La derrota de Chile en casa ante Bolivia no dolió únicamente porque, tras esa caída, se rompió una racha de más de 30 años sin perder con el conjunto altiplánico de local, sino que también porque junto a los puntos, para muchos se esfumaron también las opciones de clasificar al próximo Mundial. PUBLICIDAD Uno de los que los tiene claro, al parecer, es el exjugador de Colo Colo Marcelo Espina, quien en entrevista con LUN, se refirió al desempeño de la Selección, las razones detrás de este momento y cuáles deberían ser las opciones a priorizar. “No la tienen fácil” “Es obvio que los chilenos no pueden estar conformes. Han arrancado mal y de verdad sorprende el nivel que han mostrado en algunos partidos. No la tienen fácil”, partió diciendo Espina a LUN, pero el actual comentarista de ESPN asegura al mismo tiempo que él no cree que esto sea culpa de Ricardo Gareca, el entrenador. “ No es por defender al Flaco, pero yo pregunto: ¿Y por qué Chile no funcionó tampoco con Rueda, Lasarte y Berizzo? ”, agrega. De acuerdo a la opinión de Espina, el problema mayor que enfrenta la Selección es que no se hizo el recambio a tiempo de la Generación Dorada, y ahora se están pagando las consecuencias. “ No se hizo el trabajo de recambio de la Generación Dorada cuando debió hacerse. Hubo un trabajo que no se hizo antes en la Selección y ahora lo están pagando caro”, dijo. Espina ve a Chile fuera del Mundial Si bien Espina asegura que todavía existe una posibilidad matemática de que Chile pueda clasificar al próximo Mundial, lo cierto es que ve bastante lejana esa opción: “Puede darse aún porque hay cupos y cantidad de partidos para sacar esa cuenta. Pero, sinceramente, yo creo que el fútbol chileno, más que pensar en eso, debe ponerse a pensar mejor y derechamente ya en el Mundial 2030 y comenzar a estructurar un plantel con ese objetivo. No puede seguir perdiendo tiempo...”, concluyó.
Aunque a Ricardo Gareca no le guste el término, el momento que está viviendo la selección chilena es vergonzoso. Claramente, el entrenador no es el único culpable, pero sí tiene una buena cuota de responsabilidad, pues es quien finalmente toma las decisiones. PUBLICIDAD Hay varias razones que explican este presente negro de la “Roja”, algunas de ellas estadísticas y otras de percepción, basadas en hechos irrefutables. A continuación, un repaso a la “tormenta perfecta” que tiene al equipo nacional prácticamente fuera del Mundial del 2026, cuando todavía restan 10 fechas por jugar. Las derrotas históricas y la debilidad en casa Una cosa es pasar por un mal momento y otra muy distinta es perder contra rivales que nunca te habían podido vencer. Es el caso del papelón sufrido el martes a manos de Bolivia, que jamás había ganado en Chile por los puntos y que, como visitante, solamente doblegó antes a Venezuela (dos veces) y Perú por Clasificatorias, y que además llevaba 31 años sin celebrar como forastera. No es la única caída dolorosa de este proceso, pues si bien la “Roja” ya había sucumbido en suelo venezolano, no había sido “bailada” como lo fue en octubre del año pasado. Con un 3-0 lapidario en Maturín, fue la primera vez que la “Vinotinto” le convirtió tres goles el equipo nacional, tanto en partidos oficiales como en duelos amistosos. A lo anterior se agrega que la escuadra criolla no se ha hecho fuerte como local, clave para aspirar a llegar a un Mundial. Con apenas un triunfo, el 2-0 sobre los peruanos, empató frente a Colombia y Paraguay, obviamente con sendos 0-0, y sumó el revés de esta semana, para un paupérrimo 41.6 por ciento de rendimiento en condición de anfitriona. Un mal arranque sin precedentes La selección chilena ya llegaba al partido ante Bolivia con su peor comienzo en la historia de las Clasificatorias sudamericanas, por lo que la derrota del martes solamente profundizó esa estadística negativa. Con apenas cinco puntos de 24 posibles, la “Roja” acumula un pobrísimo 20.8 por ciento de rendimiento, con sólo cuatro goles a favor y 12 en contra. El otro inicio para el olvido fue el del proceso anterior, para el Mundial de Qatar 2022, confirmando un declive sostenido en los últimos tiempos, que empezó en la recta final del camino hacia Rusia 2018. En las ocho primeras fechas de las Eliminatorias pasadas, el equipo nacional llevaba siete unidades, con una performance de 29.1%. PUBLICIDAD Incluso, en la penosa trayectoria rumbo al certamen planetario realizado en Corea del Sur y Japón en el 2002, donde