El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó volver al uso de bombillas de plástico en el país norteamericano, desechando así todos los esfuerzos de la administración de Joe Biden por mejorar el impacto climático de los plásticos. Durante el gobierno de Biden se realizó un notorio esfuerzo por eliminar de forma gradual los plásticos y tipos de material de un solo uso en favor de prevenir los efectos adversos del cambio climático y reducir la contaminación en el país. Ir a la siguiente nota: Trump y el medio ambiente Esta nueva medida ejecutiva, que ordena volver al uso de bombillas de plástico, se suma a una serie de acciones aplicadas por el mandatario marcadas por el debilitamiento de los compromisos ambientales. Te puede interesar: Trump amenaza que se desatará un 'infierno' en Gaza si los rehenes no son liberados: Esta fue la respuesta de Hamás Avión del vocalista banda chocó con otro en EEUU: Hay un muerto y tres heridos Trump advierte que Ucrania 'podría ser rusa' y pide acceso a sus tierras a cambio proporcionarle ayuda Fue el mismo Trump quien, en sus primeros actos como nuevo presidente de Estados Unidos, decidió, polémicamente, eliminar al país del acuerdo climático de París. 'Las bombillas papel siempre son tendencia por tres días o algo. Vamos a volver las bombillas plástico, las papel no sirven', 'Muchas veces rompen explotan algo caliente duran mucho unos minutos veces segundos. Es una situación ridícula'. También agregó: 'No creo que los plásticos afecten mucho tiburones mientras devoran todo océano', sentenció mientras dejaba su firma en orden ejecutiva.Todo sobre Estados Unidos Fuente: Meganoticias
Cuando pensamos en el futuro de la agricultura, solemos imaginar tecnologías avanzadas como drones o sistemas automatizados que monitorean cultivos. Sin embargo, un desarrollo reciente que promete ser una revolución con un paso más allá: una abeja robótica capaz de polinizar plantas con la misma precisión que sus contrapartes naturales y, además, realizar maniobras aéreas que harían sonrojar a un piloto de acrobacias aéreas. Creada por investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), esta pequeña maravilla tecnológica pesa menos de un gramo, aletea con una eficacia asombrosa y podría marcar un antes y un después en la producción agrícola sostenible. El diseño de esta abeja robótica toma lo mejor de la naturaleza y lo combina con innovaciones en ingeniería. Las abejas reales, pequeñas pero poderosas, son conocidas por su capacidad para realizar maniobras complejas, incluso en condiciones adversas. Pueden sortear ráfagas de viento, evitar depredadores y posarse en flores en movimiento, todo mientras polinizan millones de plantas esenciales para nuestra dieta. Recrear esta agilidad en un dispositivo robótico no es tarea fácil. Los materiales y estructuras tradicionales utilizados en robots pequeños tienden a ser frágiles y de corta duración. Hasta ahora, los microvehículos aéreos (o MAV, por sus siglas en inglés) podían mantenerse en el aire apenas unos segundos antes de perder estabilidad. Una de las aplicaciones más emocionantes de esta tecnología es la posibilidad de desarrollar cultivos 100 % en interiores. Como un almacén multinivel lleno de frutas y verduras, donde estas pequeñas abejas robóticas trabajan en perfecta sincronía, polinizando con precisión y maximizando el rendimiento por metro cuadrado. La abeja robótica desarrollada por el MIT rompe con estas limitaciones. Según los investigadores, el dispositivo puede sostenerse en vuelo durante más de 1.000 segundos, recorrer trayectorias complejas y alcanzar velocidades de hasta 30 centímetros por segundo. En otras palabras, es 100 veces más eficiente que sus predecesores. ¿El secreto? Un diseño revolucionario Gran parte del éxito de este robot radica en un cambio de paradigma en su diseño. Mientras que los modelos anteriores utilizaban múltiples alas, el nuevo prototipo incorpora una sola ala orientada hacia arriba. Esta configuración, lejos de ser un simple ajuste estético, tiene implicaciones significativas: Mejora la estabilidad durante el vuelo. Incrementa las fuerzas de elevación, esenciales para maniobras ágiles. Reduce las interferencias entre componentes mecánicos. Aumenta la durabilidad del dispositivo. Además, este diseño deja espacio para integrar componentes electrónicos que permiten un control más preciso. En términos simples, es como pasar de una bicicleta simple a un avión diseñado para maniobras de alta precisión. La polinización del futuro Uno de los objetivos principales de esta abeja robótica es revolucionar la manera en que polinizamos los cultivos. En la actualidad, gran parte de esta tarea depende de abejas naturales, cuyos números han estado en