuitos cerebrales. El estudio también identificó redes específicas de factores de transcripción que impulsan estos cambios observados. Estos impulsores estaban enriquecidos en genes de riesgo de autismo de alta confianza y afectaban grandes cambios en la expresión genética en subtipos celulares específicos. Este es el primer estudio que conecta directamente los cambios cerebrales observados en el autismo con sus causas genéticas subyacentes.