terminó como colista de la tabla de posiciones, a largos cuatro cuerpos de Venezuela y Perú, la escuadra criolla llevaba una mejor cosecha a estas alturas. De hecho, tenía el doble de positivos, 10, para un 41.6% del puntaje. Una falta de finiquito desesperante Si bien no es cierto que Chile se generó múltiples oportunidades de gol el martes, como quiso hacer creer Gareca, sí es verdad que tuvo ocasiones que en otros tiempos terminaban adentro del arco, como el increíble cabezazo que falló Matías Catalán sobre el final del partido contra los bolivianos. Eso sí, estuvo lejos de parecerse al encuentro ante la propia “Verde” rumbo a Qatar 2022, donde la “Roja” sí mereció ganar. Ahora, la escasa puntería de la Selección no puede achacársele exclusivamente al “Tigre”, pues ya venían hilándose sequías históricas en los procesos recientes, aunque actualmente el problema se agudizó. Si no es por el discutido tanto que Carlos Lampe le regala a Eduardo Vargas, estaríamos hablando de ocho duelos oficiales sin convertir. Un entrenador nublado Gareca le había sacado el jugo a una selección peruana sin grandes nombres, por lo que asomaba como el DT ideal para una “Roja” que estaba en un proceso similar, ya sin las figuras de la “Generación Dorada”. Y si bien tuvo un arranque esperanzador en los amistosos, en los partidos oficiales ha tomado decisiones que denotan confusión. Contra Bolivia, el técnico planteó mal el encuentro desde el inicio, dejando fuera de la oncena estelar a uno que había sido de lo más rescatable en los tiempos recientes, Rodrigo Echeverría. Tuvo que corregir recién pasada la media hora con el ingreso de Vicente Pizarro, sacrificando a un Ben Brereton que estaba lejos de ser el peor de la cancha y ratificando que no lo tiene en buena consideración, vaya uno a saber por qué. En el complemento, el “Tigre” hizo entrar a un Gonzalo Tapia que, más allá de que respondió con personalidad, ni siquiera estaba entre los 26 citados originales. Ya las declaraciones del “Tigre” en la conferencia de prensa posterior, diciendo que le gustó el equipo y que se queda tranquilo por la actitud de sus dirigidos, reflejan un desconcierto y generan incredulidad. Un plantel sin jerarquía Puede sonar fuerte, pero la realidad lo ratifica, como el hecho de que por primera vez después de casi dos décadas, no habrá ningún chileno disputando la Champions League. Y eso que la “Orejona” de este año tiene más equipos, 36, pero así y todo no pudo entrar ningún futbolista nacional, con Darío Osorio quedándose a las puertas. Además, solamente quedan cinco jugadores criollos en los grandes torneos de Europa, más encima sin protagonismo. Alexis Sánchez está lesionado en el Udinese, donde Damián Pizarro ni asoma; Guillermo Maripán acaba de llegar al Torino; Brereton está hilando una racha histórica sin ganar en la Premier League, ahora en el Southampton; y Gabriel Suazo ha perdido terreno en el Toulouse. Entonces, hay que conformarse con seleccionados en ligas de segundo orden del “Viejo Continente”, como la rusa, la danesa o la Championship inglesa, o con todos los que hacen algo en Argentina, aparte de los infaltables “mexicanos” y uno que otro que milita en Brasil. Es más, en esta doble fecha Fifa, vieron acción cinco que se desempeñan en el desprestigiado fútbol chileno. Generaciones de “cristal” Con la “Generación Dorada” prácticamente fuera, los llamados a relevarla no han estado a la altura, empezando por algunos ya treintañeros como Diego Valdés, que cuando parecía afirmarse en la Selección, se ha lesionado una vez tras otra. Otro de la misma edad que asomaba como uno de los puntales del recambio, Paulo Díaz, no da pie con bola en la “Roja”, pese a que en River Plate destaca, mismo caso que Erick Pulgar en el Flamengo. Para más mala suerte, el joven que llegaba más encendido, Bruno Barticciotto, que tal vez podía ser una solución para el problema de finiquito, también quedó al margen por lesión. El otro que arribaba prendido era Osorio, pero cada vez que se ha puesto la camiseta del equipo nacional para un partido oficial, ha defraudado, con una falta de actitud desconcertante. Después están los casos de aquellos jugadores que se hacen expulsar o suspender por acumulación de tarjetas amarillas constantemente. Marcelino Núñez es uno de ellos y no termina de consolidarse en el combinado criollo, mientras que los mismos Díaz y Pulgar, además de Catalán, quedaron castigados para recibir a Brasil en octubre.