declive debido a factores como el cambio climático, los pesticidas y la pérdida de hábitats. El dispositivo supera los límites de los robots aéreos existentes: vuela 100 veces más rápido que los modelos previos y es capaz de mantenerse en el aire por más de 1.000 segundos. Incluso, puede alcanzar velocidades de 30 centímetros por segundo mientras ejecuta giros y acrobacias complejas. La polinización artificial mediante robots no solo podría aliviar la presión sobre las abejas, sino que también permitiría desarrollar sistemas de cultivo completamente controlados. Imaginemos almacenes diseñados para maximizar la producción de frutas y verduras en espacios reducidos. Estos entornos, al estar monitoreados a través de sistemas cerrados, permitirían un uso más eficiente de los recursos, reduciendo al mínimo el impacto ambiental. Por ejemplo, un almacén cerrado podría reciclar agua y nutrientes, eliminar la necesidad de pesticidas y crear las condiciones óptimas para cada tipo de planta. Todo esto con la ayuda de estas pequeñas abejas robóticas, que trabajarían incansablemente para garantizar una producción eficiente y sostenible. Un avance con potencial global Aunque el desarrollo de esta tecnología aún está en sus primeras etapas, las posibilidades que ofrece son prometedoras. Según los investigadores, este tipo de robots podría ser clave para enfrentar desafíos agrícolas globales, como la demanda creciente de alimentos y la necesidad de reducir los impactos ambientales de la producción. Además, estos dispositivos tienen aplicaciones más allá de la agricultura. Su capacidad para realizar maniobras aéreas complejas y operar en espacios reducidos los hace ideales para inspecciones industriales, búsqueda y rescate, e incluso exploración en entornos hostiles como Marte. A pesar de su potencial, la abeja robótica también plantea preguntas éticas y prácticas. ¿Es esta una solución complementaria o un reemplazo para las abejas naturales? ¿Qué implicancias tendría depender de robots en lugar de restaurar los ecosistemas naturales? Por ahora, esta tecnología se perfila como una herramienta valiosa, no como un sustituto total. Las abejas reales siguen siendo insustituibles en términos de biodiversidad y equilibrio ecológico, pero los robots podrían ofrecer una red de seguridad frente a las crecientes amenazas que enfrentan estos pequeños polinizadores.
Los desastres naturales que se han registrado en 2024, acompañado de las altas temperaturas en las zonas en donde ya ocurrió el verano, encendieron las alarmas de los científicos de la NASA . La dirección ambiental y climática realizó un amplio informe en el que detallaron las temibles consecuencias a las que se enfrenta nuestra civilización, si no se toman a tiempo los recaudos necesarios. En concreto, la NASA respaldó una de las teorías más famosas de Stephen Hawking. A principios de este siglo, el renombrado físico teórico hizo un reporte acompañado de sus cálculos, con los que vaticinó el fin del mundo. Hawking pintó un cuadro sombrío del futuro de nuestro planeta. Según el científico, el crecimiento exponencial de la población, combinado con un consumo energético insostenible, es capaz de desencadenar un efecto invernadero descontrolado. Este fenómeno elevaría las temperaturas globales a niveles catastróficos, convirtiendo la Tierra en un lugar inhóspito para la vida, aproximadamente para el año 2.600. Hawking era consciente de la gravedad de la situación, pero también era optimista. Creía que la humanidad tenía la capacidad de encontrar soluciones a los problemas que enfrentamos. El informe desalentador de la NASA De acuerdo con un artículo de La Nación, la NASA detalló con peras y manzanas que si la agenda global no cambia de inmediato, estamos destinados a sufrir las consecuencias marcadas por Hawking, hace 23 años. La agencia espacial reconoce que el curso del planeta por el Sistema Solar y los cambios de órbitas juegan un papel importante en los cambios climáticos que ha sufrido la Tierra. Sin embargo, los resultados de diferentes estudios dan que lo que ocurre en la actualidad es producto de la influencia humana en los ecosistemas. “La tendencia de calentamiento actual es diferente porque es claramente el resultado de las actividades humanas desde mediados del siglo XIX y avanza a un ritmo que no se ha visto en muchos milenios recientes. Es innegable que las actividades humanas han producido los gases atmosféricos que han atrapado una mayor parte de la energía del Sol en el sistema de la Tierra. Esta energía adicional ha calentado la atmósfera, el océano y la tierra, y se han producido cambios rápidos y generalizados en la atmósfera, el océano, la criósfera y la biosfera”, dijo la NASA en un extracto de su informe.
