Los envases de plástico siempre han sido una excelente solución para contener agua o comida, sin embargo, en el último tiempo, se comprobó que desprenden pequeñas partículas. Finalmente, lo que se recomienda, es utilizar botellas de vidrio y si no hay otra posibilidad, llene la botella de plástico, un momento antes de utilizarla, no la mantenga llena de agua por tanto tiempo.
Según un nuevo estudio, no todo el territorio de la ciudad de Nueva York está uniformemente nivelado, y algunas zonas de la región, como las principales carreteras y la sede del US Open de tenis, se hunden mucho más rápido que otras, lo que eleva el riesgo de inundaciones a medida que sube el nivel del mar. La pista de aterrizaje del aeropuerto de LaGuardia, el estadio Arthur Ashe, la carretera interestatal 78 -que incluye el túnel Holland- y la autopista 440, que une Nueva Jersey y Staten Island, se hunden más de 2 milímetros al año, según los investigadores. Según el estudio publicado el miércoles en Science Advances, se hunden más rápido que la media de 1,6 milímetros al año de la ciudad de Nueva York. “Si eres un ciudadano medio en una ciudad costera, creo que es importante que entiendas lo que hace el componente de movimiento vertical de la tierra y cómo puede cambiar la susceptibilidad a las inundaciones, incluso de un barrio a otro”, dijo Brett Buzzanga, autor principal del estudio y científico costero del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA. Comparativamente, milímetros de hundimiento en la ciudad de Nueva York puede no parecer gran cosa, pero puede agravar las inundaciones con la subida del nivel del mar. En los últimos 20 años, el nivel del mar ha aumentado 4,4 milímetros al año en Manhattan, en parte debido al hundimiento de la tierra, según el estudio. Esto puede tener graves consecuencias cuando se producen fenómenos meteorológicos extremos: un estudio estimó que unos 8.000 millones de dólares de los daños causados por la supertormenta Sandy en 2012 podrían estar relacionados con el aumento del nivel del mar. “El aumento del nivel del mar y la disminución de la superficie terrestre pueden causar más daños”, afirmó Buzzanga. “Es una especie de agregado al estado de fondo sobre el que actúan estas tormentas. Hay más agua que agitar”. Buzzanga y sus colegas emplearon una nueva técnica que utiliza datos de satélite para obtener mediciones de alta resolución y comparar vecindarios. El estudio mejora los datos GPS de instrumentos terrestres o aviones que también pueden recoger datos de alta resolución, pero punto por punto. “Destacamos con un detalle realmente sin precedentes las diferencias en toda la región y que algunos puntos pueden estar hundiéndose más rápido que otros y eso puede causar más inundaciones en algunos puntos”, explicó Buzzanga. “Esto va a ser igual en cualquier ciudad”. Nueva York es una de las muchas ciudades costeras en las que se observa un hundimiento del terreno. Otras investigaciones han demostrado que Norfolk y Virginia Beach, por ejemplo, se hunden una media de más de 3,5 milímetros al año. Algunas zonas alrededor de Nueva Orleans han experimentado 40 milímetros de hundimiento al año. La tierra puede hundirse por varias razones. En Nueva York, gran parte del hundimiento se debe al retroceso de los glaciares de la última Edad de Hielo, cuando las capas de hielo pesaban sobre la tierra y hacían que la corteza se estirara y hundiera bajo zonas como el noreste de Estados Unidos. La ciudad de Nueva York, sin embargo, estaba en la periferia de la zona de hundimiento y se abultaba hacia arriba. Cuando las capas de hielo empezaron a retroceder, la tierra empezó a nivelarse lentamente, y las zonas caídas empezaron a elevarse mientras que las abultadas empezaron a hundirse. Piense en el cambio como si presionara con el dedo (actuando como la capa de hielo) sobre un globo y luego lo levantara (retroceso de la capa de hielo). Pero las actividades humanas pueden añadir tensión adicional a nuestra tierra, haciendo que se hunda o se eleve más allá de estos profundos procesos naturales. Según el estudio, los puntos de hundimiento de LaGuardia, el estadio Arthur Ashe y algunas carreteras fueron vertederos en el pasado. Según Buzzanga, esos lugares “se van a comprimir mucho más rápido de lo que lo haría algo construido sobre un suelo más sólido”. El estadio Arthur Ashe se renovó incluso con un techo ligero especial para reducir el hundimiento. El estudio también descubrió algunas zonas inesperadas en las que el terreno se elevaba. Por ejemplo, en Brooklyn, Newtown Creek, en East Williamsburg, se elevó unos 2 milímetros al año. El estudio señala que la zona cuenta con un enorme proyecto de ingeniería que recupera y trata las aguas subterráneas contaminadas