La selección chilena sufrió una dura derrota ante Bolivia que no solo impactó en sus opciones de clasificación para el Mundial 2026, sino que también marcó un nuevo récord negativo en términos de audiencia televisiva. El partido, disputado la noche del martes, terminó con un 2-1 a favor de los altiplánicos, dejando a La Roja en una situación complicada en las eliminatorias. PUBLICIDAD El desánimo de la hinchada La caída frente a Bolivia ha generado un clima de desánimo entre los hinchas chilenos, que han visto cómo el rendimiento del equipo ha ido de mal en peor. Este sentimiento no es nuevo, ya que la eliminación temprana en la última Copa América ha llevado a una notable disminución en la asistencia a los estadios y en la audiencia televisiva. La combinación de resultados negativos y un rendimiento por debajo de las expectativas ha provocado que muchos hinchas tomen distancia. El partido evidenció una situación inusitada: las entradas no se agotaron. En años anteriores, los boletos para ver a La Roja se vendían rápidamente. Sin embargo, en esta ocasión, apenas se lograron vender. La escasa motivación de los hinchas se vio agravada por los altos precios de los boletos, que variaban entre 37.400 y 141.680 pesos chilenos, lo que generó críticas por parte del público. Además, la selección chilena enfrentó una sanción por cánticos racistas y homófobos en encuentros anteriores, lo que limitó la capacidad del Estadio Nacional a solo 25 mil espectadores. A la selección chilena le restan cuatro partidos de clasificatorias este año para definir si tendrá opciones reales de llegar al Mundial 2026. Fuente: Instagram @laroja. Un rating preocupante El desinterés también se reflejó en la pantalla chica. De acuerdo a datos de Kantar Ibope Media y según publicó The Clinic, el encuentro entre Chile y Bolivia se convirtió en el menos visto de las clasificatorias al Mundial 2026, promediando apenas 27,7 puntos de rating entre las 17:26 y las 20:15 horas. Este número contrasta drásticamente con el partido que Chile disputó contra Perú el 12 de octubre del año pasado, que atrajo un promedio de 40,5 puntos de rating, convirtiéndose en el encuentro más visto. Esta última victoria de La Roja probablemente explica el mayor interés del público en ese momento. Otros partidos, como el empate sin goles contra Colombia el 12 de septiembre de 2023, también lograron mantener un interés considerable, alcanzando 40,1 puntos de promedio. En el fondo de la tabla de ratings se encuentra el partido frente a Ecuador, que promedió 30,9 puntos, y la derrota ante Argentina en Buenos Aires, que tuvo un rating de 31 puntos.
Nuevos marginados por lesión marcaron las últimas horas de los entrenamientos del seleccionado chileno que este jueves visitará a Argentina, en Buenos Aires, en lo que será el debut oficial de Ricardo Gareca al mando de la Roja en las Clasificatorias al Mundial de Estados Unidos, México y Canadá 2026. PUBLICIDAD Y es que a las ya confirmadas ausencias de Alexis Sánchez, Igor Lichnovsky, Diego Valés y Bruno Barticciotto, este miércoles se sumaron las de Erick Pulgar y Ben Brereton, quienes tampoco serían de la partida ante los actuales campeones mundiales. Las bajas en la formación de Chile frente a Argentina Según informaron esta tarde en “Meganoticias Alerta”, el delantero chileno-británico habría presentado un problema dental que si bien no lo bajaría del vuelo de esta tarde a la capital transandina, sí lo apartaría de cualquier posibilidad de iniciar en el duelo de mañana. Más severa sería la lesión del jugador de Flamengo, quien incluso “se quedaría en Santiago y no sería tomado en cuenta por Gareca” para el partido contra Argentina. En el lugar del antofagastino, indicaron en el noticiario de Mega, el técnico de la Roja tendría previsto el ingreso de Marcelino Núñez, quien acompañaría en funciones defensivas en el mediocampo a Rodrigo Echeverría. La ausencia de Brereton, en tanto, no sería un mayor problema para Gareca, ya que el estratego argentino ocupará en el centro del ataque chileno a Eduardo Vargas. El resto del equipo sería con Gabriel Arias en el arco; una línea de cuatro defensores, con Mauricio Isla (probablemente el nuevo capitán del seleccionado tras las ausencias definitivas de Bravo, y por lesión de Sánchez) y Thomas Galdames en las bandas, y Matías Catalán y Paulo Díaz como defensores centrales. El mediocampo, aparte de la dupla defensiva compuesta por Echeverría y Núñez, lo completarían Darío Osorio por el sector derecho, Carlos Palacios como enganche, y Víctor Dávila por la banda izquierda.