Hasta ahora, la pesca ilegal en Chile se calcula en un 9 por ciento y en el mundo, un 12 por ciento, lo que perjudica dramáticamente al ecosistema. Un proyecto piloto de certificación remota de especies marinas demostró su éxito y es determinante para combatir el problema. A partir del análisis automatizado de imágenes de los peces desembarcados, el funcionamiento del piloto arrojó un 99 por ciento de precisión en el reconocimiento de las especies e incrementó hasta en 40 veces la cantidad de muestras analizadas. “La tecnología funciona; lo que probamos en los laboratorios se pudo trasladar a un ambiente real y es posible integrarla desde ya a los procesos de industrialización. Hay resultados totalmente exitosos, identificando hasta con un 99 por ciento de certeza, una muestra de media tonelada en una descarga de 60 toneladas, lo cual es buenísimo», comentó el ingeniero Claudio Pino, gerente de Soluciones para Gobierno de SICPA. La tecnología del proyecto fue diseñada, desarrollada y aplicada por la Universidad de Concepción y la empresa suiza SICPA, experta en soluciones de trazabilidad, en una línea de desembarque de la Pesquera Orizon, en Coronel, durante una temporada de pesca entre los meses de marzo a mayo de 2021. «La presentación de los resultados se efectuó durante un Webinar organizado por la Cámara Chileno Suiza de Comercio, en el cual participaron los diferentes actores involucrados en la ejecución de la iniciativa, tanto gubernamentales como privados. El proyecto, que cuenta con el apoyo del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (SERNAPESCA), se enfoca en la pesca de sardina, anchoveta y fauna acompañante. Consiste en la instalación de un pórtico en las líneas de desembarque de los armadores, que cuenta con cámaras de video cuyas imágenes, analizadas espectralmente mediante algoritmos especialmente desarrollados, permiten la discriminación de las especies. Jorge Pezoa, doctor de la Universidad de Concepción, explicó que el éxito de la iniciativa permite la certificación remota y trazable, basada en un muestreo significativo y seguro para los certificadores, no invasivo, estimando objetivamente la composición y proporciones de especies. «La precisión es que se identifican 99 de cada 100 anchovetas, sardinas, caballa y jurel, números realmente sobresalientes», dijo Pezoa. «La forma de operar consiste en capturar los videos y hacer streaming hacia los elementos de cómputo donde operan nuestros algoritmos, infiriendo cuántos peces hay en cada foto para clasificar los individuos en cada fotograma, y luego estimamos la talla y peso para calcular la composición y proporción de especies capturadas», detalló. Los resultados arrojaron que aplicando dos tipos de algoritmos, se identifican en promedio 300 peces por minuto lo que permite muestrear, «siete veces más que si se realiza manualmente»; mientras que con la segunda tecnología se identifican «40 veces más que el muestreo actual. Una fiscalización más precisa “Los resultados proyectan que desde la fiscalización habrá aprovechamientos hoy inexistentes, por ejemplo, obtener información que posibilitará decisiones más rápidas”, destaca Claudio Báez, director del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (SERNAPESCA). Explicó que ahora la norma permite a los armadores declarar las capturas hasta el día siguiente del desembarque, «pero con este sistema podremos tomar decisiones en tiempo real y el cierre de una cuota podría ser extraordinariamente milimétrico”, señaló. Añadió que con el sistema hasta ahora utilizado -se llenan varios baldes con el pescado que es observado individualmente por los inspectores- «siempre tenemos cierto grado de angustia, hay la legítima duda de que con tres jarros estamos calificando la condición de 50 ó 60 toneladas de pesca». Por lo tanto «vamos a tener cambios sustantivos, disminuyendo enormemente la posibilidad de errores, la certeza será mucho mayor y nuestro personal estará abocado a mirar los datos de otra forma, ganando también en independencia porque el sistema será inviolable, con un claro beneficio para la sustentabilidad». Tecnología de futuro «Chile lidera el grupo de pesca del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) y la hoja de ruta incluye usar tecnología de última generación para el monitoreo de la actividad pesquera. “Con lo avanzado acá, Chile tendrá mucho más que mostrar, porque estas tecnologías se están valorando a nivel internacional. La inspección remota a partir de una buena base de datos, los perfiles de riesgo y la transparencia, es la nueva era del monitoreo a distancia», explicó Alicia Gallardo, subsecretaria de Pesca, quien felicitó el esfuerzo público privado realizado en el proyecto y que se orienta a la sustentabilidad de los recursos. Claudio Pino agregó que la pandemia del COVID-19 hace más urgente la utilización de la certificación remota utilizando estas tecnologías