El amor, ese sentimiento tan profundo y misterioso que ha cautivado a la humanidad desde tiempos inmemoriales, es un fenómeno que ha sido objeto de estudio por parte de la neurociencia. Contrario a lo que se creía, el corazón no es el responsable de este sentimiento, sino que es el cerebro el órgano clave en la generación del amor. Según investigaciones realizadas por expertos en neurología, el enamoramiento desencadena una serie de procesos en el cerebro que involucran la liberación de diversas sustancias químicas. La dopamina, conocida como la hormona del placer, juega un papel fundamental al generar sensaciones gratificantes y crear una especie de adicción psicológica hacia la persona amada. Por otro lado, durante una etapa de desamor o duelo emocional, los niveles de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina experimentan cambios significativos. Estas alteraciones pueden estar relacionadas con trastornos obsesivos compulsivos (OCD) e incluso provocar síntomas similares a los experimentados en situaciones de estrés. La intensidad del amor también puede variar dependiendo del contexto. El amor a distancia se caracteriza por ser más cognitivo e imaginativo, mientras que enfrentar una pérdida afectiva activa regiones cerebrales vinculadas con las emociones y recuerdos. Los signos físicos del enamoramiento son evidentes: desde las famosasmariposas en el estómago hasta trastornos del sueño e insomnio. Incluso algunas civilizaciones han llegado a considerar al enamoramiento como una enfermedad debido a sus efectos sobre el apetito y estado anímico. Gracias a los avances en neurociencia podemos comprender mejor cómo opera este complejo sentimiento en nuestro cerebro. El amor no solo nos hace sentir emociones intensas; también desencadena reacciones químicas y neuronales que influyen directamente en nuestro comportamiento y bienestar emocional.
¿Se acerca el día en que los humanos controlen computadoras con su mente? El empresario Elon Musk alimentó este debate al anunciar este lunes que su compañía Neuralink consiguió implantar con éxito uno de sus chips cerebrales en una persona. En un post en X, Musk dijo que se había detectado una actividad cerebral “prometedora” después del procedimiento y que el paciente se estaba “recuperando bien”. El objetivo de la empresa es que esta tecnología ayude a tratar dolencias neurológicas complejas. “Para cualquier firma produciendo dispositivos médicos, la primera prueba en humanos es un hito significativo ”, dice la profesora Anne Vanhoestenberghe del King’s College de Londres. Según la experta, hay varias empresas trabajando en productos prometedores, pero solo pocas han logrado implantar sus dispositivos en humanos. Sin embargo, Vanhoestenberghe advierte que el “éxito verdadero” solo puede medirse a largo plazo y Elon Musk es muy adepto en generar publicidad para su compañía”. Hasta el momento, no existe una verificación independiente de las afirmaciones de Musk. Neuralink tampoco proporcionó información sobre el procedimiento. La BBC contactó a la compañía y al regulador médico de EE.UU., la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), para solicitar comentarios. ¿Cómo funciona Telepathy? En otro post en X, Musk dijo que el primer producto de Neuralink se llamaría Telepathy , Telepatía en español. “Los primeros usuarios serán aquellos que han perdido el control de sus extremidades”, agregó Musk. Y luego hizo una referencia a Stephen Hawking, el célebre científico británico que sufría una grave enfermedad neuromotora. “Imagina que Hawking se hubiera podido comunicar más rápido que un mecanógrafo o un subastador. Ese es el objetivo. El procedimiento implica implantar un pequeño chip sellado herméticamente directamente en el cerebro del paciente. El chip está conectado a 1.024 electrodos diminutos, no más gruesos que un cabello humano, y funciona con una batería que se puede recargar de forma inalámbrica. Esto crearía una interfaz con una computadora externa, permitiéndole enviar y recibir señales. ¿Es seguro el propósito de Neuralink? Sobre esta tecnología precupan los riesgos físicos a corto plazo, las implicaciones médicas a largo plazo y las cuestiones éticas. Cualquier cirugía cerebral conlleva peligros. Un reporte de la agencia Reuters de diciembre de 2022 indicó que Neuralink estuvo involucrada en ensayos que resultaron en la muerte de alrededor de 1.500 animales, incluyendo ovejas, monos y cerdos. En julio de 2023, el Departamento de Agricultura estadounidense, encargado