del acuífero del arroyo, lo que podría provocar la elevación del terreno. Pero la elevación del terreno también puede desestabilizar las infraestructuras. Tom Parsons, geofísico del Servicio Geológico de Estados Unidos que no participó en el estudio, se declaró impresionado por la resolución de los datos de subsidencia y levantamiento que habían obtenido los autores. Sus conclusiones también coinciden con las anteriores conclusiones de Parsons y sus colegas: las infraestructuras construidas sobre rellenos artificiales en la costa o cerca de ella parecen hundirse a mayor velocidad. Este estudio confirma la utilidad de los datos por satélite “para ayudar a las grandes ciudades a gestionar múltiples cuestiones, como dónde se construyen grandes edificios, el uso de rellenos artificiales y dónde se necesitan medidas de protección contra futuras inundaciones”, afirmó Parsons. Steven D’Hondt, catedrático de Oceanografía de la Universidad de Rhode Island que no participó en la nueva investigación, añadió que el asentamiento de lugares construidos sobre vertederos puede verse agravado por el peso de edificios y pistas de aterrizaje. Pero el hundimiento causado por este peso añadido de las infraestructuras suele detenerse a los pocos años de la construcción, por lo que no es un factor que contribuya principalmente al hundimiento del terreno. Según Buzzanga, él y sus colegas tienen previsto utilizar su nuevo algoritmo para obtener datos sobre el desplazamiento vertical en toda Norteamérica, lo que podría ayudar a evaluar el riesgo de inundación de una comunidad y a planificar la ciudad. “Todas las ciudades del mundo se beneficiarían de un análisis tan refinado del movimiento vertical del terreno en toda la ciudad”, afirmó D’Hondt.
El agua es nuestro recurso más preciado, un 'oro azul' al que más de 2.000 millones de personas no tienen acceso. No solo es esencial para la supervivencia, sino que también desempeña un papel sanitario, social y cultural en el seno de las sociedades humanas, dijo Audrey Azoulay, directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Asimismo, de acuerdo con ONU-Habitat, mientras miles de millones batallan por tener acceso al agua, en otros lugares se está usando cada vez más, al punto de que se espera un incremento de 40% en su uso para 2030 gracias a una combinación de factores como el cambio climático, la acción humana y el crecimiento demográfico. Lo anterior se refiere al acceso al agua en general. En cuanto al agua potable —es decir aquella dedicada exclusivamente a consumo humano— el problema también es grande: 884 millones de personas no tiene acceso a ese tipo de agua, señala ONU-Habitat. El agua, por tanto, tiene múltiples valores para la vida en sociedad. No valorar el agua completamente en todos sus diferentes usos se considera como la raíz o un síntoma de la desatención política hacia el agua y de su mala gestión, indica la Unesco. A continuación, te damos unos consejos para que valores el agua de forma adecuada y ayudes a su conservación desde casa. Comprobar el sistema de tuberías periódicamente: Las fugas de agua en las cañerías son uno de los principales motivos de desperdicio de agua, ya que cualquier fuga oculta o no arreglada puede desperdiciar cientos o miles de litros de agua. Una práctica para considerar, podría ser la revisión periódica del sistema de tuberías y la reparación inmediata de cualquier fuga. Utilizar grifos con sensor: Los grifos con sensor pueden ahorrar hasta un 70% de agua en las empresas comparado con los grifos manuales. Con esta opción se evitan problemas de grifos abiertos olvidados o mal cerrados. Cambia tu viejo inodoro por uno nuevo: Los baños juegan un papel muy importante cuando se trata de ahorrar agua en la oficina. Basta con tener inodoros con mecanismos de descarga modernos para reducir el gasto excesivo de agua. Usa el lavavajillas hasta que esté lleno: Antes de que te presentes voluntario para lavar las tazas de café de la tarde, ten en cuenta que para lavarlos necesitaras unos 50 litros de agua, mientras que un lavavajillas eficiente puede utilizar entre 15 y 23 litros en cada lavado. Instala un dispensador de agua conectado a la red: Un dispensador de agua para empresas u hogares es una solución que permite ahorrar costes de gestión y además reduce la huella hídrica. ¿Cómo es que se puede ahorrar agua? Las máquinas de agua conectadas a la red no necesitan botellones y por lo tanto reducen la producción de plástico. Para darte una idea, una botella de agua de plástico se produce con seis o siete veces más agua que la de su contenido. Otros beneficios de un dispensador de agua Waterlogic son la reducción de la huella de carbono, menos costes de energía y menos producción de residuos.