de inteligencia artificial y combinada con una capa de seguridad basada en tecnología blockchain, lo cual es una facilitación enorme para los inspectores. Además, el sistema puede ser entrenado para la identificación de diferentes pesquerías. Compromiso con sustentabilidad «Los resultados que vemos son notables, esto va a descargar un tremendo esfuerzo de personas y permitirá que los muestreos y la rigurosidad sean mucho más altos. Nos imaginamos estos pórticos instalados en diferentes puntos de desembarco y creo que serán medios tecnológicos que van a funcionar muy bien», señaló el gerente de Abastecimiento de Materias Primas de Orizon, Antonio Caram. “Las empresas que quieren prevalecer tienen que abrazar la sostenibilidad como un valor para proyectarse y la fiscalización es uno de los elementos que apoyan que las pesquerías sean renovables y la actividad sustentable en el tiempo». «La pesca ilegal en Chile se estima en torno al 9% de las capturas, una enormidad; y a nivel mundial el 12%. Eso atenta contra la preservación de los recursos, los mercados funcionan mal y las empresas que cumplen con la ley enfrentan actores que emplean armas de competencia desleal. El sector está comprometido con el cumplimiento de la legislación, la preservación de los recursos y mantenernos en el tiempo. Eso explica por qué estamos en el proyecto. Aplicable a otras industrias Jorge Trujillo, gerente de Desarrollo de Negocios para Latinoamérica de SICPA, dijo que corresponde ahora seguir trabajando con las autoridades pesqueras para ejecutar el proyecto a escala industrial. «Imaginamos que en el futuro próximo cada línea de descarga contará con un pórtico de identificación y que vamos a tener integración con los sistemas de Sernapesca». Pero «hay que ir paso a paso, estableciendo compromisos de trabajo para ir implementando», primero consolidando en la Octava Región, continuar trabajando con Pesquera Orizon para identificar necesidades para industrializarlo y fijarnos una meta con la autoridad que debe dar la pauta en el paso a paso». Añadió que será posible aplicar la experiencia a otras actividades económicas que tienen procesos industriales similares.
El 38 % de los árboles del mundo está en peligro de extinción, según la actualización de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), presentada este lunes en el marco de la COP16 que se lleva a cabo en Cali (Colombia). El informe también alerta que más de 46.000 especies vivas en general están amenazadas de extinción. Los datos se encuentran en la primera Evaluación Mundial de Árboles, incluida a partir de ahora en la Lista Roja, y revelan que al menos 16.425 de las 47.282 especies evaluadas están en peligro de extinción. «Los árboles representan ahora más de una cuarta parte de las especies incluidas en la Lista Roja de la UICN, y el número de árboles amenazados es más del doble del número de todas las aves, mamíferos, reptiles y anfibios amenazados juntos», advierte el informe. La directora general de la UICN, Grethel Aguilar, explicó en una rueda de prensa este lunes que «la pérdida de árboles también pone en peligro otras miles de especies, demostrando cómo de conectada esta la naturaleza», ya que su pérdida es una amenaza para miles de otras plantas, hongos y animales. Problemas para las comunidades La experta resaltó además la importancia que los árboles tienen para las comunidades indígenas. «No solo perdemos los árboles, perdemos la cultura y su significado para muchas comunidades en el mundo», subrayó Aguilar. La investigación señala que la mayor proporción de árboles amenazados se encuentra en las islas y que las especies insulares de los países tropicales son las que corren un riesgo más alto debido a la deforestación para el desarrollo urbano y la agricultura en todas las escalas. Estos árboles también son amenazados por las especies invasoras, las plagas y las enfermedades. En América del Sur, donde se encuentra la mayor diversidad de árboles del mundo, 3.356 de las 13.668 especies evaluadas están en peligro de extinción. En Colombia, por ejemplo, hay 700 especies de árboles en peligro. «Tenemos la obligación de actuar», urgió la responsable de Políticas de Conservación en Botanic Gardens Conservation International, Megan Barstow, quien resaltó la importancia de conocer estos datos para poder tomar acciones urgentes que frenen la amenaza para los árboles. En ese sentido, el trabajo con las comunidades locales es uno de los pilares fundamentales, indicó. Amenazas generalizadas para los seres vivos La Lista Roja de la UICN incluye ahora 166.061 especies, de las cuales 46.337 están amenazadas de extinción. Entre las especies amenazadas reseñadas en el informe, la UICN destaca al erizo europeo occidental, que ha pasado de la categoría de «preocupación menor» a «casi amenazado» ya que se cree que el número de ejemplares ha disminuido en más de la mitad de los países en los que vive, incluidos el Reino Unido, Noruega, Suecia, Dinamarca, Bélgica, Países Bajos, Alemania y Austria. Las crecientes presiones humanas, en particular la degradación de los hábitats rurales por la intensificación agrícola, las carreteras y el desarrollo urbano, están impulsando el declive del erizo europeo occidental.