de investigar las cuestiones de bienestar animal, dijo no haber encontrado ninguna violación de las leyes de investigación con animales en la firma de Musk, aunque sigue con una investigación independiente en curso. El hecho de que la FDA aprobó el ensayo en humanos implica, sin embargo, que la empresa de Musk superó algunos de sus obstáculos. Quizás la preocupación más seria son las consecuencias a largo plazo de tener un dispositivo como este funcionado en el cerebro, un órgano complejo del que todavía se desconoce muchísimo. Como es una industria incipiente no hay suficientes datos sobre los daños potenciales. Esto cambiará con los experimentos en humanos y será clave para el desarrollo de productos similares. Las cuestiones éticas son más subjetivas. Estas tecnologías implican preocupaciones sobre protección de datos, usos potenciales y la posibilidad de mejorar las habilidades cognitivas humanas. Si bien Musk devolvió a esta tecnología al centro de debate con su anuncio, lo cierto es que algunos de sus rivales tienen un historial de trabajo desde hace dos décadas. La empresa estadounidense Blackrock Neurotech, con sede en el estado de Utah, implantó la primera de sus muchas interfaces cerebro-computadoras en 2004. Precision Neuroscience, formada por uno de los cofundadores de Neuralink, también pretende ayudar a personas con parálisis. Su implante se asemeja a un trozo muy delgado de cinta que se coloca en la superficie del cerebro y puede implantarse a través de una microhendidura craneal, que, según dice, es un procedimiento mucho más simple. Otros dispositivos existentes también han generado resultados. En dos estudios científicos recientes separados en Estados Unidos, se utilizaron implantes para vigilar la actividad cerebral cuando una persona intentaba hablar, lo que luego podría decodificarse para ayudarla a comunicarse. Entre otras empresas que han logrado avances similares en este campo se encuentra la École Polytechnique Fédérale de Lausanne (EPFL), en Suiza, que consiguió que un hombre paralítico pueda caminar con solo pensar. Esto se logró colocando implantes electrónicos en su cerebro y columna que comunican pensamientos de forma inalámbrica a sus piernas y pies.
Los gemelos digitales son representaciones virtuales de cosas del mundo real, y ya son un pilar en la manufactura de bienes, la industria y la tecnología aeroespacial. Existen doppelgängers digitales de ciudades, puertos y centrales eléctricas. El término fue introducido por primera vez en 2010 por el investigador de la NASA John Vickers, en un informe sobre la tecnología de las hojas de ruta de la agencia. Los analistas del sector estiman que el mercado de los gemelos digitales podría alcanzar casi 50 mil millones de dólares en el año 2026. La idea no tardó en meterse en la biología. En 2016, Bill Ruh, entonces director general de General Electric Digital, predijo que tendremos un gemelo digital al nacer, que tomará los datos de los sensores que todo el mundo utiliza, y este nos predecirá cosas sobre enfermedades, cáncer y otras cosas Un gemelo digital podría informar sobre tratamientos personalizados para un paciente y predecir cómo podría desarrollarse su enfermedad. Incluso pudiera ser utilizado para ensayar posibles tratamientos, un proceso que puede estar lleno de riesgos, en lugar de probarlos en el paciente. De momento, estos proyectos se encuentran en sus primeras fases. Un programa de investigación llamado Echoes, en el que participan investigadores de Europa, Reino Unido y Estados Unidos, trabaja para construir un corazón digital. Siemens Healthineers, empresa alemana de dispositivos médicos, pretende hacer lo mismo. Dassault Systèmes, empresa francesa de software, se asoció con la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos para aprobar lo que denomina El Corazón Vivo. La empresa austriaca Golem está creando gemelos digitales de personas vulnerables que viven solas. La idea es que estos vigilen continuamente la salud de los individuos, alertando a los cuidadores si caen enfermos y necesitan ayuda. Ahora los investigadores aspiran a un objetivo más ambicioso: crear un gemelo del cerebro. Neurotwin, un proyecto financiado por la Unión Europea, quiere diseñar un modelo informático de todo el cerebro de un paciente. El equipo de Neurotwin espera que el modelo pueda utilizarse para predecir los efectos de la estimulación en el tratamiento de trastornos neurológicos, como la epilepsia y la enfermedad de Alzheimer. Están