Los Tres Reyes Magos son personajes bíblicos que resaltan en plena celebración de la Navidad. La arqueología y la ciencia en general han intentado encontrar alguna prueba que sostenga su existencia . Décadas de investigaciones y excavaciones, hasta ahora, han arrojado pocos frutos. Como tal no existe una prueba directa de su existencia, más allá de lo que dicta el Evangelio de Mateo (2:1-12), donde se mencionan unos “sabios del Oriente” que visitan a Jesús después de su nacimiento, guiados por una estrella. No hay tumbas o sarcófagos que demuestren su existencia, a pesar de los intentos incesantes que ha hecho la arqueología a lo largo de los últimos años. Sin embargo, eso no quiere decir que se haya desestimado que hayan sido personas reales que acudieron al llamado del nacimiento del Niño Dios. Basados en los textos bíblicos, lo que se ha intentado encontrar es la “Estrella de Belén”, ese astro por el cual fueron guiados hacia el nicho de nacimiento de Jesús de Nazaret. Gracias al Kepler, los expertos pueden estudiar el movimiento de estrellas y planetas en el firmamento para saber la posición en la que van a estar en un futuro y por supuesto, en la que estuvieron en el pasado. Han hecho diferentes cálculos al respecto y no hay un detalle certero sobre cuál era la estrella de Belén. Según el Evangelio de Mateo, los Reyes Magos fueron guiados por una estrella desde el Oriente hasta el lugar del nacimiento de Jesús. Sin embargo, la descripción es vaga y no proporciona ninguna información específica sobre su naturaleza. Hay varias teorías sobre lo que pudo haber sido la Estrella de Belén. Una posibilidad es una supernova o un cometa. También se ha sugerido un planeta o una conjunción planetaria. La alineación entre tres planetas es una teoría sólida con respecto a la estrella. En 2020 se registró conjunción entre Júpiter y Saturno relacionada con este fenómeno ocurrido 800 años después. Fuente: Publimetro
Dafna Filshteiner, una niña de 12 años que disfruta de hacer senderismo en las afueras de Tel-Aviv, Israel, encontró un verdadero tesoro arqueológico para la historia de la humanidad: un talismán que perteneció a los antiguos egipcios, hace más de 3.500 años. PUBLICIDADLee más sobre arqueología: [ Arqueólogos encontraron la tumba del primer emperador de China hace 50 años y todavía tienen miedo de abrirla ]La niña de 12 años estaba en una de sus acostumbradas jornadas de caminatas largas por la naturaleza. Por cuestiones del destino, el universo quiso que mirara hacia abajo justo cuando estaba pasando por encima de una roca que le llamó la atención. Era pequeña y notablemente tenía unas inscripciones que ella no supo descifrar. Tomó la inteligente decisión de agarrarla y llevarla para enseñársela a su mamá. No sabía, que lo que tenía en sus manos también estuvo en posesión de los antepasados , que gobernaron esas tierras antes de la llegada de Cristo. “Se lo mostré a mi madre y me dijo que era una piedra normal o una cuenta. Pero luego vi una decoración y me empeñé en que era algo más que eso, así que buscamos en Internet. Allí, identificamos más fotos de piedras similares a la que habíamos encontrado. Nos dimos cuenta de que era algo especial y llamamos inmediatamente a la Autoridad de Antigüedades”, dijo Dafna, en una entrevista de la que se hace eco Gizmodo . No se trabaja de dibujos al azar. De acuerdo con el medio antes citado, las inscripciones representaban a dos escorpiones puestos uno al lado del otro. Había un jeroglífico “nefer” y un artefacto similar a un bastón. “El escarabajo es, sin duda, una característica distintiva de Egipto, pero su amplia distribución también llegó mucho más allá de las fronteras de Egipto. Es posible que lo haya dejado caer una figura importante y autorizada que pasaba por la zona, o puede que lo hayan enterrado deliberadamente. Dado que el hallazgo se descubrió en la superficie, es difícil saber su contexto exacto”, dijo Yitzhak Paz, un experto en la Edad de Bronce de la Autoridad de Antigüedades de Israel.PUBLICIDADPUBLICIDADPUBLICIDADPUBLICIDADPUBLICIDADPUBLICIDAD Fuente: Publimetro