Desde hace 16 años, cuando Claudio Bravo asumió la capitanía de la selección chilena, la jineta pasó principalmente por su brazo y por los de Gary Medel, Arturo Vidal y Alexis Sánchez. Hoy, el arquero está retirado y el delantero está lesionado, mientras que el defensa y el volante no están por decisión técnica. PUBLICIDAD Más allá de quién porte el brazalete este jueves contra Argentina en Buenos Aires y el próximo martes frente a Bolivia en Santiago, hay varios jugadores que están llamados a comandar a la “Roja” ante la falta de los grandes referentes. Un grupo está compuesto por los bicampeones de América que van quedando, mientras que otro está integrado por un conjunto de treintañeros que hace rato tienen un lugar ganado en el plantel. También hay uno que no pertenece a ninguno de estos dos conjuntos, pero que es líder en su club. A continuación, un repaso a los que deben llevar la voz cantante dadas las ausencias de los “históricos”. El trío de los bicampeones En la actual nómina de Ricardo Gareca solamente hay tres jugadores que estuvieron presentes en los títulos de la Copa América del 2015 y del 2016. Uno de ellos es Mauricio Isla, el quinto futbolista con más partidos en la historia de la “Roja”, con 142, y otro es Eduardo Vargas, el séptimo en este apartado, con 112. Sin embargo, siempre han tenido un rol secundario en cuanto a los liderazgos del equipo y, de hecho, nunca han sido capitanes, como sí lo ha sido el tercero de este grupo, Eugenio Mena. El lateral izquierdo, que tiene 72 encuentros por la Selección y se ubica 14º en este registro, sabe lo que es portar la jineta. Lo hizo desde el primer minuto en junio del año pasado, en el amistoso ante Cuba, y también relevó a Gary Medel contra Túnez en la Copa Kirin del 2022, cuando el “Pitbull” fue reemplazado. En condiciones normales, el “Chueco” sería suplente de Gabriel Suazo, otro prospecto de líder futuro, pero este último está suspendido para la visita a Argentina. El “club de los 30″ Hay un conjunto de cuatro jugadores que tienen exactamente tres décadas de vida y que ya llevan un buen tiempo siendo recurrentes en el combinado nacional. Dos son los centrales, Paulo Díaz y Guillermo Maripán, quienes han sabido portar la jineta en equipos importantes, como River Plate y Mónaco, respectivamente. PUBLICIDAD Además, el zaguero del “Millonario” ha sido capitán dos veces en la Selección, ante Honduras en el 2019 y frente a Ghana en la Copa Kirin del 2022. Claudio Baeza, quien regresa a la “Roja” tras más de dos años de ausencia, también llevó el brazalete en dos ocasiones, contra México y El Salvador, en el 2021. Completa este grupo Erick Pulgar, el único, sacando a Isla, Vargas y Mena, que puede ufanarse de ser campeón de América, ya que estuvo en la Copa Centenario del 2016, aunque el antofagastino tiene un perfil bajo. El otro treintañero que estaba llamado a liderar, pero que quedó fuera por lesión, es Diego Valdés. Gabriel Arias Si bien disputa la titularidad mano a mano con Brayan Cortés, es un referente natural dada su edad, 36 años, la misma que Isla y Mena, siendo los más veteranos del actual plantel. En la Selección le ha tocado estar casi siempre en un segundo plano, pero igual ya tiene 17 partidos jugados, incluida toda la Copa América del 2019, donde la “Roja” logró el tercer puesto. Además, ante la lesión de Bravo, fue el arquero contra Canadá en el último encuentro, en desmedro de su colega de Colo Colo. Aparte, en Racing porta la jineta desde hace un buen tiempo.
