En momento en que el deporte abandona a un competidor de éxito siempre es complicado, tanto anímicamente, puesto que se debe abandonar una actividad que, normalmente, ha centrado la propia vida hasta ese momento, como profesionalmente, dado que igualmente deben explorarse otros horizontes de actividad. George Foreman se retiró dos veces. La primera, en 1977. La segunda, en 1999 después de haber vuelto a los rings, y con éxito, en 1987. Tras la primera retirada pasó, al igual que otros deportistas, por dificultades financieras. George perteneció al grupo de quienes aprenden de la experiencia y durante la segunda parte de su carrera se aplicó en planificar su vida una vez debiera colgar los guantes. Sabemos que fue predicador de una de las mil iglesias estadounidenses. Que promocionó y apoyó programas de deporte comunitario, lógicamente sobre todo de boxeo, y también que fue inversor y empresario en varios campos de tal manera que se calcula que llegó a reunir una fortuna de varios cientos de millones de dólares. Pero siempre será llamativo que su negocio más lucrativo, incluso por encima del boxeo, fue su faceta de 'vendedor' de parrillas eléctricas. Parrillas eléctricas antigrasa porque esta historia comenzó en los años 90, cuando la preocupación por la dieta y el control de peso era casi más obsesivo que ahora. También con cierta lógica, porque el interés popular por la nutrición y su incidencia en la salud estaba comenzando y la misma se veía muy principalmente como medio para perder peso, pues recordemos que los 'modelos sociales' del mundo de la moda sobre todo, tendían a la extrema delgadez. Es conocido, además, el problema de la extensión de la obesidad en Estados Unidos, donde la 'cocina popular', además, es altamente calórica y rica en grasas con la hamburguesa como plato estrella. En ese contexto las grasas eran un archienemigo. ¡¡¡Es tan bueno que le puse mi nombre!!! George Foreman, en el slogan publicitario de la George Foreman Grill En ese contexto el ingeniero Michael Boehm creó a principios de los años 90 una parrilla eléctrica revolucionaria. Por resumir, se trataba de una parrilla eléctrica con dos superficies ranuradas, con la particularidad de que estaban inclinadas, de modo que la grasa que despidiesen se escurría hacia un depósito externo, permitiendo cocinar de forma más saludable. La empresa Salton Inc. compró el diseño y se lanzó a principios de los años 90, pero despertó poco interés. En 1994 Salton Inc. contactó con Joe Foreman para que la promocionase en un segundo lanzamiento tras añadirle varias innovaciones. Foreman quedó convencido hasta el punto de que no quiso ser sólo el rostro visible del producto sino que quiso participar en la empresa, invirtiendo en ella y recibiendo participación en los beneficios. La parrilla reductora de grasa Lean Mean recibió así el nombre de George Foreman Grill y su slogan¡¡Es tan bueno que le puse mi nombre!! entró en la cultura popular de Estados Unidos y de medio mundo. La George Foreman Grill se convirtió en uno de los mejores ejemplos de promoción publicitaria asociada al deporte. La combinación de la personalidad afable de Foreman y el hecho de que el público entendiera la importancia de la nutrición para un deportista profesional -Foreman aún lo era entonces- llevaron a unas ventas de más de 100 millones de unidades en poco más de 10 años. No solamente en Estados Unidos porque se vendió en todo el mundo, si bien en algunos lugares promocionada por estrellas locales. Así, en Asia la 'vendió' Jackie Chan. George Foreman ganó con 'sus' parrillas mucho más dinero que como boxeador profesional. Según el primer acuerdo George recibía el 40% de cada unidad vendid a, lo que le suponía unos ingresos de unos cuatro millones de dólares al mes (por el 'Rumble of the Jungle' ganó cinco, aunque evidentemente un millón de dólares de los años 70 tenía un significado diferente al de 1990) y, en algunos meses, hasta ocho, según declaró. En 1997. En 1999 Salton Inc. le 'compró' su nombre por 138 millones. Por lo tanto, George ganó como 'vendedor' de parrillas mucho más que como boxeador. La popularidad de la George Foreman Grill ha decaído aún un tanto pero aún es fácilmente accesible vía venta online. En algunos países incluso se vende en algunas tiendas físicas de electrodomésticos y grandes superficies, de modo que si quieren cocinar sano y además rendir homenaje a uno de los grandes púgiles de todos los tiempos, ya saben.