Chile es dueño de un territorio extraordinario y desafiante. Esto ha forjado en sus habitantes un carácter que les permite mirar al futuro de manera global, buscando aportar activamente en materia medioambiental. Esta vocación de futuro y capacidad de innovación permite ofrecer una serie de respuestas al cambio climático, las cuales, como los Atrapanieblas, se reflejan en el documental “Soy la Tierra: historias del fin del mundo”, de Fundación Imagen de Chile y que está disponible en la plataforma de streaming Prime Video. La pieza audiovisual nos habla a través de distintos casos cómo el país se está posicionando como un actor relevante en la mitigación del cambio climático, la protección del océano y los ecosistemas. El documental consta de diferentes historias donde nos encontramos con la Fundación Un Alto en el Desierto, quienes buscan concientizar sobre el cuidado del agua, en especial en escuelas rurales de la región de Coquimbo, que presentan carencia de agua potable. Natalia Rebolledo es la Directora Ejecutiva de dicha fundación. Se ha desempeñado como Administradora Pública, es graduada de la Universidad de Chile y por casi una década trabajó en entidades públicas como el Ministerio de Vivienda y el Fondo Nacional de Salud. En el año 2013 y desde la sociedad civil, Natalia decidió forjar una iniciativa de concientización sobre el recurso hídrico. En esta búsqueda su camino se cruzó con un proyecto de recicladores de agua de Ovalle y juntos formaron la Fundación Un Alto en el Desierto, la primera red de cosechadores de agua de Chile, quienes reutilizan este recurso extraído de los atrapanieblas. “Espero que otros lugares repliquen lo que allí se está haciendo, y que cada vez seamos más quienes estemos realizando acciones de conservación del medio ambiente y de adaptación al cambio climático”, afirma Natalia. La fundación lleva 14 años generando estrategias para que personas y comunidades puedan adaptarse de manera concreta y más rápida al cambio climático. Para esto, han desarrollado un amplio programa de educación ambiental, en el cual los niños y niñas son los verdaderos protagonistas, conformando la primera red de cosechadores y reutilizadores de agua de Chile para enfrentar la sequía y la desertificación. Esta red está compuesta por 30 escuelas rurales, la cual ha recuperado 2 millones de litros de agua para crear espacios verdes de uso común, e instalado sistemas de acumulación de aguas lluvias, atrapanieblas, rocío y reutilización de aguas grises fabricados por los jóvenes del Liceo Politécnico de Ovalle y operados por ellos mismos. Un Alto en el Desierto es también responsable del proyecto de los atrapanieblas de la Reserva Ecológica Cerro Grande, en conjunto con la Comunidad Agrícola Peña Blanca, buscando la eficiencia hídrica y el reuso de “aguas grises”. El Atrapanieblas es un invento chileno patentado por el profesor Carlos Espinosa, quien donó la patente a la UNESCO para que todo el mundo pueda utilizarlo. Funciona captando las nubes y convirtiéndolas en agua, en un proceso donde la nube pasa por la malla rachel y el agua que lleva la nube queda en la malla y es conducida por canaletas y tuberías a un estanque de acopio, por lo que es indispensable que haya niebla y viento. En Chile, la zona costera es apta para cosechar niebla. De esta forma, en la Reserva Ecológica Cerro Grande el agua de niebla cosechada se utiliza para regar la misma reserva, entregar agua para los animales, hacer cerveza y próximamente agua para consumo humano. Este lugar posee 29 atrapanieblas, en una superficie de 250 metros cuadrados de malla cosechadora de niebla, convirtiéndose en uno de los oasis de niebla más importantes de Chile y la región. “Sin agua no hay cultivos, la crianza de ganado va disminuyendo, aumenta la migración campo ciudad, los pueblos se van quedando sin niños, las escuelas rurales cada vez tienen menos niños, esto significa que también los pueblos se van muriendo, van envejeciendo. La naturaleza es la que crea el agua, no los seres humanos. Por ende, mirar cómo lo hace la naturaleza nos permite ir replicando esas acciones, como lo hacemos aquí en la Reserva Ecológica Cerro Grande”, aseguró Rebolledo. Esta cosecha de agua toma real trascendencia para quienes habitan tan agreste territorio. El proyecto demuestra que es posible una adaptación humana al cambio climático, y que con métodos simples se puede regar en el desierto, pero para eso debe existir voluntad, convicción y acción. Trabajo conjunto, que involucra a la comunidad, al sector público y privado, y apoyo internacional. Es importante también, porque además de ser la barrera verde que permite detener el avance del desierto, es el parque de Atrapanieblas más visitado en Chile, donde se realiza educación ambiental al aire libre con ejemplos concretos. De esta forma, aparece el gran logro de la fundación: detener el avance del desierto. “Nosotros aparte de la cosecha de niebla reciclamos aguas grises (lavamanos, duchas y lavadoras) en escuelas rurales y hogares. Nuestro sueño es ser una barrera verde y humana que permita detener el avance del Desierto en Chile”. Para Natalia, la misión es clara. “Creo que no podemos detener el cambio climático pero debemos mitigar nuestro impacto y adaptarnos al cambio climático que estamos viviendo. Todos debemos hacer lo más que se pueda, porque las pequeñas acciones si las sumamos todas significan mucho. Siempre nos dicen que nosotros vemos el tema del agua a escala de consumo doméstico, y no es ahí donde se consume más. Sin embargo, es donde más nos está faltando el agua, en los hogares de las personas, y ahí es donde apuntamos nuestra energía en poder optimizar el agua que tenemos”.