planeando un ensayo clínico y creará gemelos digitales de unos 60 pacientes con Alzheimer, que recibirán un tratamiento de estimulación cerebral optimizado específicamente para su cerebro. Un segundo ensayo clínico previsto para 2023 hará lo mismo, pero para pacientes con epilepsia focal resistente al tratamiento. Ambos son ensayos en prueba de concepto para determinar si el método funciona y así puede mejorar los resultados del tratamiento de estos pacientes. Si tiene éxito, el equipo planea ampliar su tecnología para estudiar otros aspectos del cerebro, como los implicados en la esclerosis múltiple, la rehabilitación de ictus, la depresión y los efectos de los psicodélicos. Los fármacos no ayudan a un tercio de los pacientes epilépticos. Se ha demostrado además que la estimulación no invasiva, en la que se administran corrientes eléctricas indoloras al cerebro, ayuda a aliviar la frecuencia y la intensidad de los ataques. Pero la tecnología es aún bastante nueva y necesita perfeccionarse. Aquí es donde un cerebro virtual podría resultar muy útil. Un cerebro hecho con unos y ceros El avatar digital es básicamente un modelo matemático que se ejecuta en una computadora, explica Giulio Ruffini, coordinador del proyecto Neurotwin, director científico y cofundador de Neuroelectrics, una empresa española de tecnología sanitaria que desarrolla terapias no invasivas para trastornos neurológicos como la epilepsia. Para crear un doble digital de un paciente con epilepsia, el equipo de Neurotwin toma datos de resonancia magnética de media hora de duración y lecturas de electroencefalografía (EEG) de unos diez minutos y después los utiliza para hacer un modelo informático; este capta la actividad eléctrica del cerebro y simula de forma realista los principales tejidos cerebrales, como el cuero cabelludo, el cráneo, el líquido cefalorraquídeo y las materias gris y blanca. Según Ruffini, el gemelo incluirá una red de modelos neuronales masivos. Se trata básicamente de modelos informáticos del comportamiento medio de muchas neuronas conectadas entre sí mediante el ‘conectoma' del paciente, un mapa de las conexiones neuronales del cerebro. En el caso de la epilepsia, algunas zonas del conectoma podrían sobreexcitarse; en el caso, por ejemplo, de un ictus, el conectoma podría alterarse. Una vez creado el gemelo, el equipo puede utilizarlo para optimizar la estimulación del cerebro del paciente real porque podemos hacer simulaciones interminables en la computadora hasta encontrar lo que necesitamos, refiere Ruffini. Es, en este sentido, como un modelo computacional de predicción meteorológica. Por ejemplo, para mejorar el tratamiento de un paciente con epilepsia, la persona llevaría un gorro en la cabeza todos los días durante 20 minutos mientras este administra estimulaciones eléctricas transcraneales al cerebro. Utilizando el gemelo digital, Ruffini y su equipo podrían optimizar la posición de los electrodos estimuladores, así como el nivel de corriente que se aplica. La cuestión ética La gemelación digital de cualquier órgano plantea toda una serie de cuestiones éticas. Por ejemplo, ¿tendría un paciente derecho a saber, o a no saber, si, por ejemplo, su gemelo predice que sufrirá un infarto en dos semanas? ¿Qué ocurre con el gemelo después de la muerte del paciente? ¿Tendrá sus propios derechos legales o éticos? Por un lado, los dobles corporales virtuales nos ofrecen vías apasionantes y revolucionarias para desarrollar nuevos tratamientos, asegura Matthias Braun, especialista en ética de la Universidad de Erlangen-Nürnberg de Alemania, quien ha escrito sobre la ética que implica el uso de gemelos digitales en la atención sanitaria. Pero, por otro lado, nos plantea retos, prosigue. ¿Quién debería ser el propietario de un gemelo digital? ¿La empresa que lo construye? ¿O tienes derecho a decir, bueno, me niego al uso de información o predicciones específicas con respecto a mi seguro médico o al uso en otros contextos? Para no atentar contra la autonomía o la privacidad, es importante que esa persona concreta tenga el control del uso [de su gemelo digital], completa. Perder ese control daría lugar a lo que Braun denomina esclavitud digital. Ana Maiques, consejera delegada de Neuroelectrics, afirma que la empresa ya está lidiando con la cuestión de qué ocurre con los datos extremadamente personales sobre los que se construye un gemelo digital : Cuando haces este tipo de personalizaciones, tienes que plantearte preguntas difíciles, ¿verdad? ¿A