Los Tres Reyes Magos son personajes bíblicos que resaltan en plena celebración de la Navidad. La arqueología y la ciencia en general han intentado encontrar alguna prueba que sostenga su existencia . Décadas de investigaciones y excavaciones, hasta ahora, han arrojado pocos frutos. Como tal no existe una prueba directa de su existencia, más allá de lo que dicta el Evangelio de Mateo (2:1-12), donde se mencionan unos “sabios del Oriente” que visitan a Jesús después de su nacimiento, guiados por una estrella. No hay tumbas o sarcófagos que demuestren su existencia, a pesar de los intentos incesantes que ha hecho la arqueología a lo largo de los últimos años. Sin embargo, eso no quiere decir que se haya desestimado que hayan sido personas reales que acudieron al llamado del nacimiento del Niño Dios. Basados en los textos bíblicos, lo que se ha intentado encontrar es la “Estrella de Belén”, ese astro por el cual fueron guiados hacia el nicho de nacimiento de Jesús de Nazaret. Gracias al Kepler, los expertos pueden estudiar el movimiento de estrellas y planetas en el firmamento para saber la posición en la que van a estar en un futuro y por supuesto, en la que estuvieron en el pasado. Han hecho diferentes cálculos al respecto y no hay un detalle certero sobre cuál era la estrella de Belén. Según el Evangelio de Mateo, los Reyes Magos fueron guiados por una estrella desde el Oriente hasta el lugar del nacimiento de Jesús. Sin embargo, la descripción es vaga y no proporciona ninguna información específica sobre su naturaleza. Hay varias teorías sobre lo que pudo haber sido la Estrella de Belén. Una posibilidad es una supernova o un cometa. También se ha sugerido un planeta o una conjunción planetaria. La alineación entre tres planetas es una teoría sólida con respecto a la estrella. En 2020 se registró conjunción entre Júpiter y Saturno relacionada con este fenómeno ocurrido 800 años después. Fuente: Publimetro
Dafna Filshteiner, una niña de 12 años que disfruta de hacer senderismo en las afueras de Tel-Aviv, Israel, encontró un verdadero tesoro arqueológico para la historia de la humanidad: un talismán que perteneció a los antiguos egipcios, hace más de 3.500 años. PUBLICIDADLee más sobre arqueología: [ Arqueólogos encontraron la tumba del primer emperador de China hace 50 años y todavía tienen miedo de abrirla ]La niña de 12 años estaba en una de sus acostumbradas jornadas de caminatas largas por la naturaleza. Por cuestiones del destino, el universo quiso que mirara hacia abajo justo cuando estaba pasando por encima de una roca que le llamó la atención. Era pequeña y notablemente tenía unas inscripciones que ella no supo descifrar. Tomó la inteligente decisión de agarrarla y llevarla para enseñársela a su mamá. No sabía, que lo que tenía en sus manos también estuvo en posesión de los antepasados , que gobernaron esas tierras antes de la llegada de Cristo. “Se lo mostré a mi madre y me dijo que era una piedra normal o una cuenta. Pero luego vi una decoración y me empeñé en que era algo más que eso, así que buscamos en Internet. Allí, identificamos más fotos de piedras similares a la que habíamos encontrado. Nos dimos cuenta de que era algo especial y llamamos inmediatamente a la Autoridad de Antigüedades”, dijo Dafna, en una entrevista de la que se hace eco Gizmodo . No se trabaja de dibujos al azar. De acuerdo con el medio antes citado, las inscripciones representaban a dos escorpiones puestos uno al lado del otro. Había un jeroglífico “nefer” y un artefacto similar a un bastón. “El escarabajo es, sin duda, una característica distintiva de Egipto, pero su amplia distribución también llegó mucho más allá de las fronteras de Egipto. Es posible que lo haya dejado caer una figura importante y autorizada que pasaba por la zona, o puede que lo hayan enterrado deliberadamente. Dado que el hallazgo se descubrió en la superficie, es difícil saber su contexto exacto”, dijo Yitzhak Paz, un experto en la Edad de Bronce de la Autoridad de Antigüedades de Israel.PUBLICIDADPUBLICIDADPUBLICIDADPUBLICIDADPUBLICIDADPUBLICIDAD Fuente: Publimetro