Un estudio publicado recientemente por la revista médica The Lancet señala que más de mil millones de personas en todo el mundo viven con obesidad, un factor de riesgo clave para varias enfermedades no transmisibles, incluido el cáncer. Es decir, una de cada ocho personas en el mundo es obesa. PUBLICIDAD Según el estudio, las tasas de obesidad se han duplicado entre los adultos y se ha cuadriplicado entre los niños y adolescentes de 5 a 19 años desde 1990. Aunado a ello, las cifras actuales indican que el 43% de los adultos tienen sobrepeso – o cuatro de cada 10 personas. Otros datos de interés del estudio mencionan que la prevalencia del sobrepeso varía según la región, y va del 67% en América al 31% en África. Si bien alguna vez se pensó que era un problema de los países de ingreso alto, el sobrepeso va en aumento en los países de ingresos bajo y mediano. Cabe señalar que la obesidad es uno de los principales factores de riesgo para numerosas enfermedades no transmisibles, entre las que se incluyen la diabetes, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, accidentes cerebrovasculares e incluso algunos tipos de cánceres. CAUSAS El sobrepeso y la obesidad son la consecuencia de un desequilibrio entre la ingesta calórica (alimentación) y el gasto calórico (actividad física), de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). En la mayoría de los casos, la obesidad es una enfermedad multifactorial que se debe a un entorno obesogénico, factores psicosociales y variantes genéticas. PUBLICIDAD El entorno obesogénico está relacionado con factores estructurales que limitan la disponibilidad de alimentos saludables y asequibles, la falta de situaciones en las que sea fácil y seguro realizar actividad física y la ausencia de un entorno legal y reglamentario adecuado, según el organismo. Al mismo tiempo, la falta de una respuesta eficaz del sistema de salud para identificar el exceso de aumento de peso y de depósitos de grasa durante las primeras etapas agrava la problemática. RIESGOS, DIAGNÓSTICO, TRATAMIENTO En ese sentido, el Dr. Rafael Florenciano, Jefe de Cardiología del Hospital Quirón de Torrevieja, España, comenta en entrevista con Metro World News que la asociación entre obesidad y enfermedades cardiovasculares es compleja. “Por un lado, la obesidad puede facilitar la aparición de factores de riesgo cardiovascular conocidos, como pueden ser la hipertensión o la diabetes. Por otro lado, puede ser dañina en sí misma, ya que puede producir inflamación, activación neurohormonal y aumentar la cantidad de insulina en sangre – fenómenos que dañan el sistema cardiovascular”, asevera. Así mismo, agrega que los obesos tienen menos calidad de vida y que su esperanza de vida también es más corta que los no obesos. “Es importante saber que la obesidad como tal tiene sus riesgos y estos se relacionan con las enfermedades del corazón. Es un factor de riesgo para diversas enfermedades coronarias como son infarto de miocardio, insuficiencia cardíaca, algunas arritmias y muerte súbita”, advierte el experto. Si bien el peso de una persona es el resultado de la masa muscular, los huesos, la grasa y/o el agua en el cuerpo, la obesidad se presenta con el transcurso del tiempo, cuando se ingieren más calorías que las que se queman. Y entre los factores que pueden afectar el peso se incluyen la constitución genética, el exceso de comida, el consumo de alimentos ricos en grasas y la falta de actividad física. Los tratamientos más comunes para la pérdida de peso, precisa el Dr. Rafael Florenciano, giran en torno a la alimentación saludable y la actividad física. Sin embargo, añade, también hay varios medicamentos que son útiles en la pérdida de peso. “Y cuando todo lo anterior falla o existe obesidad mórbida, el único tratamiento útil es la cirugía bariátrica, como el bypass, con pérdidas de peso que pueden llegar al 50% del exceso de peso. Esta cirugía puede mejorar significativamente los niveles de presión arterial, glucosa, colesterol y calidad de vida”, concluye. Metro habló con el doctor Néstor Apae, cirujano bariatra y director de la Clínica de Especialistas en Cirugía de Obesidad, para saber más. P: ¿Qué opina sobre estos datos tan alarmantes en torno a la