4 de junio de 2024
El fenómeno es relativamente habitual: estamos hasta arriba de trabajo, con mil tareas pendientes, intentas resolverlas todas a la vez. Entonces, de repente, te quedas con la mirada perdida, olvidas qué estás haciendo y necesitas unos segundos para volver a situarte. Es lo que los angloparlantes llaman 'brain freeze' ('congelación del cerebro'). Y es una buena señal.
Un estudio de las Universidades de Chicago y Michigan State recogido por la British Psychological Society revela que este fenómeno está relacionado con la llamada 'memoria de trabajo', es decir, la que mide la cantidad de información que somos capaces de manejar en nuestro cerebro a la vez.
En el estudio se analizó el comportamiento de 85 individuos a los que se les sometió a tareas matemáticas y de lengua, y luego presionándoles con recompensas económicas o 'castigos' (por ejemplo, diciéndoles que iban a anunciar el nombre del que peor nota sacara). Los investigadores concluyeron que los más afectados por la presión añadida, los que se bloqueaban, tenían más alta capacidad de memoria de trabajo.