6 de agosto de 2024
Las mujeres que tienen relaciones sexuales menos de una vez a la semana pueden tener más probabilidades de morir prematuramente que aquellas con una vida sexual más activa, según un nuevo estudio, publicado en Journal of Psychosexual Health. Aunque este efecto no se observó en los hombres, los investigadores encontraron que la frecuencia sexual reduce el riesgo de muerte prematura en ambos sexos cuando se trata de personas con depresión.
“La actividad sexual es importante para la salud cardiovascular, posiblemente debido a la reducción de la variabilidad de la frecuencia cardíaca y al aumento del flujo sanguíneo“, escriben los autores del estudio, según reportó IFLScience. Los investigadores analizaron datos de 14,542 individuos en EE. UU. registrados en una encuesta nacional de salud entre 2005 y 2010. De los encuestados, 2,267 proporcionaron detalles sobre sus vidas sexuales.
En general, el 94.4% de los participantes informó tener sexo al menos una vez al mes, mientras que el 38.4% lo hacía más de una vez a la semana. Las mujeres con baja frecuencia sexual tenían 1.7 veces más probabilidades de haber muerto por cualquier causa para fines de 2015 en comparación con aquellas con vidas sexuales más activas.
El estudio también indicó que el efecto seguía un patrón dependiente de la dosis: cuanto menos sexo tenía una mujer, mayor era su riesgo de mortalidad. A pesar de no encontrar la misma respuesta en hombres, los investigadores observaron que el sexo parece tener una “relación modificadora” sobre los efectos adversos de la depresión en ambos sexos.
Ajustando por factores de riesgo como obesidad, edad avanzada y estatus socioeconómico bajo, encontraron que las personas con depresión y baja frecuencia sexual tenían aproximadamente tres veces más probabilidades de morir durante el período de seguimiento.
Si bien no se puede inferir causalidad a partir de estas correlaciones, estudios previos han mostrado que las personas tienden a experimentar mejoras en el estado de ánimo y un mayor sentido de propósito en la vida tras tener relaciones sexuales, lo que puede contribuir a una mejor salud general.