quién van a pertenecer esos datos? ¿Qué vas a hacer con los datos?, se pregunta. El proyecto ha reclutado a investigadores para que diseccionen los componentes éticos y filosóficos de la empresa, entre ellos Manuel Guerrero, neuroeticista de la Universidad de Uppsala, en Suecia. Para Neurotwin, un proyecto con sede en Europa, los datos recopilados estarán protegidos por el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de la Unión Europea. Esto significa que cualquier uso de los datos requiere el consentimiento de su propietario, aclara Guerrero. Él y su equipo también están estudiando si el término ‘ gemelo digital ’, que se acuñó por primera vez para la fabricación, sigue siendo el más adecuado para copiar algo tan intrincado y dinámico como un cerebro o un corazón vivos. El cerebro es mucho más complejo que otros tipos de gemelos procedentes del sistema de fabricación, por lo que la noción de un gemelo para el cerebro es algo que se está debatiendo en la comunidad neurocientífica, expresa. Y ocuparse del cerebro es algo de muchos órdenes de magnitud más complejo que modelar el corazón o el riñón, además de ser potencialmente más complejo desde el punto de vista ético: Estamos creando modelos computacionales bastante sofisticados del cerebro, afirma Ruffini. En algún momento, creo que quedará borroso hasta qué punto este gemelo digital es solo eso o es un ser sensible. Braun afirma que llegó el momento de afrontar estas complejas cuestiones: Para mí, son retos realmente importantes a los que tenemos que enfrentarnos ahora, piensa. Sabemos lo que ocurre si nos limitamos a decir: 'Bueno, desarrollemos una tecnología y ya veremos', añade, advirtiendo de los peligros que conlleva dejar para más adelante las consecuencias éticas y morales. Pero el equipo de Neurotwin afirma que, si se hace bien, este hermanamiento digital podría mejorar drásticamente tanto los resultados de los pacientes como lo que sabemos sobre los trastornos cerebrales difíciles de tratar. Estamos trabajando para ayudar realmente a las personas que sufren enfermedades cerebrales desde una perspectiva completamente distinta, comenta Maiques. Nos gusta llamarlo una nueva categoría de terapéutica, en la que realmente se está utilizando el poder de la física y las matemáticas para descodificar el cerebro.
¿Te ha pasado que tu cerebro únicamente se enfoca en el peor escenario o te vienen pensamientos negativos constantemente? Que se repiten una y otra vez y pueden durar días y días pensando solo en lo que pudiera pasar mal o lo que te pasó mal en el futuro. Muchos de estos pensamientos se conocen como pensamientos irracionales o intrusivos. Algunos pueden ser rumiaciones (compulsiones) que, dependiendo de la persona, pueden convertirse en un círculo vicioso y les cuesta mucho zafarse de ellos. Esto es algo por lo cual muchas personas pueden acudir a consulta psicológica, refiriendo que sus pensamientos les cargan y se puede volver muy difícil para ellos de sobrellevar o manejar. Y es que nuestro cerebro siempre va a estar preparado para autosabotearnos a pensar en lo negativo o en el peor escenario posible. Así es como comúnmente nuestro sistema de pensamientos y creencias suelen trabajar. Existen varias teorías y respuestas a la pregunta : “¿Por qué mi cerebro solo se centra en lo negativo? El neuropsicólogo Rick Hanson de la Universidad de California indica que la amígdala, (estructura en el lóbulo temporal que regula buena parte de las emociones y motivaciones) usa cerca de dos tercios de neuronas para detectar negatividad y después poder almacenarla rápidamente en la memoria a largo plazo. Es decir, que hay una actividad muy significativa de parte del cerebro para experiencias negativas en nuestra vida. Otra respuesta es, porque nuestro cerebro para garantizar supervivencia ejecuta anticipaciones negativas y a su vez crea un sentido de adaptación. Por otra parte, como seres humanos, no estamos educados desde la niñez a enfocarnos en lo positivo de nosotros mismos, los acontecimientos que nos suceden, las conversaciones positivas, ni a resaltar los pequeños triunfos. Sin llevarlo al límite fantasioso ni escapar de la realidad. ¿Cómo puedo hacer para que mi cerebro se centre en lo positivo?, ¡entrenándolo!, Igual que entrenamos un músculo, podemos entrenar nuestro cerebro con técnicas de neurofeedback, reestructuración cognitiva, reenfoque o cuestionamiento, para mejorar su funcionamiento y cambiar nuestro sistema de creencias o ideas de nuestro día a día.