A fines del 2020, Desafío Levantemos Chile presentó su nueva iniciativa “Desafío Agua para Chile”, con el objetivo de dar acceso a esta necesidad básica a cuatro comunas de La Araucanía y la región del Biobío, a través de más de 15 proyectos. La idea surgió a raíz de que La Araucanía es actualmente una de las zonas con mayores índices de pobreza del país, sumado a diversas problemáticas, como que el 71% de los hogares en áreas rurales carecen de agua potable. Frente a este contexto, Wrangler decidió sumarse a esta iniciativa durante dos años consecutivos, localizando de esta forma su real compromiso con el medioambiente a través de su campaña We Care, que tiene como objetivo realizar una producción más sostenible estableciéndose a sí mismos metas de desempeño ambiental, social y de calidad. Entre los principales objetivos de Wrangler, destaca el reducir en 50% el uso de agua hacia el 2030, además de utilizar energía 100% renovable en todas las instalaciones propias, por ejemplo. La alianza con Desafío Levantemos Chile buscó concretar a nivel local su compromiso internacional de colaboración en un tema tan relevante como el uso y el acceso al agua en Chile. Este proyecto consistió en entregar soluciones individuales a 10 familias del sector y se basó en instalar estanques de agua de 1.000 o 1.200 litros con su respectiva instalación y conexión a los hogares para que cada familia pudiera obtener el agua directamente, sin necesidad de trasladarla en baldes o bidones, ante las inclemencias del clima. Dentro de la misma línea Wrangler invitó a diferentes influencers y líderes de opinión a participar de esta campaña para sumarse a la realidad que vivían el 71% de los hogares de las zonas rurales de Chile, bajo el alero de #LaÚltimaBotellaDeAgua, los rostros hicieron un llamado a concientizar a más de seis millones de personas, sobre la importancia de este tema tan relevante en el mundo y en nuestro país, ¿qué harías si tuvieras una última botella de agua?. Es por esta maravillosa acción social que los ojos del mundo decidieron premiar esta campaña en diferentes categorías y certámenes para reconocer y brindar más visibilidad a esté tipo de labores que ayudan al desarrollo de la población para lograr una mejor calidad de vida. La repercusión de la campaña #LaÚltimaBotellaDeAgua, fue tan exitosa que incluso llegó a ser reconocida internacionalmente en diferentes certámenes que premian a la acción más originales y con propósito en términos de marketing, tales como los premios Sabre de Estados Unidos, que se centra en el compromiso, la credibilidad y la construcción de relaciones. Además, Wrangler se llevó el oro en la categoría de “Causas” por dicha campaña en los premios Luum de Suiza, quienes tienen por objetivo premiar exclusivamente mensajes que buscan despertar una conciencia social, cívica o ambiental. También en los WINA de origen colombiano con foco internacional, donde reconocen lo mejor de las agencias de comunicaciones y publicidad, donde reconocen lo mejor de la industria y por último pero no por eso menos importante, con la versión número 4 de los Eikon Chile, que busca transparentar el trabajo de los asesores y ejecutivos de comunicaciones y difundir el conocimiento de benchmarking. Frente a esto, Matías Achondo, Gerente de marketing de Wrangler Chile, explica que “esta alianza que realizamos con Desafío Levantemos Chile fue un hito muy importante para nosotros, porque reafirma el compromiso que adoptamos con el planeta y el medioambiente hace unos años y por el que hemos trabajado arduamente. Nos sentimos muy orgullosos y felices de haber sido un aporte en materia de acceso al agua potable y llevar este elemento vital a muchas familias que no lo tienen. Y agregó que “seguiremos trabajando en este tipo de iniciativas, porque entendemos lo importante que es cuidar el medioambiente y dejarle un mundo mejor a las futuras generaciones”. Para más información sobre la campaña realizada en conjunto a Desafío levantemos Chile, visita su sitio https://lch.desafiolevantemoschile.org/ y las novedades de Wrangler en la página web oficial www.wrangler.cl y también en el Instagram @wranglerjeanschile.