La derrota de Chile en casa ante Bolivia no dolió únicamente porque, tras esa caída, se rompió una racha de más de 30 años sin perder con el conjunto altiplánico de local, sino que también porque junto a los puntos, para muchos se esfumaron también las opciones de clasificar al próximo Mundial. PUBLICIDAD Uno de los que los tiene claro, al parecer, es el exjugador de Colo Colo Marcelo Espina, quien en entrevista con LUN, se refirió al desempeño de la Selección, las razones detrás de este momento y cuáles deberían ser las opciones a priorizar. “No la tienen fácil” “Es obvio que los chilenos no pueden estar conformes. Han arrancado mal y de verdad sorprende el nivel que han mostrado en algunos partidos. No la tienen fácil”, partió diciendo Espina a LUN, pero el actual comentarista de ESPN asegura al mismo tiempo que él no cree que esto sea culpa de Ricardo Gareca, el entrenador. “ No es por defender al Flaco, pero yo pregunto: ¿Y por qué Chile no funcionó tampoco con Rueda, Lasarte y Berizzo? ”, agrega. De acuerdo a la opinión de Espina, el problema mayor que enfrenta la Selección es que no se hizo el recambio a tiempo de la Generación Dorada, y ahora se están pagando las consecuencias. “ No se hizo el trabajo de recambio de la Generación Dorada cuando debió hacerse. Hubo un trabajo que no se hizo antes en la Selección y ahora lo están pagando caro”, dijo. Espina ve a Chile fuera del Mundial Si bien Espina asegura que todavía existe una posibilidad matemática de que Chile pueda clasificar al próximo Mundial, lo cierto es que ve bastante lejana esa opción: “Puede darse aún porque hay cupos y cantidad de partidos para sacar esa cuenta. Pero, sinceramente, yo creo que el fútbol chileno, más que pensar en eso, debe ponerse a pensar mejor y derechamente ya en el Mundial 2030 y comenzar a estructurar un plantel con ese objetivo. No puede seguir perdiendo tiempo...”, concluyó.
Aunque a Ricardo Gareca no le guste el término, el momento que está viviendo la selección chilena es vergonzoso. Claramente, el entrenador no es el único culpable, pero sí tiene una buena cuota de responsabilidad, pues es quien finalmente toma las decisiones. PUBLICIDAD Hay varias razones que explican este presente negro de la “Roja”, algunas de ellas estadísticas y otras de percepción, basadas en hechos irrefutables. A continuación, un repaso a la “tormenta perfecta” que tiene al equipo nacional prácticamente fuera del Mundial del 2026, cuando todavía restan 10 fechas por jugar. Las derrotas históricas y la debilidad en casa Una cosa es pasar por un mal momento y otra muy distinta es perder contra rivales que nunca te habían podido vencer. Es el caso del papelón sufrido el martes a manos de Bolivia, que jamás había ganado en Chile por los puntos y que, como visitante, solamente doblegó antes a Venezuela (dos veces) y Perú por Clasificatorias, y que además llevaba 31 años sin celebrar como forastera. No es la única caída dolorosa de este proceso, pues si bien la “Roja” ya había sucumbido en suelo venezolano, no había sido “bailada” como lo fue en octubre del año pasado. Con un 3-0 lapidario en Maturín, fue la primera vez que la “Vinotinto” le convirtió tres goles el equipo nacional, tanto en partidos oficiales como en duelos amistosos. A lo anterior se agrega que la escuadra criolla no se ha hecho fuerte como local, clave para aspirar a llegar a un Mundial. Con apenas un triunfo, el 2-0 sobre los peruanos, empató frente a Colombia y Paraguay, obviamente con sendos 0-0, y sumó el revés de esta semana, para un paupérrimo 41.6 por ciento de rendimiento en condición de anfitriona. Un mal arranque sin precedentes La selección chilena ya llegaba al partido ante Bolivia con su peor comienzo en la historia de las Clasificatorias sudamericanas, por lo que la derrota del martes solamente profundizó esa estadística negativa. Con apenas cinco puntos de 24 posibles, la “Roja” acumula un pobrísimo 20.8 por ciento de rendimiento, con sólo cuatro goles a favor y 12 en contra. El otro inicio para el olvido fue el del proceso anterior, para el Mundial de Qatar 2022, confirmando un declive sostenido en los últimos tiempos, que empezó en la recta final del camino hacia Rusia 2018. En las ocho primeras fechas de las Eliminatorias pasadas, el equipo nacional llevaba siete unidades, con una performance de 29.1%. PUBLICIDAD Incluso, en la penosa trayectoria rumbo al certamen planetario realizado en Corea del Sur y Japón en el 2002, donde