El amor, ese sentimiento tan profundo y misterioso que ha cautivado a la humanidad desde tiempos inmemoriales, es un fenómeno que ha sido objeto de estudio por parte de la neurociencia. Contrario a lo que se creía, el corazón no es el responsable de este sentimiento, sino que es el cerebro el órgano clave en la generación del amor. Según investigaciones realizadas por expertos en neurología, el enamoramiento desencadena una serie de procesos en el cerebro que involucran la liberación de diversas sustancias químicas. La dopamina, conocida como la hormona del placer, juega un papel fundamental al generar sensaciones gratificantes y crear una especie de adicción psicológica hacia la persona amada. Por otro lado, durante una etapa de desamor o duelo emocional, los niveles de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina experimentan cambios significativos. Estas alteraciones pueden estar relacionadas con trastornos obsesivos compulsivos (OCD) e incluso provocar síntomas similares a los experimentados en situaciones de estrés. La intensidad del amor también puede variar dependiendo del contexto. El amor a distancia se caracteriza por ser más cognitivo e imaginativo, mientras que enfrentar una pérdida afectiva activa regiones cerebrales vinculadas con las emociones y recuerdos. Los signos físicos del enamoramiento son evidentes: desde las famosasmariposas en el estómago hasta trastornos del sueño e insomnio. Incluso algunas civilizaciones han llegado a considerar al enamoramiento como una enfermedad debido a sus efectos sobre el apetito y estado anímico. Gracias a los avances en neurociencia podemos comprender mejor cómo opera este complejo sentimiento en nuestro cerebro. El amor no solo nos hace sentir emociones intensas; también desencadena reacciones químicas y neuronales que influyen directamente en nuestro comportamiento y bienestar emocional.
¿Se acerca el día en que los humanos controlen computadoras con su mente? El empresario Elon Musk alimentó este debate al anunciar este lunes que su compañía Neuralink consiguió implantar con éxito uno de sus chips cerebrales en una persona. En un post en X, Musk dijo que se había detectado una actividad cerebral “prometedora” después del procedimiento y que el paciente se estaba “recuperando bien”. El objetivo de la empresa es que esta tecnología ayude a tratar dolencias neurológicas complejas. “Para cualquier firma produciendo dispositivos médicos, la primera prueba en humanos es un hito significativo ”, dice la profesora Anne Vanhoestenberghe del King’s College de Londres. Según la experta, hay varias empresas trabajando en productos prometedores, pero solo pocas han logrado implantar sus dispositivos en humanos. Sin embargo, Vanhoestenberghe advierte que el “éxito verdadero” solo puede medirse a largo plazo y Elon Musk es muy adepto en generar publicidad para su compañía”. Hasta el momento, no existe una verificación independiente de las afirmaciones de Musk. Neuralink tampoco proporcionó información sobre el procedimiento. La BBC contactó a la compañía y al regulador médico de EE.UU., la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), para solicitar comentarios. ¿Cómo funciona Telepathy? En otro post en X, Musk dijo que el primer producto de Neuralink se llamaría Telepathy , Telepatía en español. “Los primeros usuarios serán aquellos que han perdido el control de sus extremidades”, agregó Musk. Y luego hizo una referencia a Stephen Hawking, el célebre científico británico que sufría una grave enfermedad neuromotora. “Imagina que Hawking se hubiera podido comunicar más rápido que un mecanógrafo o un subastador. Ese es el objetivo. El procedimiento implica implantar un pequeño chip sellado herméticamente directamente en el cerebro del paciente. El chip está conectado a 1.024 electrodos diminutos, no más gruesos que un cabello humano, y funciona con una batería que se puede recargar de forma inalámbrica. Esto crearía una interfaz con una computadora externa, permitiéndole enviar y recibir señales. ¿Es seguro el propósito de Neuralink? Sobre esta tecnología precupan los riesgos físicos a corto plazo, las implicaciones médicas a largo plazo y las cuestiones éticas. Cualquier cirugía cerebral conlleva peligros. Un reporte de la agencia Reuters de diciembre de 2022 indicó que Neuralink estuvo involucrada en ensayos que resultaron en la muerte de alrededor de 1.500 animales, incluyendo ovejas, monos y cerdos. En julio de 2023, el Departamento de Agricultura estadounidense, encargado