obesidad? —Sin duda alguna, la obesidad es una pandemia que ha tenido grandes repercusiones en materia de salud en todo el mundo. Son datos alarmantes, sobre todo si tomamos en cuenta que cada vez hay más información sobre cómo prevenir y cómo tratar el sobrepeso y la obesidad, incluso al tratarse de una enfermedad multifactorial. P: ¿Cuál es la diferencia entre sobrepeso y obesidad? —Según la OMS, la principal diferencia entre sobrepeso y obesidad es el grado de acumulación de grasa corporal. El sobrepeso se refiere a un estado en el cual una persona tiene un peso corporal más alto del considerado saludable para su estatura y composición corporal, mientras que la obesidad se refiere a una acumulación excesiva de grasa corporal. Un Índice de Masa Corporal (IMC) entre 25 y 29.9 se considera sobrepeso, mientras que uno de 30 o más se considera obesidad. El IMC es fácil de calcular, dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros. El sobrepeso puede ser un factor de riesgo para estas enfermedades, pero en mucha menor medida que la obesidad, la cual se asocia con una serie de problemas de salud graves. En todo caso, es fundamental tratar de combatir cualquiera de las dos condiciones para reducir las posibles consecuencias negativas que se deriven. P: ¿Cómo se pueden combatir el sobrepeso y la obesidad? —Existen varias formas de combatir el sobrepeso y la obesidad. Lo fundamental es saber identificar cuál es la más adecuada a cada caso, y aplicarla con tal de reducir las consecuencias negativas de estas afecciones. Algunas de las medidas incluyen cambios en la dieta, ejercicio o actividad física, un buen manejo del estrés u otras condiciones psicológicas que puedan llevar a cambios en el peso de una persona, dormir bien, etc. Si los cambios en la dieta y el ejercicio no son suficientes para combatir el sobrepeso o la obesidad, es recomendable consultar a un especialista. En casos extremos de obesidad, cuando otras opciones han fallado y se presentan comorbilidades graves, se puede recomendar una cirugía bariátrica, siendo esta una opción muy efectiva, aunque requiere de un seguimiento y cambios en el estilo de vida a largo plazo.
En momento en que el deporte abandona a un competidor de éxito siempre es complicado, tanto anímicamente, puesto que se debe abandonar una actividad que, normalmente, ha centrado la propia vida hasta ese momento, como profesionalmente, dado que igualmente deben explorarse otros horizontes de actividad. George Foreman se retiró dos veces. La primera, en 1977. La segunda, en 1999 después de haber vuelto a los rings, y con éxito, en 1987. Tras la primera retirada pasó, al igual que otros deportistas, por dificultades financieras. George perteneció al grupo de quienes aprenden de la experiencia y durante la segunda parte de su carrera se aplicó en planificar su vida una vez debiera colgar los guantes. Sabemos que fue predicador de una de las mil iglesias estadounidenses. Que promocionó y apoyó programas de deporte comunitario, lógicamente sobre todo de boxeo, y también que fue inversor y empresario en varios campos de tal manera que se calcula que llegó a reunir una fortuna de varios cientos de millones de dólares. Pero siempre será llamativo que su negocio más lucrativo, incluso por encima del boxeo, fue su faceta de 'vendedor' de parrillas eléctricas. Parrillas eléctricas antigrasa porque esta historia comenzó en los años 90, cuando la preocupación por la dieta y el control de peso era casi más obsesivo que ahora. También con cierta lógica, porque el interés popular por la nutrición y su incidencia en la salud estaba comenzando y la misma se veía muy principalmente como medio para perder peso, pues recordemos que los 'modelos sociales' del mundo de la moda sobre todo, tendían a la extrema delgadez. Es conocido, además, el problema de la extensión de la obesidad en Estados Unidos, donde la 'cocina popular', además, es altamente calórica y rica en grasas con la hamburguesa como plato estrella. En ese contexto las grasas eran un archienemigo. ¡¡¡Es tan bueno que le puse mi nombre!!! George Foreman, en el slogan publicitario de la George Foreman Grill En ese contexto el ingeniero Michael Boehm creó a principios de los años 90 una parrilla eléctrica revolucionaria. Por resumir, se trataba de una parrilla eléctrica con dos superficies