terminó como colista de la tabla de posiciones, a largos cuatro cuerpos de Venezuela y Perú, la escuadra criolla llevaba una mejor cosecha a estas alturas. De hecho, tenía el doble de positivos, 10, para un 41.6% del puntaje. Una falta de finiquito desesperante Si bien no es cierto que Chile se generó múltiples oportunidades de gol el martes, como quiso hacer creer Gareca, sí es verdad que tuvo ocasiones que en otros tiempos terminaban adentro del arco, como el increíble cabezazo que falló Matías Catalán sobre el final del partido contra los bolivianos. Eso sí, estuvo lejos de parecerse al encuentro ante la propia “Verde” rumbo a Qatar 2022, donde la “Roja” sí mereció ganar. Ahora, la escasa puntería de la Selección no puede achacársele exclusivamente al “Tigre”, pues ya venían hilándose sequías históricas en los procesos recientes, aunque actualmente el problema se agudizó. Si no es por el discutido tanto que Carlos Lampe le regala a Eduardo Vargas, estaríamos hablando de ocho duelos oficiales sin convertir. Un entrenador nublado Gareca le había sacado el jugo a una selección peruana sin grandes nombres, por lo que asomaba como el DT ideal para una “Roja” que estaba en un proceso similar, ya sin las figuras de la “Generación Dorada”. Y si bien tuvo un arranque esperanzador en los amistosos, en los partidos oficiales ha tomado decisiones que denotan confusión. Contra Bolivia, el técnico planteó mal el encuentro desde el inicio, dejando fuera de la oncena estelar a uno que había sido de lo más rescatable en los tiempos recientes, Rodrigo Echeverría. Tuvo que corregir recién pasada la media hora con el ingreso de Vicente Pizarro, sacrificando a un Ben Brereton que estaba lejos de ser el peor de la cancha y ratificando que no lo tiene en buena consideración, vaya uno a saber por qué. En el complemento, el “Tigre” hizo entrar a un Gonzalo Tapia que, más allá de que respondió con personalidad, ni siquiera estaba entre los 26 citados originales. Ya las declaraciones del “Tigre” en la conferencia de prensa posterior, diciendo que le gustó el equipo y que se queda tranquilo por la actitud de sus dirigidos, reflejan un desconcierto y generan incredulidad. Un plantel sin jerarquía Puede sonar fuerte, pero la realidad lo ratifica, como el hecho de que por primera vez después de casi dos décadas, no habrá ningún chileno disputando la Champions League. Y eso que la “Orejona” de este año tiene más equipos, 36, pero así y todo no pudo entrar ningún futbolista nacional, con Darío Osorio quedándose a las puertas. Además, solamente quedan cinco jugadores criollos en los grandes torneos de Europa, más encima sin protagonismo. Alexis Sánchez está lesionado en el Udinese, donde Damián Pizarro ni asoma; Guillermo Maripán acaba de llegar al Torino; Brereton está hilando una racha histórica sin ganar en la Premier League, ahora en el Southampton; y Gabriel Suazo ha perdido terreno en el Toulouse. Entonces, hay que conformarse con seleccionados en ligas de segundo orden del “Viejo Continente”, como la rusa, la danesa o la Championship inglesa, o con todos los que hacen algo en Argentina, aparte de los infaltables “mexicanos” y uno que otro que milita en Brasil. Es más, en esta doble fecha Fifa, vieron acción cinco que se desempeñan en el desprestigiado fútbol chileno. Generaciones de “cristal” Con la “Generación Dorada” prácticamente fuera, los llamados a relevarla no han estado a la altura, empezando por algunos ya treintañeros como Diego Valdés, que cuando parecía afirmarse en la Selección, se ha lesionado una vez tras otra. Otro de la misma edad que asomaba como uno de los puntales del recambio, Paulo Díaz, no da pie con bola en la “Roja”, pese a que en River Plate destaca, mismo caso que Erick Pulgar en el Flamengo. Para más mala suerte, el joven que llegaba más encendido, Bruno Barticciotto, que tal vez podía ser una solución para el problema de finiquito, también quedó al margen por lesión. El otro que arribaba prendido era Osorio, pero cada vez que se ha puesto la camiseta del equipo nacional para un partido oficial, ha defraudado, con una falta de actitud desconcertante. Después están los casos de aquellos jugadores que se hacen expulsar o suspender por acumulación de tarjetas amarillas constantemente. Marcelino Núñez es uno de ellos y no termina de consolidarse en el combinado criollo, mientras que los mismos Díaz y Pulgar, además de Catalán, quedaron castigados para recibir a Brasil en octubre.