de investigar las cuestiones de bienestar animal, dijo no haber encontrado ninguna violación de las leyes de investigación con animales en la firma de Musk, aunque sigue con una investigación independiente en curso. El hecho de que la FDA aprobó el ensayo en humanos implica, sin embargo, que la empresa de Musk superó algunos de sus obstáculos. Quizás la preocupación más seria son las consecuencias a largo plazo de tener un dispositivo como este funcionado en el cerebro, un órgano complejo del que todavía se desconoce muchísimo. Como es una industria incipiente no hay suficientes datos sobre los daños potenciales. Esto cambiará con los experimentos en humanos y será clave para el desarrollo de productos similares. Las cuestiones éticas son más subjetivas. Estas tecnologías implican preocupaciones sobre protección de datos, usos potenciales y la posibilidad de mejorar las habilidades cognitivas humanas. Si bien Musk devolvió a esta tecnología al centro de debate con su anuncio, lo cierto es que algunos de sus rivales tienen un historial de trabajo desde hace dos décadas. La empresa estadounidense Blackrock Neurotech, con sede en el estado de Utah, implantó la primera de sus muchas interfaces cerebro-computadoras en 2004. Precision Neuroscience, formada por uno de los cofundadores de Neuralink, también pretende ayudar a personas con parálisis. Su implante se asemeja a un trozo muy delgado de cinta que se coloca en la superficie del cerebro y puede implantarse a través de una microhendidura craneal, que, según dice, es un procedimiento mucho más simple. Otros dispositivos existentes también han generado resultados. En dos estudios científicos recientes separados en Estados Unidos, se utilizaron implantes para vigilar la actividad cerebral cuando una persona intentaba hablar, lo que luego podría decodificarse para ayudarla a comunicarse. Entre otras empresas que han logrado avances similares en este campo se encuentra la École Polytechnique Fédérale de Lausanne (EPFL), en Suiza, que consiguió que un hombre paralítico pueda caminar con solo pensar. Esto se logró colocando implantes electrónicos en su cerebro y columna que comunican pensamientos de forma inalámbrica a sus piernas y pies.
Los gemelos digitales son representaciones virtuales de cosas del mundo real, y ya son un pilar en la manufactura de bienes, la industria y la tecnología aeroespacial. Existen doppelgängers digitales de ciudades, puertos y centrales eléctricas. El término fue introducido por primera vez en 2010 por el investigador de la NASA John Vickers, en un informe sobre la tecnología de las hojas de ruta de la agencia. Los analistas del sector estiman que el mercado de los gemelos digitales podría alcanzar casi 50 mil millones de dólares en el año 2026. La idea no tardó en meterse en la biología. En 2016, Bill Ruh, entonces director general de General Electric Digital, predijo que tendremos un gemelo digital al nacer, que tomará los datos de los sensores que todo el mundo utiliza, y este nos predecirá cosas sobre enfermedades, cáncer y otras cosas Un gemelo digital podría informar sobre tratamientos personalizados para un paciente y predecir cómo podría desarrollarse su enfermedad. Incluso pudiera ser utilizado para ensayar posibles tratamientos, un proceso que puede estar lleno de riesgos, en lugar de probarlos en el paciente. De momento, estos proyectos se encuentran en sus primeras fases. Un programa de investigación llamado Echoes, en el que participan investigadores de Europa, Reino Unido y Estados Unidos, trabaja para construir un corazón digital. Siemens Healthineers, empresa alemana de dispositivos médicos, pretende hacer lo mismo. Dassault Systèmes, empresa francesa de software, se asoció con la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos para aprobar lo que denomina El Corazón Vivo. La empresa austriaca Golem está creando gemelos digitales de personas vulnerables que viven solas. La idea es que estos vigilen continuamente la salud de los individuos, alertando a los cuidadores si caen enfermos y necesitan ayuda. Ahora los investigadores aspiran a un objetivo más ambicioso: crear un gemelo del cerebro. Neurotwin, un proyecto financiado por la Unión Europea, quiere diseñar un modelo informático de todo el cerebro de un paciente. El equipo de Neurotwin espera que el modelo pueda utilizarse para predecir los efectos de la estimulación en el tratamiento de trastornos neurológicos, como la epilepsia y la enfermedad de Alzheimer. Están