Los envases de plástico siempre han sido una excelente solución para contener agua o comida, sin embargo, en el último tiempo, se comprobó que desprenden pequeñas partículas. Finalmente, lo que se recomienda, es utilizar botellas de vidrio y si no hay otra posibilidad, llene la botella de plástico, un momento antes de utilizarla, no la mantenga llena de agua por tanto tiempo.
Según un nuevo estudio, no todo el territorio de la ciudad de Nueva York está uniformemente nivelado, y algunas zonas de la región, como las principales carreteras y la sede del US Open de tenis, se hunden mucho más rápido que otras, lo que eleva el riesgo de inundaciones a medida que sube el nivel del mar. La pista de aterrizaje del aeropuerto de LaGuardia, el estadio Arthur Ashe, la carretera interestatal 78 -que incluye el túnel Holland- y la autopista 440, que une Nueva Jersey y Staten Island, se hunden más de 2 milímetros al año, según los investigadores. Según el estudio publicado el miércoles en Science Advances, se hunden más rápido que la media de 1,6 milímetros al año de la ciudad de Nueva York. “Si eres un ciudadano medio en una ciudad costera, creo que es importante que entiendas lo que hace el componente de movimiento vertical de la tierra y cómo puede cambiar la susceptibilidad a las inundaciones, incluso de un barrio a otro”, dijo Brett Buzzanga, autor principal del estudio y científico costero del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA. Comparativamente, milímetros de hundimiento en la ciudad de Nueva York puede no parecer gran cosa, pero puede agravar las inundaciones con la subida del nivel del mar. En los últimos 20 años, el nivel del mar ha aumentado 4,4 milímetros al año en Manhattan, en parte debido al hundimiento de la tierra, según el estudio. Esto puede tener graves consecuencias cuando se producen fenómenos meteorológicos extremos: un estudio estimó que unos 8.000 millones de dólares de los daños causados por la supertormenta Sandy en 2012 podrían estar relacionados con el aumento del nivel del mar. “El aumento del nivel del mar y la disminución de la superficie terrestre pueden causar más daños”, afirmó Buzzanga. “Es una especie de agregado al estado de fondo sobre el que actúan estas tormentas. Hay más agua que agitar”. Buzzanga y sus colegas emplearon una nueva técnica que utiliza datos de satélite para obtener mediciones de alta resolución y comparar vecindarios. El estudio mejora los datos GPS de instrumentos terrestres o aviones que también pueden recoger datos de alta resolución, pero punto por punto. “Destacamos con un detalle realmente sin precedentes las diferencias en toda la región y que algunos puntos pueden estar hundiéndose más rápido que otros y eso puede causar más inundaciones en algunos puntos”, explicó Buzzanga. “Esto va a ser igual en cualquier ciudad”. Nueva York es una de las muchas ciudades costeras en las que se observa un hundimiento del terreno. Otras investigaciones han demostrado que Norfolk y Virginia Beach, por ejemplo, se hunden una media de más de 3,5 milímetros al año. Algunas zonas alrededor de Nueva Orleans han experimentado 40 milímetros de hundimiento al año. La tierra puede hundirse por varias razones. En Nueva York, gran parte del hundimiento se debe al retroceso de los glaciares de la última Edad de Hielo, cuando las capas de hielo pesaban sobre la tierra y hacían que la corteza se estirara y hundiera bajo zonas como el noreste de Estados Unidos. La ciudad de Nueva York, sin embargo, estaba en la periferia de la zona de hundimiento y se abultaba hacia arriba. Cuando las capas de hielo empezaron a retroceder, la tierra empezó a nivelarse lentamente, y las zonas caídas empezaron a elevarse mientras que las abultadas empezaron a hundirse. Piense en el cambio como si presionara con el dedo (actuando como la capa de hielo) sobre un globo y luego lo levantara (retroceso de la capa de hielo). Pero las actividades humanas pueden añadir tensión adicional a nuestra tierra, haciendo que se hunda o se eleve más allá de estos profundos procesos naturales. Según el estudio, los puntos de hundimiento de LaGuardia, el estadio Arthur Ashe y algunas carreteras fueron vertederos en el pasado. Según Buzzanga, esos lugares “se van a comprimir mucho más rápido de lo que lo haría algo construido sobre un suelo más sólido”. El estadio Arthur Ashe se renovó incluso con un techo ligero especial para reducir el hundimiento. El estudio también descubrió algunas zonas inesperadas en las que el terreno se elevaba. Por ejemplo, en Brooklyn, Newtown Creek, en East Williamsburg, se elevó unos 2 milímetros al año. El estudio señala que la zona cuenta con un enorme proyecto de ingeniería que recupera y trata las aguas subterráneas contaminadas