ranuradas, con la particularidad de que estaban inclinadas, de modo que la grasa que despidiesen se escurría hacia un depósito externo, permitiendo cocinar de forma más saludable. La empresa Salton Inc. compró el diseño y se lanzó a principios de los años 90, pero despertó poco interés. En 1994 Salton Inc. contactó con Joe Foreman para que la promocionase en un segundo lanzamiento tras añadirle varias innovaciones. Foreman quedó convencido hasta el punto de que no quiso ser sólo el rostro visible del producto sino que quiso participar en la empresa, invirtiendo en ella y recibiendo participación en los beneficios. La parrilla reductora de grasa Lean Mean recibió así el nombre de George Foreman Grill y su slogan¡¡Es tan bueno que le puse mi nombre!! entró en la cultura popular de Estados Unidos y de medio mundo. La George Foreman Grill se convirtió en uno de los mejores ejemplos de promoción publicitaria asociada al deporte. La combinación de la personalidad afable de Foreman y el hecho de que el público entendiera la importancia de la nutrición para un deportista profesional -Foreman aún lo era entonces- llevaron a unas ventas de más de 100 millones de unidades en poco más de 10 años. No solamente en Estados Unidos porque se vendió en todo el mundo, si bien en algunos lugares promocionada por estrellas locales. Así, en Asia la 'vendió' Jackie Chan. George Foreman ganó con 'sus' parrillas mucho más dinero que como boxeador profesional. Según el primer acuerdo George recibía el 40% de cada unidad vendid a, lo que le suponía unos ingresos de unos cuatro millones de dólares al mes (por el 'Rumble of the Jungle' ganó cinco, aunque evidentemente un millón de dólares de los años 70 tenía un significado diferente al de 1990) y, en algunos meses, hasta ocho, según declaró. En 1997. En 1999 Salton Inc. le 'compró' su nombre por 138 millones. Por lo tanto, George ganó como 'vendedor' de parrillas mucho más que como boxeador. La popularidad de la George Foreman Grill ha decaído aún un tanto pero aún es fácilmente accesible vía venta online. En algunos países incluso se vende en algunas tiendas físicas de electrodomésticos y grandes superficies, de modo que si quieren cocinar sano y además rendir homenaje a uno de los grandes púgiles de todos los tiempos, ya saben.
Un estudio publicado recientemente por la revista médica The Lancet señala que más de mil millones de personas en todo el mundo viven con obesidad, un factor de riesgo clave para varias enfermedades no transmisibles, incluido el cáncer. Es decir, una de cada ocho personas en el mundo es obesa. PUBLICIDAD Según el estudio, las tasas de obesidad se han duplicado entre los adultos y se ha cuadriplicado entre los niños y adolescentes de 5 a 19 años desde 1990. Aunado a ello, las cifras actuales indican que el 43% de los adultos tienen sobrepeso – o cuatro de cada 10 personas. Otros datos de interés del estudio mencionan que la prevalencia del sobrepeso varía según la región, y va del 67% en América al 31% en África. Si bien alguna vez se pensó que era un problema de los países de ingreso alto, el sobrepeso va en aumento en los países de ingresos bajo y mediano. Cabe señalar que la obesidad es uno de los principales factores de riesgo para numerosas enfermedades no transmisibles, entre las que se incluyen la diabetes, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, accidentes cerebrovasculares e incluso algunos tipos de cánceres. CAUSAS El sobrepeso y la obesidad son la consecuencia de un desequilibrio entre la ingesta calórica (alimentación) y el gasto calórico (actividad física), de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). En la mayoría de los casos, la obesidad es una enfermedad multifactorial que se debe a un entorno obesogénico, factores psicosociales y variantes genéticas. PUBLICIDAD El entorno obesogénico está relacionado con factores estructurales que limitan la disponibilidad de alimentos saludables y asequibles, la falta de situaciones en las que sea fácil y seguro realizar actividad física y la ausencia de un entorno legal y reglamentario adecuado, según el organismo. Al mismo tiempo, la falta de una respuesta eficaz del sistema de salud para identificar el exceso de aumento de peso y de depósitos de grasa durante las primeras etapas agrava la problemática. RIESGOS, DIAGNÓSTICO, TRATAMIENTO En ese