La selección chilena sufrió una dura derrota ante Bolivia que no solo impactó en sus opciones de clasificación para el Mundial 2026, sino que también marcó un nuevo récord negativo en términos de audiencia televisiva. El partido, disputado la noche del martes, terminó con un 2-1 a favor de los altiplánicos, dejando a La Roja en una situación complicada en las eliminatorias. PUBLICIDAD El desánimo de la hinchada La caída frente a Bolivia ha generado un clima de desánimo entre los hinchas chilenos, que han visto cómo el rendimiento del equipo ha ido de mal en peor. Este sentimiento no es nuevo, ya que la eliminación temprana en la última Copa América ha llevado a una notable disminución en la asistencia a los estadios y en la audiencia televisiva. La combinación de resultados negativos y un rendimiento por debajo de las expectativas ha provocado que muchos hinchas tomen distancia. El partido evidenció una situación inusitada: las entradas no se agotaron. En años anteriores, los boletos para ver a La Roja se vendían rápidamente. Sin embargo, en esta ocasión, apenas se lograron vender. La escasa motivación de los hinchas se vio agravada por los altos precios de los boletos, que variaban entre 37.400 y 141.680 pesos chilenos, lo que generó críticas por parte del público. Además, la selección chilena enfrentó una sanción por cánticos racistas y homófobos en encuentros anteriores, lo que limitó la capacidad del Estadio Nacional a solo 25 mil espectadores. A la selección chilena le restan cuatro partidos de clasificatorias este año para definir si tendrá opciones reales de llegar al Mundial 2026. Fuente: Instagram @laroja. Un rating preocupante El desinterés también se reflejó en la pantalla chica. De acuerdo a datos de Kantar Ibope Media y según publicó The Clinic, el encuentro entre Chile y Bolivia se convirtió en el menos visto de las clasificatorias al Mundial 2026, promediando apenas 27,7 puntos de rating entre las 17:26 y las 20:15 horas. Este número contrasta drásticamente con el partido que Chile disputó contra Perú el 12 de octubre del año pasado, que atrajo un promedio de 40,5 puntos de rating, convirtiéndose en el encuentro más visto. Esta última victoria de La Roja probablemente explica el mayor interés del público en ese momento. Otros partidos, como el empate sin goles contra Colombia el 12 de septiembre de 2023, también lograron mantener un interés considerable, alcanzando 40,1 puntos de promedio. En el fondo de la tabla de ratings se encuentra el partido frente a Ecuador, que promedió 30,9 puntos, y la derrota ante Argentina en Buenos Aires, que tuvo un rating de 31 puntos.
Nuevos marginados por lesión marcaron las últimas horas de los entrenamientos del seleccionado chileno que este jueves visitará a Argentina, en Buenos Aires, en lo que será el debut oficial de Ricardo Gareca al mando de la Roja en las Clasificatorias al Mundial de Estados Unidos, México y Canadá 2026. PUBLICIDAD Y es que a las ya confirmadas ausencias de Alexis Sánchez, Igor Lichnovsky, Diego Valés y Bruno Barticciotto, este miércoles se sumaron las de Erick Pulgar y Ben Brereton, quienes tampoco serían de la partida ante los actuales campeones mundiales. Las bajas en la formación de Chile frente a Argentina Según informaron esta tarde en “Meganoticias Alerta”, el delantero chileno-británico habría presentado un problema dental que si bien no lo bajaría del vuelo de esta tarde a la capital transandina, sí lo apartaría de cualquier posibilidad de iniciar en el duelo de mañana. Más severa sería la lesión del jugador de Flamengo, quien incluso “se quedaría en Santiago y no sería tomado en cuenta por Gareca” para el partido contra Argentina. En el lugar del antofagastino, indicaron en el noticiario de Mega, el técnico de la Roja tendría previsto el ingreso de Marcelino Núñez, quien acompañaría en funciones defensivas en el mediocampo a Rodrigo Echeverría. La ausencia de Brereton, en tanto, no sería un mayor problema para Gareca, ya que el estratego argentino ocupará en el centro del ataque chileno a Eduardo Vargas. El resto del equipo sería con Gabriel Arias en el arco; una línea de cuatro defensores, con Mauricio Isla (probablemente el nuevo capitán del seleccionado tras las ausencias definitivas de Bravo, y por lesión de Sánchez) y Thomas Galdames en las bandas, y Matías Catalán y Paulo Díaz como defensores centrales. El mediocampo, aparte de la dupla defensiva compuesta por Echeverría y Núñez, lo completarían Darío Osorio por el sector derecho, Carlos Palacios como enganche, y Víctor Dávila por la banda izquierda.