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó volver al uso de bombillas de plástico en el país norteamericano, desechando así todos los esfuerzos de la administración de Joe Biden por mejorar el impacto climático de los plásticos. Durante el gobierno de Biden se realizó un notorio esfuerzo por eliminar de forma gradual los plásticos y tipos de material de un solo uso en favor de prevenir los efectos adversos del cambio climático y reducir la contaminación en el país. Ir a la siguiente nota: Trump y el medio ambiente Esta nueva medida ejecutiva, que ordena volver al uso de bombillas de plástico, se suma a una serie de acciones aplicadas por el mandatario marcadas por el debilitamiento de los compromisos ambientales. Te puede interesar: Trump amenaza que se desatará un 'infierno' en Gaza si los rehenes no son liberados: Esta fue la respuesta de Hamás Avión del vocalista banda chocó con otro en EEUU: Hay un muerto y tres heridos Trump advierte que Ucrania 'podría ser rusa' y pide acceso a sus tierras a cambio proporcionarle ayuda Fue el mismo Trump quien, en sus primeros actos como nuevo presidente de Estados Unidos, decidió, polémicamente, eliminar al país del acuerdo climático de París. 'Las bombillas papel siempre son tendencia por tres días o algo. Vamos a volver las bombillas plástico, las papel no sirven', 'Muchas veces rompen explotan algo caliente duran mucho unos minutos veces segundos. Es una situación ridícula'. También agregó: 'No creo que los plásticos afecten mucho tiburones mientras devoran todo océano', sentenció mientras dejaba su firma en orden ejecutiva.Todo sobre Estados Unidos Fuente: Meganoticias
Cuando pensamos en el futuro de la agricultura, solemos imaginar tecnologías avanzadas como drones o sistemas automatizados que monitorean cultivos. Sin embargo, un desarrollo reciente que promete ser una revolución con un paso más allá: una abeja robótica capaz de polinizar plantas con la misma precisión que sus contrapartes naturales y, además, realizar maniobras aéreas que harían sonrojar a un piloto de acrobacias aéreas. Creada por investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), esta pequeña maravilla tecnológica pesa menos de un gramo, aletea con una eficacia asombrosa y podría marcar un antes y un después en la producción agrícola sostenible. El diseño de esta abeja robótica toma lo mejor de la naturaleza y lo combina con innovaciones en ingeniería. Las abejas reales, pequeñas pero poderosas, son conocidas por su capacidad para realizar maniobras complejas, incluso en condiciones adversas. Pueden sortear ráfagas de viento, evitar depredadores y posarse en flores en movimiento, todo mientras polinizan millones de plantas esenciales para nuestra dieta. Recrear esta agilidad en un dispositivo robótico no es tarea fácil. Los materiales y estructuras tradicionales utilizados en robots pequeños tienden a ser frágiles y de corta duración. Hasta ahora, los microvehículos aéreos (o MAV, por sus siglas en inglés) podían mantenerse en el aire apenas unos segundos antes de perder estabilidad. Una de las aplicaciones más emocionantes de esta tecnología es la posibilidad de desarrollar cultivos 100 % en interiores. Como un almacén multinivel lleno de frutas y verduras, donde estas pequeñas abejas robóticas trabajan en perfecta sincronía, polinizando con precisión y maximizando el rendimiento por metro cuadrado. La abeja robótica desarrollada por el MIT rompe con estas limitaciones. Según los investigadores, el dispositivo puede sostenerse en vuelo durante más de 1.000 segundos, recorrer trayectorias complejas y alcanzar velocidades de hasta 30 centímetros por segundo. En otras palabras, es 100 veces más eficiente que sus predecesores. ¿El secreto? Un diseño revolucionario Gran parte del éxito de este robot radica en un cambio de paradigma en su diseño. Mientras que los modelos anteriores utilizaban múltiples alas, el nuevo prototipo incorpora una sola ala orientada hacia arriba. Esta configuración, lejos de ser un simple ajuste estético, tiene implicaciones significativas: Mejora la estabilidad durante el vuelo. Incrementa las fuerzas de elevación, esenciales para maniobras ágiles. Reduce las interferencias entre componentes mecánicos. Aumenta la durabilidad del dispositivo. Además, este diseño deja espacio para integrar componentes electrónicos que permiten un control más preciso. En términos simples, es como pasar de una bicicleta simple a un avión diseñado para maniobras de alta precisión. La polinización del futuro Uno de los objetivos principales de esta abeja robótica