sentido, el Dr. Rafael Florenciano, Jefe de Cardiología del Hospital Quirón de Torrevieja, España, comenta en entrevista con Metro World News que la asociación entre obesidad y enfermedades cardiovasculares es compleja. “Por un lado, la obesidad puede facilitar la aparición de factores de riesgo cardiovascular conocidos, como pueden ser la hipertensión o la diabetes. Por otro lado, puede ser dañina en sí misma, ya que puede producir inflamación, activación neurohormonal y aumentar la cantidad de insulina en sangre – fenómenos que dañan el sistema cardiovascular”, asevera. Así mismo, agrega que los obesos tienen menos calidad de vida y que su esperanza de vida también es más corta que los no obesos. “Es importante saber que la obesidad como tal tiene sus riesgos y estos se relacionan con las enfermedades del corazón. Es un factor de riesgo para diversas enfermedades coronarias como son infarto de miocardio, insuficiencia cardíaca, algunas arritmias y muerte súbita”, advierte el experto. Si bien el peso de una persona es el resultado de la masa muscular, los huesos, la grasa y/o el agua en el cuerpo, la obesidad se presenta con el transcurso del tiempo, cuando se ingieren más calorías que las que se queman. Y entre los factores que pueden afectar el peso se incluyen la constitución genética, el exceso de comida, el consumo de alimentos ricos en grasas y la falta de actividad física. Los tratamientos más comunes para la pérdida de peso, precisa el Dr. Rafael Florenciano, giran en torno a la alimentación saludable y la actividad física. Sin embargo, añade, también hay varios medicamentos que son útiles en la pérdida de peso. “Y cuando todo lo anterior falla o existe obesidad mórbida, el único tratamiento útil es la cirugía bariátrica, como el bypass, con pérdidas de peso que pueden llegar al 50% del exceso de peso. Esta cirugía puede mejorar significativamente los niveles de presión arterial, glucosa, colesterol y calidad de vida”, concluye. Metro habló con el doctor Néstor Apae, cirujano bariatra y director de la Clínica de Especialistas en Cirugía de Obesidad, para saber más. P: ¿Qué opina sobre estos datos tan alarmantes en torno a la obesidad? —Sin duda alguna, la obesidad es una pandemia que ha tenido grandes repercusiones en materia de salud en todo el mundo. Son datos alarmantes, sobre todo si tomamos en cuenta que cada vez hay más información sobre cómo prevenir y cómo tratar el sobrepeso y la obesidad, incluso al tratarse de una enfermedad multifactorial. P: ¿Cuál es la diferencia entre sobrepeso y obesidad? —Según la OMS, la principal diferencia entre sobrepeso y obesidad es el grado de acumulación de grasa corporal. El sobrepeso se refiere a un estado en el cual una persona tiene un peso corporal más alto del considerado saludable para su estatura y composición corporal, mientras que la obesidad se refiere a una acumulación excesiva de grasa corporal. Un Índice de Masa Corporal (IMC) entre 25 y 29.9 se considera sobrepeso, mientras que uno de 30 o más se considera obesidad. El IMC es fácil de calcular, dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros. El sobrepeso puede ser un factor de riesgo para estas enfermedades, pero en mucha menor medida que la obesidad, la cual se asocia con una serie de problemas de salud graves. En todo caso, es fundamental tratar de combatir cualquiera de las dos condiciones para reducir las posibles consecuencias negativas que se deriven. P: ¿Cómo se pueden combatir el sobrepeso y la obesidad? —Existen varias formas de combatir el sobrepeso y la obesidad. Lo fundamental es saber identificar cuál es la más adecuada a cada caso, y aplicarla con tal de reducir las consecuencias negativas de estas afecciones. Algunas de las medidas incluyen cambios en la dieta, ejercicio o actividad física, un buen manejo del estrés u otras condiciones psicológicas que puedan llevar a cambios en el peso de una persona, dormir bien, etc. Si los cambios en la dieta y el ejercicio no son suficientes para combatir el sobrepeso o la obesidad, es recomendable consultar a un especialista. En casos extremos de obesidad, cuando otras opciones han fallado y se presentan comorbilidades graves, se puede recomendar una cirugía bariátrica, siendo esta una opción muy efectiva, aunque requiere de un seguimiento y cambios en el estilo de vida a largo plazo.