del acuífero del arroyo, lo que podría provocar la elevación del terreno. Pero la elevación del terreno también puede desestabilizar las infraestructuras. Tom Parsons, geofísico del Servicio Geológico de Estados Unidos que no participó en el estudio, se declaró impresionado por la resolución de los datos de subsidencia y levantamiento que habían obtenido los autores. Sus conclusiones también coinciden con las anteriores conclusiones de Parsons y sus colegas: las infraestructuras construidas sobre rellenos artificiales en la costa o cerca de ella parecen hundirse a mayor velocidad. Este estudio confirma la utilidad de los datos por satélite “para ayudar a las grandes ciudades a gestionar múltiples cuestiones, como dónde se construyen grandes edificios, el uso de rellenos artificiales y dónde se necesitan medidas de protección contra futuras inundaciones”, afirmó Parsons. Steven D’Hondt, catedrático de Oceanografía de la Universidad de Rhode Island que no participó en la nueva investigación, añadió que el asentamiento de lugares construidos sobre vertederos puede verse agravado por el peso de edificios y pistas de aterrizaje. Pero el hundimiento causado por este peso añadido de las infraestructuras suele detenerse a los pocos años de la construcción, por lo que no es un factor que contribuya principalmente al hundimiento del terreno. Según Buzzanga, él y sus colegas tienen previsto utilizar su nuevo algoritmo para obtener datos sobre el desplazamiento vertical en toda Norteamérica, lo que podría ayudar a evaluar el riesgo de inundación de una comunidad y a planificar la ciudad. “Todas las ciudades del mundo se beneficiarían de un análisis tan refinado del movimiento vertical del terreno en toda la ciudad”, afirmó D’Hondt.
El agua es nuestro recurso más preciado, un 'oro azul' al que más de 2.000 millones de personas no tienen acceso. No solo es esencial para la supervivencia, sino que también desempeña un papel sanitario, social y cultural en el seno de las sociedades humanas, dijo Audrey Azoulay, directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Asimismo, de acuerdo con ONU-Habitat, mientras miles de millones batallan por tener acceso al agua, en otros lugares se está usando cada vez más, al punto de que se espera un incremento de 40% en su uso para 2030 gracias a una combinación de factores como el cambio climático, la acción humana y el crecimiento demográfico. Lo anterior se refiere al acceso al agua en general. En cuanto al agua potable —es decir aquella dedicada exclusivamente a consumo humano— el problema también es grande: 884 millones de personas no tiene acceso a ese tipo de agua, señala ONU-Habitat. El agua, por tanto, tiene múltiples valores para la vida en sociedad. No valorar el agua completamente en todos sus diferentes usos se considera como la raíz o un síntoma de la desatención política hacia el agua y de su mala gestión, indica la Unesco. A continuación, te damos unos consejos para que valores el agua de forma adecuada y ayudes a su conservación desde casa. Comprobar el sistema de tuberías periódicamente: Las fugas de agua en las cañerías son uno de los principales motivos de desperdicio de agua, ya que cualquier fuga oculta o no arreglada puede desperdiciar cientos o miles de litros de agua. Una práctica para considerar, podría ser la revisión periódica del sistema de tuberías y la reparación inmediata de cualquier fuga. Utilizar grifos con sensor: Los grifos con sensor pueden ahorrar hasta un 70% de agua en las empresas comparado con los grifos manuales. Con esta opción se evitan problemas de grifos abiertos olvidados o mal cerrados. Cambia tu viejo inodoro por uno nuevo: Los baños juegan un papel muy importante cuando se trata de ahorrar agua en la oficina. Basta con tener inodoros con mecanismos de descarga modernos para reducir el gasto excesivo de agua. Usa el lavavajillas hasta que esté lleno: Antes de que te presentes voluntario para lavar las tazas de café de la tarde, ten en cuenta que para lavarlos necesitaras unos 50 litros de agua, mientras que un lavavajillas eficiente puede utilizar entre 15 y 23 litros en cada lavado. Instala un dispensador de agua conectado a la red: Un dispensador de agua para empresas u hogares es una solución que permite ahorrar costes de gestión y además reduce la huella hídrica. ¿Cómo es que se puede ahorrar agua? Las máquinas de agua conectadas a la red no necesitan botellones y por lo tanto reducen la producción de plástico. Para darte una idea, una botella de agua de plástico se produce con seis o siete veces más agua que la de su contenido. Otros beneficios de un dispensador de agua Waterlogic son la reducción de la huella de carbono, menos costes de energía y menos producción de residuos.
