Aumenta la mortalidad por cáncer de mama en Coquimbo

Basándose en la proyección de los datos de mortalidad de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el 2022, la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC) advirtió que para el 2050 se registrarán 1.1 millones de muertes anuales por su causa.

Respecto a esto, el Seremi (s) de Salud, Tomás Balaguer, reveló que “durante el trienio 2020-2022, el cáncer de mama ha sido la principal causa de defunciones en la población femenina, tanto a nivel nacional como en la Región de Coquimbo”.

Balaguer especificó que “en 2022, se registraron 1.616 fallecimientos en el país, con una tasa de 16,1 por cada 100.000 mujeres y en la Región de Coquimbo, se reportaron 83 defunciones, alcanzando una tasa de 18,9 por 100.000 mujeres”.

Pese a esto, en 2023, la cifra regional de defunciones se mantuvo, con una tasa ajustada de 17,1 por 100.000 mujeres. De estos casos, 57 correspondieron a la Provincia de Elqui y 13 a cada una de las provincias restantes.

En relación a esto, el Seremi afirmó que “la prevención es clave en la lucha contra esta enfermedad y aunque octubre es el mes de la concientización sobre la importancia de la mamografía, las acciones preventivas deben mantenerse todo el año”, destacando que este examen es parte de la medicina preventiva garantizada por GES, en las mujeres entre 50 a 59 años. 

DESAFÍO PARA EL SISTEMA SANITARIO

Referente a este tema, el Dr. Javier Elorza, Jefe de la Unidad de Oncología del Hospital de La Serena, dio a conocer que “las proyecciones en Chile para el año 2050 es que los casos probablemente van a llegar a cerca de 80 mil y las muertes probablemente a cerca de 40 mil o 50 mil por año, lo que es un desafío para el sistema sanitario, ya que va a exigir una serie de políticas públicas para pesquisar precozmente las enfermedades neoplásicas”, recalcó.

Según Elorza el riesgo de cáncer de mama aumenta con la edad, ya que las mujeres mayores de 50 años representan aproximadamente el 71% de los diagnósticos y el 79% de los fallecimientos, por lo que insistió en que “es importante que las políticas sanitarias se enfoquen en la pesquisa precoz, la que se hace fundamentalmente con la mamografía y la ecotomografía, screening, que debe comenzar aproximadamente a los 40 años”. 

MUJERES JÓVENES

Por su parte, la Dra. Alejandra Lagos, académica de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica del Norte y miembro de la Comisión Nacional del Cáncer, advirtió que “ha aumentado la incidencia de casos de mujeres más jóvenes, dentro de los cuales está el triple negativo, que no tiene receptores hormonales positivos, entonces no se puede hacer un tratamiento específico anti hormona que podría ayudar a mantener el cáncer a raya”.

Sumado a esto, Lagos recalcó que “hay factores genéticos, hormonales y factores asociados, como la menarquia antes de los 12 años, menopausias tardías,  terapias de reemplazo hormonal postmenopáusica, mujeres que no han tenido hijos ni han dado lactancia o que han tenido hijos después de los 30 años, la obesidad, el sobrepeso, dietas altas en grasas saturadas, falta de ejercicio físico, consumo de alcohol, cigarro e historial de un cáncer de mama previo”. 

La doctora también explicó que “hay un pequeño porcentaje de mujeres que heredaron los marcadores genéticos BRCA1 y BRCA2 y con esos genes, la probabilidad de tener cáncer de mamá es sobre el 50%. Lo ideal es buscarlos, especialmente cuando el antecedente familiar ha sido en mujeres menores de 50 años, por eso, en CancerLab de la UCN, se está desarrollando el proyecto Mutaciones en BRCA1/2, para ayudar a detectar esto más oportunamente”. 

DOS VECES SOBREVIVIENTE

La administradora turística de la Universidad de La Serena, Marcela Silva, quien es doblemente sobreviviente de cáncer de mamá, relató que “desde que tuve mi primera menstruación, he tenido la costumbre del autoexamen, así fue como el 2017, encontré una bolita en mi mama izquierda. Cuando fui al ginecólogo, me dijo que no me preocupara, porque era una bolita de grasa, típica en las mujeres que han amamantado”. 

Pese a esto, Marcela pidió la ecomamaria, ya que por su edad no le correspondía una mamografía, como los resultados no fueron buenos, comenzó a atenderse con el Jefe de Cirugía del Hospital de Coquimbo, quien le dijo que su biopsia arrojó que había un tumor y descubrieron que padecía un cáncer hormonal, tras lo cual la derivaron a La Serena, para la quimioterapia, luego la operaron y siguió con radioterapia. El 2023, sintió que tenía algo en la misma mama, por lo que se hizo una biopsia que arrojó un segundo tumor, por lo le hicieron una mastectomía radical con reconstrucción mamaria en abril de ese año. 

“Esa fue mi última operación, participaron tres médicos y me tomó 4 meses recuperarme, afortunadamente mi estudio genético arrojó que no tengo genes asociados al cáncer, así que no fue necesario extirpar mi otra mama, pero como era hormonal, lo mejor era extirparme los ovarios y las trompas de falopio, lo que hice en febrero del 2024, porque así la posibilidad de reaparezca el cáncer es muy baja”, sostuvo.

Ahondando en esto, Marcela aconsejó que “lo principal es el autocuidado, saber tocarse y conocer su cuerpo, aunque de miedo. Eso es lo que a mi me ha salvado las dos veces”.

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Fuente: DiarioElDia Región