es revolucionar la manera en que polinizamos los cultivos. En la actualidad, gran parte de esta tarea depende de abejas naturales, cuyos números han estado en declive debido a factores como el cambio climático, los pesticidas y la pérdida de hábitats. El dispositivo supera los límites de los robots aéreos existentes: vuela 100 veces más rápido que los modelos previos y es capaz de mantenerse en el aire por más de 1.000 segundos. Incluso, puede alcanzar velocidades de 30 centímetros por segundo mientras ejecuta giros y acrobacias complejas. La polinización artificial mediante robots no solo podría aliviar la presión sobre las abejas, sino que también permitiría desarrollar sistemas de cultivo completamente controlados. Imaginemos almacenes diseñados para maximizar la producción de frutas y verduras en espacios reducidos. Estos entornos, al estar monitoreados a través de sistemas cerrados, permitirían un uso más eficiente de los recursos, reduciendo al mínimo el impacto ambiental. Por ejemplo, un almacén cerrado podría reciclar agua y nutrientes, eliminar la necesidad de pesticidas y crear las condiciones óptimas para cada tipo de planta. Todo esto con la ayuda de estas pequeñas abejas robóticas, que trabajarían incansablemente para garantizar una producción eficiente y sostenible. Un avance con potencial global Aunque el desarrollo de esta tecnología aún está en sus primeras etapas, las posibilidades que ofrece son prometedoras. Según los investigadores, este tipo de robots podría ser clave para enfrentar desafíos agrícolas globales, como la demanda creciente de alimentos y la necesidad de reducir los impactos ambientales de la producción. Además, estos dispositivos tienen aplicaciones más allá de la agricultura. Su capacidad para realizar maniobras aéreas complejas y operar en espacios reducidos los hace ideales para inspecciones industriales, búsqueda y rescate, e incluso exploración en entornos hostiles como Marte. A pesar de su potencial, la abeja robótica también plantea preguntas éticas y prácticas. ¿Es esta una solución complementaria o un reemplazo para las abejas naturales? ¿Qué implicancias tendría depender de robots en lugar de restaurar los ecosistemas naturales? Por ahora, esta tecnología se perfila como una herramienta valiosa, no como un sustituto total. Las abejas reales siguen siendo insustituibles en términos de biodiversidad y equilibrio ecológico, pero los robots podrían ofrecer una red de seguridad frente a las crecientes amenazas que enfrentan estos pequeños polinizadores.
Los desastres naturales que se han registrado en 2024, acompañado de las altas temperaturas en las zonas en donde ya ocurrió el verano, encendieron las alarmas de los científicos de la NASA . La dirección ambiental y climática realizó un amplio informe en el que detallaron las temibles consecuencias a las que se enfrenta nuestra civilización, si no se toman a tiempo los recaudos necesarios. En concreto, la NASA respaldó una de las teorías más famosas de Stephen Hawking. A principios de este siglo, el renombrado físico teórico hizo un reporte acompañado de sus cálculos, con los que vaticinó el fin del mundo. Hawking pintó un cuadro sombrío del futuro de nuestro planeta. Según el científico, el crecimiento exponencial de la población, combinado con un consumo energético insostenible, es capaz de desencadenar un efecto invernadero descontrolado. Este fenómeno elevaría las temperaturas globales a niveles catastróficos, convirtiendo la Tierra en un lugar inhóspito para la vida, aproximadamente para el año 2.600. Hawking era consciente de la gravedad de la situación, pero también era optimista. Creía que la humanidad tenía la capacidad de encontrar soluciones a los problemas que enfrentamos. El informe desalentador de la NASA De acuerdo con un artículo de La Nación, la NASA detalló con peras y manzanas que si la agenda global no cambia de inmediato, estamos destinados a sufrir las consecuencias marcadas por Hawking, hace 23 años. La agencia espacial reconoce que el curso del planeta por el Sistema Solar y los cambios de órbitas juegan un papel importante en los cambios climáticos que ha sufrido la Tierra. Sin embargo, los resultados de diferentes estudios dan que lo que ocurre en la actualidad es producto de la influencia humana en los ecosistemas. “La tendencia de calentamiento actual es diferente porque es claramente el resultado de las actividades humanas desde mediados del siglo XIX y avanza a un ritmo que no se ha visto en muchos milenios recientes. Es innegable que las actividades humanas han producido los gases atmosféricos que han atrapado una mayor parte de la energía del Sol en el sistema de la Tierra. Esta energía adicional ha calentado la atmósfera, el océano y la tierra, y se han producido cambios rápidos y generalizados en la atmósfera, el océano, la criósfera y la biosfera”, dijo la NASA en un extracto de su informe.