Chile es dueño de un territorio extraordinario y desafiante. Esto ha forjado en sus habitantes un carácter que les permite mirar al futuro de manera global, buscando aportar activamente en materia medioambiental. Esta vocación de futuro y capacidad de innovación permite ofrecer una serie de respuestas al cambio climático, las cuales, como los Atrapanieblas, se reflejan en el documental “Soy la Tierra: historias del fin del mundo”, de Fundación Imagen de Chile y que está disponible en la plataforma de streaming Prime Video. La pieza audiovisual nos habla a través de distintos casos cómo el país se está posicionando como un actor relevante en la mitigación del cambio climático, la protección del océano y los ecosistemas. El documental consta de diferentes historias donde nos encontramos con la Fundación Un Alto en el Desierto, quienes buscan concientizar sobre el cuidado del agua, en especial en escuelas rurales de la región de Coquimbo, que presentan carencia de agua potable. Natalia Rebolledo es la Directora Ejecutiva de dicha fundación. Se ha desempeñado como Administradora Pública, es graduada de la Universidad de Chile y por casi una década trabajó en entidades públicas como el Ministerio de Vivienda y el Fondo Nacional de Salud. En el año 2013 y desde la sociedad civil, Natalia decidió forjar una iniciativa de concientización sobre el recurso hídrico. En esta búsqueda su camino se cruzó con un proyecto de recicladores de agua de Ovalle y juntos formaron la Fundación Un Alto en el Desierto, la primera red de cosechadores de agua de Chile, quienes reutilizan este recurso extraído de los atrapanieblas. “Espero que otros lugares repliquen lo que allí se está haciendo, y que cada vez seamos más quienes estemos realizando acciones de conservación del medio ambiente y de adaptación al cambio climático”, afirma Natalia. La fundación lleva 14 años generando estrategias para que personas y comunidades puedan adaptarse de manera concreta y más rápida al cambio climático. Para esto, han desarrollado un amplio programa de educación ambiental, en el cual los niños y niñas son los verdaderos protagonistas, conformando la primera red de cosechadores y reutilizadores de agua de Chile para enfrentar la sequía y la desertificación. Esta red está compuesta por 30 escuelas rurales, la cual ha recuperado 2 millones de litros de agua para crear espacios verdes de uso común, e instalado sistemas de acumulación de aguas lluvias, atrapanieblas, rocío y reutilización de aguas grises fabricados por los jóvenes del Liceo Politécnico de Ovalle y operados por ellos mismos. Un Alto en el Desierto es también responsable del proyecto de los atrapanieblas de la Reserva Ecológica Cerro Grande, en conjunto con la Comunidad Agrícola Peña Blanca, buscando la eficiencia hídrica y el reuso de “aguas grises”. El Atrapanieblas es un invento chileno patentado por el profesor Carlos Espinosa, quien donó la patente a la UNESCO para que todo el mundo pueda utilizarlo. Funciona captando las nubes y convirtiéndolas en agua, en un proceso donde la nube pasa por la malla rachel y el agua que lleva la nube queda en la malla y es conducida por canaletas y tuberías a un estanque de acopio, por lo que es indispensable que haya niebla y viento. En Chile, la zona costera es apta para cosechar niebla. De esta forma, en la Reserva Ecológica Cerro Grande el agua de niebla cosechada se utiliza para regar la misma reserva, entregar agua para los animales, hacer cerveza y próximamente agua para consumo humano. Este lugar posee 29 atrapanieblas, en una superficie de 250 metros cuadrados de malla cosechadora de niebla, convirtiéndose en uno de los oasis de niebla más importantes de Chile y la región. “Sin agua no hay cultivos, la crianza de ganado va disminuyendo, aumenta la migración campo ciudad, los pueblos se van quedando sin niños, las escuelas rurales cada vez tienen menos niños, esto significa que también los pueblos se van muriendo, van envejeciendo. La naturaleza es la que crea el agua, no los seres humanos. Por ende, mirar cómo lo hace la naturaleza nos permite ir replicando esas acciones, como lo hacemos aquí en la Reserva Ecológica Cerro Grande”, aseguró Rebolledo. Esta cosecha de agua toma real trascendencia para quienes habitan tan agreste territorio. El proyecto demuestra que es posible una adaptación humana al cambio climático, y que con métodos simples se puede regar en el desierto, pero para eso debe existir voluntad, convicción y acción. Trabajo conjunto, que involucra a la comunidad, al sector público y privado, y apoyo internacional. Es importante también, porque además de ser la barrera verde que permite detener el avance del desierto, es el parque de Atrapanieblas más visitado en Chile, donde se realiza educación ambiental al aire libre con ejemplos concretos. De esta forma, aparece el gran logro de la fundación: detener el avance del desierto. “Nosotros aparte de la cosecha de niebla reciclamos aguas grises (lavamanos, duchas y lavadoras) en escuelas rurales y hogares. Nuestro sueño es ser una barrera verde y humana que permita detener el avance del Desierto en Chile”. Para Natalia, la misión es clara. “Creo que no podemos detener el cambio climático pero debemos mitigar nuestro impacto y adaptarnos al cambio climático que estamos viviendo. Todos debemos hacer lo más que se pueda, porque las pequeñas acciones si las sumamos todas significan mucho. Siempre nos dicen que nosotros vemos el tema del agua a escala de consumo doméstico, y no es ahí donde se consume más. Sin embargo, es donde más nos está faltando el agua, en los hogares de las personas, y ahí es donde apuntamos nuestra energía en poder optimizar el agua que tenemos”.
