Hitos de cooperación entre Argentina y Chile en Paso Agua Negra

Hace 61 años se inauguró uno de los mayores esfuerzos de ingeniería y cooperación entre dos provincias vecinas, aunque separadas por la majestuosa y desafiante cordillera de los Andes. Nos referimos al Paso Internacional Agua Negra, una obra que no solo representó un hito en el ámbito de la logística para aquella época, sino también un puente para estrechar los lazos de colaboración entre dos localidades tan distintas.

Este paso que conecta la provincia de San Juan, en Argentina, con la región de Coquimbo, hoy en día se ha transformado en un puente para fomentar la integración económica y social entre ambos países, facilitando el intercambio de bienes y servicios.

Ante un nuevo aniversario de la construcción del paso que unió a chilenos y argentinos, Diario El Día tuvo acceso a un audio exclusivo de aquel 1 de marzo de 1965, día de la apertura oficial de la ruta internacional, donde se reunieron las máximas autoridades de aquella época en lo alto de la cordillera andina. 

Según los registros de la época, el acto se realizaría en los límites del paso al mediodía donde ambas delegaciones se encontrarían por el nuevo camino. En aquella ocasión, la comitiva chilena estuvo liderada por el Intendente de Coquimbo, Eduardo Sepúlveda; el Prefecto de Carabineros, Javier Provoste Sáez; el Director de Agricultura, Alejandro Pizarro Aguirre y el Director de Vialidad, Ramón Escobar Inostroza.

Por su parte, la delegación argentina estuvo presente el Vicepresidente de Argentina, Carlos H. Perette; el canciller Miguel Ángel Zavala Ortiz; el gobernador de San Juan, Leopoldo Bravo; el presidente de Vialidad Carmona; el Obispo de San Juan Monseñor Idelfonso María Sansierra.

Además, participaron alrededor de 500 personas, entre diputados, funcionarios, periodistas de ambos países, ingenieros y representantes de los obreros que estuvieron trabajando por largos 11 meses para terminar la construcción del nuevo camino.

Ya en el acto de inauguración, según el audio de la época, comenzó su discurso el Gobernador de San Juan, el doctor Leopoldo Bravo, uno de los grandes gestores de concretar esta tarea, “agradezco a dios por vivir este histórico momento que consagra al paso del Agua Negra ya reiteradamente hollado por nuestros antepasados y aún por los habitantes pre hispánicos de esta región del continente, en un camino de tránsito permanente y por donde pasarán nuestras riquezas, permitiendo el intercambio turístico entre San Juan y la zona cercanas de Coquimbo y el norte chileno”.

Bravo, en sus palabras, describió que la nueva ruta hace un año atrás parecía algo imposible de poder erigirse, pero gracias a la voluntad y cooperación de las autoridades chilenas se logró tal increíble construcción
En ese sentido, explicó, “hemos hecho realidad lo que hasta ayer parecía un sueño irrealizable, contando fundamentalmente para esta gran tarea más que con la potencia de las máquinas, con el coraje, ingenio y voluntad indomable de los técnicos y obreros de uno y otro lado de la frontera también ha contribuido a esta magna realización en una medida que mis palabras no pueden describir la decidida buena voluntad de los gobernantes chilenos”.

Por su parte, el Intendente de Coquimbo, Eduardo Sepúlveda, dio por inaugurado el paso en representación de la delegación chilena,  “a nombre del presidente de la República de Chile don Eduardo Frei Montalva, a quien tengo el honor de representar en la provincia de Coquimbo,  y en este acto me cabe la honra y la satisfacción de declarar oficialmente habilitado el sector chileno de la ruta que nos unirá con San Juan”.

El Intendente, en la ceremonia enfatizó la importancia que tendrá el paso en distintas áreas como la económica entre ambas provincias, “esta ruta que hoy queda abierta y la carretera requerida para una estrecha importante vinculación turística y comercial entre las dos provincias, aunque el honor a la verdad quiero mostrar mi admiración por el trabajo realizado porque para hacer un camino así, yo lo califico de excelente”.

Además, felicitó a los obreros de ambas naciones por realizar y concretar tal estructura en medio de la cordillera de los Andes, “Coquimbo y San Juan tendrán que guardar también un reconocimiento tanto para los ingenieros, los técnicos y los obreros argentinos y chilenos que en condiciones inhóspitas por el clima y el aislamiento, con una admirable pujanza han ido rompiendo la dura roca cordillerana, hasta entregarnos hoy esta ruta de tal grado de importancia recíproca, la pujanza y próspera Provincia de San Juan está a solo a 507 kilómetros de nuestras hermosas playas coquimbanas y ahí esperamos nosotros esperando con toda nuestra fraternal cordialidad a los sanjuaninos”.

Luego de los discursos, ambas autoridades intercambiaron medallas y banderines, símbolos que hasta el día de hoy perduran para demostrar la cooperación entre ambas naciones. 

Muchas décadas para concretar el proyecto 

El crear un paso internacional nació al otro lado de la cordillera. Por esos años, el proyecto fue buscado por el político argentino llamado Federico Cantoni, para fomentar una vía para el transporte de mercancías por el pacifico y el turismo. Años más tarde, Leopoldo Bravo como gobernador de San Juan, más el apoyo de las autoridades chilenas se cumpliría ese sueño de conectar ambos países. 

Cantoni como gobernador sanjuanino en los años 30, fue el primero en comenzar los trabajos que incluyeron trazados y terrenos totalmente aplanados, donde se completaron 25 kilómetros. 

Pero fue en la gestión de Bravo en los años 60 donde se  materializó el paso. Tras varias reuniones, viajes y estudios de terrenos entre autoridades chilenas y argentinos, se aprobaron los permisos y los dineros para financiar el ambicioso proyecto. 

Fue a principios de 1964 con todas las gestiones aprobadas, que  se iniciaron las obras. Por el lado chileno se tenía que trabajar cerca de 27 kilómetros en el irregular terreno cordillerano para llegar y conectar con el trabajo realizado por el lado argentino. 

Tras 11 meses de trabajo de obreros e ingenieros de las más diversas áreas y con las dificultades propias del clima y la altura andina, lograron finalizar el trabajo e inaugurarlo en los tiempos que se habían trazado previamente. 

Foco comercial 

Tras varias décadas, el paso estuvo cerrado por el conflicto entre Chile y Argentina por el canal Beagle, su reapertura se concretó en el año 1991. 
A lo largo de los años, Agua Negra se ha consolidado como un símbolo de la cooperación binacional, permitiendo el desarrollo de sectores clave como el comercio, el turismo y de intercambio cultural que enriquece a ambas ciudades.

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