Hasta ahora, la pesca ilegal en Chile se calcula en un 9 por ciento y en el mundo, un 12 por ciento, lo que perjudica dramáticamente al ecosistema. Un proyecto piloto de certificación remota de especies marinas demostró su éxito y es determinante para combatir el problema. A partir del análisis automatizado de imágenes de los peces desembarcados, el funcionamiento del piloto arrojó un 99 por ciento de precisión en el reconocimiento de las especies e incrementó hasta en 40 veces la cantidad de muestras analizadas. “La tecnología funciona; lo que probamos en los laboratorios se pudo trasladar a un ambiente real y es posible integrarla desde ya a los procesos de industrialización. Hay resultados totalmente exitosos, identificando hasta con un 99 por ciento de certeza, una muestra de media tonelada en una descarga de 60 toneladas, lo cual es buenísimo», comentó el ingeniero Claudio Pino, gerente de Soluciones para Gobierno de SICPA. La tecnología del proyecto fue diseñada, desarrollada y aplicada por la Universidad de Concepción y la empresa suiza SICPA, experta en soluciones de trazabilidad, en una línea de desembarque de la Pesquera Orizon, en Coronel, durante una temporada de pesca entre los meses de marzo a mayo de 2021. «La presentación de los resultados se efectuó durante un Webinar organizado por la Cámara Chileno Suiza de Comercio, en el cual participaron los diferentes actores involucrados en la ejecución de la iniciativa, tanto gubernamentales como privados. El proyecto, que cuenta con el apoyo del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (SERNAPESCA), se enfoca en la pesca de sardina, anchoveta y fauna acompañante. Consiste en la instalación de un pórtico en las líneas de desembarque de los armadores, que cuenta con cámaras de video cuyas imágenes, analizadas espectralmente mediante algoritmos especialmente desarrollados, permiten la discriminación de las especies. Jorge Pezoa, doctor de la Universidad de Concepción, explicó que el éxito de la iniciativa permite la certificación remota y trazable, basada en un muestreo significativo y seguro para los certificadores, no invasivo, estimando objetivamente la composición y proporciones de especies. «La precisión es que se identifican 99 de cada 100 anchovetas, sardinas, caballa y jurel, números realmente sobresalientes», dijo Pezoa. «La forma de operar consiste en capturar los videos y hacer streaming hacia los elementos de cómputo donde operan nuestros algoritmos, infiriendo cuántos peces hay en cada foto para clasificar los individuos en cada fotograma, y luego estimamos la talla y peso para calcular la composición y proporción de especies capturadas», detalló. Los resultados arrojaron que aplicando dos tipos de algoritmos, se identifican en promedio 300 peces por minuto lo que permite muestrear, «siete veces más que si se realiza manualmente»; mientras que con la segunda tecnología se identifican «40 veces más que el muestreo actual. Una fiscalización más precisa “Los resultados proyectan que desde la fiscalización habrá aprovechamientos hoy inexistentes, por ejemplo, obtener información que posibilitará decisiones más rápidas”, destaca Claudio Báez, director del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (SERNAPESCA). Explicó que ahora la norma permite a los armadores declarar las capturas hasta el día siguiente del desembarque, «pero con este sistema podremos tomar decisiones en tiempo real y el cierre de una cuota podría ser extraordinariamente milimétrico”, señaló. Añadió que con el sistema hasta ahora utilizado -se llenan varios baldes con el pescado que es observado individualmente por los inspectores- «siempre tenemos cierto grado de angustia, hay la legítima duda de que con tres jarros estamos calificando la condición de 50 ó 60 toneladas de pesca». Por lo tanto «vamos a tener cambios sustantivos, disminuyendo enormemente la posibilidad de errores, la certeza será mucho mayor y nuestro personal estará abocado a mirar los datos de otra forma, ganando también en independencia porque el sistema será inviolable, con un claro beneficio para la sustentabilidad». Tecnología de futuro «Chile lidera el grupo de pesca del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) y la hoja de ruta incluye usar tecnología de última generación para el monitoreo de la actividad pesquera. “Con lo avanzado acá, Chile tendrá mucho más que mostrar, porque estas tecnologías se están valorando a nivel internacional. La inspección remota a partir de una buena base de