A fines del 2020, Desafío Levantemos Chile presentó su nueva iniciativa “Desafío Agua para Chile”, con el objetivo de dar acceso a esta necesidad básica a cuatro comunas de La Araucanía y la región del Biobío, a través de más de 15 proyectos. La idea surgió a raíz de que La Araucanía es actualmente una de las zonas con mayores índices de pobreza del país, sumado a diversas problemáticas, como que el 71% de los hogares en áreas rurales carecen de agua potable. Frente a este contexto, Wrangler decidió sumarse a esta iniciativa durante dos años consecutivos, localizando de esta forma su real compromiso con el medioambiente a través de su campaña We Care, que tiene como objetivo realizar una producción más sostenible estableciéndose a sí mismos metas de desempeño ambiental, social y de calidad. Entre los principales objetivos de Wrangler, destaca el reducir en 50% el uso de agua hacia el 2030, además de utilizar energía 100% renovable en todas las instalaciones propias, por ejemplo. La alianza con Desafío Levantemos Chile buscó concretar a nivel local su compromiso internacional de colaboración en un tema tan relevante como el uso y el acceso al agua en Chile. Este proyecto consistió en entregar soluciones individuales a 10 familias del sector y se basó en instalar estanques de agua de 1.000 o 1.200 litros con su respectiva instalación y conexión a los hogares para que cada familia pudiera obtener el agua directamente, sin necesidad de trasladarla en baldes o bidones, ante las inclemencias del clima. Dentro de la misma línea Wrangler invitó a diferentes influencers y líderes de opinión a participar de esta campaña para sumarse a la realidad que vivían el 71% de los hogares de las zonas rurales de Chile, bajo el alero de #LaÚltimaBotellaDeAgua, los rostros hicieron un llamado a concientizar a más de seis millones de personas, sobre la importancia de este tema tan relevante en el mundo y en nuestro país, ¿qué harías si tuvieras una última botella de agua?. Es por esta maravillosa acción social que los ojos del mundo decidieron premiar esta campaña en diferentes categorías y certámenes para reconocer y brindar más visibilidad a esté tipo de labores que ayudan al desarrollo de la población para lograr una mejor calidad de vida. La repercusión de la campaña #LaÚltimaBotellaDeAgua, fue tan exitosa que incluso llegó a ser reconocida internacionalmente en diferentes certámenes que premian a la acción más originales y con propósito en términos de marketing, tales como los premios Sabre de Estados Unidos, que se centra en el compromiso, la credibilidad y la construcción de relaciones. Además, Wrangler se llevó el oro en la categoría de “Causas” por dicha campaña en los premios Luum de Suiza, quienes tienen por objetivo premiar exclusivamente mensajes que buscan despertar una conciencia social, cívica o ambiental. También en los WINA de origen colombiano con foco internacional, donde reconocen lo mejor de las agencias de comunicaciones y publicidad, donde reconocen lo mejor de la industria y por último pero no por eso menos importante, con la versión número 4 de los Eikon Chile, que busca transparentar el trabajo de los asesores y ejecutivos de comunicaciones y difundir el conocimiento de benchmarking. Frente a esto, Matías Achondo, Gerente de marketing de Wrangler Chile, explica que “esta alianza que realizamos con Desafío Levantemos Chile fue un hito muy importante para nosotros, porque reafirma el compromiso que adoptamos con el planeta y el medioambiente hace unos años y por el que hemos trabajado arduamente. Nos sentimos muy orgullosos y felices de haber sido un aporte en materia de acceso al agua potable y llevar este elemento vital a muchas familias que no lo tienen. Y agregó que “seguiremos trabajando en este tipo de iniciativas, porque entendemos lo importante que es cuidar el medioambiente y dejarle un mundo mejor a las futuras generaciones”. Para más información sobre la campaña realizada en conjunto a Desafío levantemos Chile, visita su sitio https://lch.desafiolevantemoschile.org/ y las novedades de Wrangler en la página web oficial www.wrangler.cl y también en el Instagram @wranglerjeanschile.