Desde hace 16 años, cuando Claudio Bravo asumió la capitanía de la selección chilena, la jineta pasó principalmente por su brazo y por los de Gary Medel, Arturo Vidal y Alexis Sánchez. Hoy, el arquero está retirado y el delantero está lesionado, mientras que el defensa y el volante no están por decisión técnica. PUBLICIDAD Más allá de quién porte el brazalete este jueves contra Argentina en Buenos Aires y el próximo martes frente a Bolivia en Santiago, hay varios jugadores que están llamados a comandar a la “Roja” ante la falta de los grandes referentes. Un grupo está compuesto por los bicampeones de América que van quedando, mientras que otro está integrado por un conjunto de treintañeros que hace rato tienen un lugar ganado en el plantel. También hay uno que no pertenece a ninguno de estos dos conjuntos, pero que es líder en su club. A continuación, un repaso a los que deben llevar la voz cantante dadas las ausencias de los “históricos”. El trío de los bicampeones En la actual nómina de Ricardo Gareca solamente hay tres jugadores que estuvieron presentes en los títulos de la Copa América del 2015 y del 2016. Uno de ellos es Mauricio Isla, el quinto futbolista con más partidos en la historia de la “Roja”, con 142, y otro es Eduardo Vargas, el séptimo en este apartado, con 112. Sin embargo, siempre han tenido un rol secundario en cuanto a los liderazgos del equipo y, de hecho, nunca han sido capitanes, como sí lo ha sido el tercero de este grupo, Eugenio Mena. El lateral izquierdo, que tiene 72 encuentros por la Selección y se ubica 14º en este registro, sabe lo que es portar la jineta. Lo hizo desde el primer minuto en junio del año pasado, en el amistoso ante Cuba, y también relevó a Gary Medel contra Túnez en la Copa Kirin del 2022, cuando el “Pitbull” fue reemplazado. En condiciones normales, el “Chueco” sería suplente de Gabriel Suazo, otro prospecto de líder futuro, pero este último está suspendido para la visita a Argentina. El “club de los 30″ Hay un conjunto de cuatro jugadores que tienen exactamente tres décadas de vida y que ya llevan un buen tiempo siendo recurrentes en el combinado nacional. Dos son los centrales, Paulo Díaz y Guillermo Maripán, quienes han sabido portar la jineta en equipos importantes, como River Plate y Mónaco, respectivamente. PUBLICIDAD Además, el zaguero del “Millonario” ha sido capitán dos veces en la Selección, ante Honduras en el 2019 y frente a Ghana en la Copa Kirin del 2022. Claudio Baeza, quien regresa a la “Roja” tras más de dos años de ausencia, también llevó el brazalete en dos ocasiones, contra México y El Salvador, en el 2021. Completa este grupo Erick Pulgar, el único, sacando a Isla, Vargas y Mena, que puede ufanarse de ser campeón de América, ya que estuvo en la Copa Centenario del 2016, aunque el antofagastino tiene un perfil bajo. El otro treintañero que estaba llamado a liderar, pero que quedó fuera por lesión, es Diego Valdés. Gabriel Arias Si bien disputa la titularidad mano a mano con Brayan Cortés, es un referente natural dada su edad, 36 años, la misma que Isla y Mena, siendo los más veteranos del actual plantel. En la Selección le ha tocado estar casi siempre en un segundo plano, pero igual ya tiene 17 partidos jugados, incluida toda la Copa América del 2019, donde la “Roja” logró el tercer puesto. Además, ante la lesión de Bravo, fue el arquero contra Canadá en el último encuentro, en desmedro de su colega de Colo Colo. Aparte, en Racing porta la jineta desde hace un buen tiempo.