planeando un ensayo clínico y creará gemelos digitales de unos 60 pacientes con Alzheimer, que recibirán un tratamiento de estimulación cerebral optimizado específicamente para su cerebro. Un segundo ensayo clínico previsto para 2023 hará lo mismo, pero para pacientes con epilepsia focal resistente al tratamiento. Ambos son ensayos en prueba de concepto para determinar si el método funciona y así puede mejorar los resultados del tratamiento de estos pacientes. Si tiene éxito, el equipo planea ampliar su tecnología para estudiar otros aspectos del cerebro, como los implicados en la esclerosis múltiple, la rehabilitación de ictus, la depresión y los efectos de los psicodélicos. Los fármacos no ayudan a un tercio de los pacientes epilépticos. Se ha demostrado además que la estimulación no invasiva, en la que se administran corrientes eléctricas indoloras al cerebro, ayuda a aliviar la frecuencia y la intensidad de los ataques. Pero la tecnología es aún bastante nueva y necesita perfeccionarse. Aquí es donde un cerebro virtual podría resultar muy útil. Un cerebro hecho con unos y ceros El avatar digital es básicamente un modelo matemático que se ejecuta en una computadora, explica Giulio Ruffini, coordinador del proyecto Neurotwin, director científico y cofundador de Neuroelectrics, una empresa española de tecnología sanitaria que desarrolla terapias no invasivas para trastornos neurológicos como la epilepsia. Para crear un doble digital de un paciente con epilepsia, el equipo de Neurotwin toma datos de resonancia magnética de media hora de duración y lecturas de electroencefalografía (EEG) de unos diez minutos y después los utiliza para hacer un modelo informático; este capta la actividad eléctrica del cerebro y simula de forma realista los principales tejidos cerebrales, como el cuero cabelludo, el cráneo, el líquido cefalorraquídeo y las materias gris y blanca. Según Ruffini, el gemelo incluirá una red de modelos neuronales masivos. Se trata básicamente de modelos informáticos del comportamiento medio de muchas neuronas conectadas entre sí mediante el ‘conectoma' del paciente, un mapa de las conexiones neuronales del cerebro. En el caso de la epilepsia, algunas zonas del conectoma podrían sobreexcitarse; en el caso, por ejemplo, de un ictus, el conectoma podría alterarse. Una vez creado el gemelo, el equipo puede utilizarlo para optimizar la estimulación del cerebro del paciente real porque podemos hacer simulaciones interminables en la computadora hasta encontrar lo que necesitamos, refiere Ruffini. Es, en este sentido, como un modelo computacional de predicción meteorológica. Por ejemplo, para mejorar el tratamiento de un paciente con epilepsia, la persona llevaría un gorro en la cabeza todos los días durante 20 minutos mientras este administra estimulaciones eléctricas transcraneales al cerebro. Utilizando el gemelo digital, Ruffini y su equipo podrían optimizar la posición de los electrodos estimuladores, así como el nivel de corriente que se aplica. La cuestión ética La gemelación digital de cualquier órgano plantea toda una serie de cuestiones éticas. Por ejemplo, ¿tendría un paciente derecho a saber, o a no saber, si, por ejemplo, su gemelo predice que sufrirá un infarto en dos semanas? ¿Qué ocurre con el gemelo después de la muerte del paciente? ¿Tendrá sus propios derechos legales o éticos? Por un lado, los dobles corporales virtuales nos ofrecen vías apasionantes y revolucionarias para desarrollar nuevos tratamientos, asegura Matthias Braun, especialista en ética de la Universidad de Erlangen-Nürnberg de Alemania, quien ha escrito sobre la ética que implica el uso de gemelos digitales en la atención sanitaria. Pero, por otro lado, nos plantea retos, prosigue. ¿Quién debería ser el propietario de un gemelo digital? ¿La empresa que lo construye? ¿O tienes derecho a decir, bueno, me niego al uso de información o predicciones específicas con respecto a mi seguro médico o al uso en otros contextos? Para no atentar contra la autonomía o la privacidad, es importante que esa persona concreta tenga el control del uso [de su gemelo digital], completa. Perder ese control daría lugar a lo que Braun denomina esclavitud digital. Ana Maiques, consejera delegada de Neuroelectrics, afirma que la empresa ya está lidiando con la cuestión de qué ocurre con los datos extremadamente personales sobre los que se construye un gemelo digital : Cuando haces este tipo de personalizaciones, tienes que plantearte preguntas difíciles, ¿verdad? ¿A quién van a pertenecer esos datos? ¿Qué vas a hacer con los datos?, se pregunta. El proyecto ha reclutado a investigadores para que diseccionen los componentes éticos y filosóficos de la empresa, entre ellos Manuel Guerrero, neuroeticista de la Universidad de Uppsala, en Suecia. Para Neurotwin, un proyecto con sede en Europa, los datos recopilados estarán protegidos por el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de la Unión Europea. Esto significa que cualquier uso de los datos requiere el consentimiento de su propietario, aclara Guerrero. Él y su equipo también están estudiando si el término ‘ gemelo digital ’, que se acuñó por primera vez para la fabricación, sigue siendo el más adecuado para copiar algo tan intrincado y dinámico como un cerebro o un corazón vivos. El cerebro es mucho más complejo que otros tipos de gemelos procedentes del sistema de fabricación, por lo que la noción de un gemelo para el cerebro es algo que se está debatiendo en la comunidad neurocientífica, expresa. Y ocuparse del cerebro es algo de muchos órdenes de magnitud más complejo que modelar el corazón o el riñón, además de ser potencialmente más complejo desde el punto de vista ético: Estamos creando modelos computacionales bastante sofisticados del cerebro, afirma Ruffini. En algún momento, creo que quedará borroso hasta qué punto este gemelo digital es solo eso o es un ser sensible. Braun afirma que llegó el momento de afrontar estas complejas cuestiones: Para mí, son retos realmente importantes a los que tenemos que enfrentarnos ahora, piensa. Sabemos lo que ocurre si nos limitamos a decir: 'Bueno, desarrollemos una tecnología y ya veremos', añade, advirtiendo de los peligros que conlleva dejar para más adelante las consecuencias éticas y morales. Pero el equipo de Neurotwin afirma que, si se hace bien, este hermanamiento digital podría mejorar drásticamente tanto los resultados de los pacientes como lo que sabemos sobre los trastornos cerebrales difíciles de tratar. Estamos trabajando para ayudar realmente a las personas que sufren enfermedades cerebrales desde una perspectiva completamente distinta, comenta Maiques. Nos gusta llamarlo una nueva categoría de terapéutica, en la que realmente se está utilizando el poder de la física y las matemáticas para descodificar el cerebro.
¿Te ha pasado que tu cerebro únicamente se enfoca en el peor escenario o te vienen pensamientos negativos constantemente? Que se repiten una y otra vez y pueden durar días y días pensando solo en lo que pudiera pasar mal o lo que te pasó mal en el futuro. Muchos de estos pensamientos se conocen como pensamientos irracionales o intrusivos. Algunos pueden ser rumiaciones (compulsiones) que, dependiendo de la persona, pueden convertirse en un círculo vicioso y les cuesta mucho zafarse de ellos. Esto es algo por lo cual muchas personas pueden acudir a consulta psicológica, refiriendo que sus pensamientos les cargan y se puede volver muy difícil para ellos de sobrellevar o manejar. Y es que nuestro cerebro siempre va a estar preparado para autosabotearnos a pensar en lo negativo o en el peor escenario posible. Así es como comúnmente nuestro sistema de pensamientos y creencias suelen trabajar. Existen varias teorías y respuestas a la pregunta : “¿Por qué mi cerebro solo se centra en lo negativo? El neuropsicólogo Rick Hanson de la Universidad de California indica que la amígdala, (estructura en el lóbulo temporal que regula buena parte de las emociones y motivaciones) usa cerca de dos tercios de neuronas para detectar negatividad y después poder almacenarla rápidamente en la memoria a largo plazo. Es decir, que hay una actividad muy significativa de parte del cerebro para experiencias negativas en nuestra vida. Otra respuesta es, porque nuestro cerebro para garantizar supervivencia ejecuta anticipaciones negativas y a su vez crea un sentido de adaptación. Por otra parte, como seres humanos, no estamos educados desde la niñez a enfocarnos en lo positivo de nosotros mismos, los acontecimientos que nos suceden, las conversaciones positivas, ni a resaltar los pequeños triunfos. Sin llevarlo al límite fantasioso ni escapar de la realidad. ¿Cómo puedo hacer para que mi cerebro se centre en lo positivo?, ¡entrenándolo!, Igual que entrenamos un músculo, podemos entrenar nuestro cerebro con técnicas de neurofeedback, reestructuración cognitiva, reenfoque o cuestionamiento, para mejorar su funcionamiento y cambiar nuestro sistema de creencias o ideas de nuestro día a día.