datos, los perfiles de riesgo y la transparencia, es la nueva era del monitoreo a distancia», explicó Alicia Gallardo, subsecretaria de Pesca, quien felicitó el esfuerzo público privado realizado en el proyecto y que se orienta a la sustentabilidad de los recursos. Claudio Pino agregó que la pandemia del COVID-19 hace más urgente la utilización de la certificación remota utilizando estas tecnologías de inteligencia artificial y combinada con una capa de seguridad basada en tecnología blockchain, lo cual es una facilitación enorme para los inspectores. Además, el sistema puede ser entrenado para la identificación de diferentes pesquerías. Compromiso con sustentabilidad «Los resultados que vemos son notables, esto va a descargar un tremendo esfuerzo de personas y permitirá que los muestreos y la rigurosidad sean mucho más altos. Nos imaginamos estos pórticos instalados en diferentes puntos de desembarco y creo que serán medios tecnológicos que van a funcionar muy bien», señaló el gerente de Abastecimiento de Materias Primas de Orizon, Antonio Caram. “Las empresas que quieren prevalecer tienen que abrazar la sostenibilidad como un valor para proyectarse y la fiscalización es uno de los elementos que apoyan que las pesquerías sean renovables y la actividad sustentable en el tiempo». «La pesca ilegal en Chile se estima en torno al 9% de las capturas, una enormidad; y a nivel mundial el 12%. Eso atenta contra la preservación de los recursos, los mercados funcionan mal y las empresas que cumplen con la ley enfrentan actores que emplean armas de competencia desleal. El sector está comprometido con el cumplimiento de la legislación, la preservación de los recursos y mantenernos en el tiempo. Eso explica por qué estamos en el proyecto. Aplicable a otras industrias Jorge Trujillo, gerente de Desarrollo de Negocios para Latinoamérica de SICPA, dijo que corresponde ahora seguir trabajando con las autoridades pesqueras para ejecutar el proyecto a escala industrial. «Imaginamos que en el futuro próximo cada línea de descarga contará con un pórtico de identificación y que vamos a tener integración con los sistemas de Sernapesca». Pero «hay que ir paso a paso, estableciendo compromisos de trabajo para ir implementando», primero consolidando en la Octava Región, continuar trabajando con Pesquera Orizon para identificar necesidades para industrializarlo y fijarnos una meta con la autoridad que debe dar la pauta en el paso a paso». Añadió que será posible aplicar la experiencia a otras actividades económicas que tienen procesos industriales similares.
El 38 % de los árboles del mundo está en peligro de extinción, según la actualización de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), presentada este lunes en el marco de la COP16 que se lleva a cabo en Cali (Colombia). El informe también alerta que más de 46.000 especies vivas en general están amenazadas de extinción. Los datos se encuentran en la primera Evaluación Mundial de Árboles, incluida a partir de ahora en la Lista Roja, y revelan que al menos 16.425 de las 47.282 especies evaluadas están en peligro de extinción. «Los árboles representan ahora más de una cuarta parte de las especies incluidas en la Lista Roja de la UICN, y el número de árboles amenazados es más del doble del número de todas las aves, mamíferos, reptiles y anfibios amenazados juntos», advierte el informe. La directora general de la UICN, Grethel Aguilar, explicó en una rueda de prensa este lunes que «la pérdida de árboles también pone en peligro otras miles de especies, demostrando cómo de conectada esta la naturaleza», ya que su pérdida es una amenaza para miles de otras plantas, hongos y animales. Problemas para las comunidades La experta resaltó además la importancia que los árboles tienen para las comunidades indígenas. «No solo perdemos los árboles, perdemos la cultura y su significado para muchas comunidades en el mundo», subrayó Aguilar. La investigación señala que la mayor proporción de árboles amenazados se encuentra en las islas y que las especies insulares de los países tropicales son las que corren un riesgo más alto debido a la deforestación para el desarrollo urbano y la agricultura en todas las escalas. Estos árboles también son amenazados por las especies invasoras, las plagas y las enfermedades. En América del Sur, donde se encuentra la mayor diversidad de árboles del mundo, 3.356 de las 13.668 especies evaluadas están en peligro de extinción. En Colombia, por ejemplo, hay 700 especies de árboles en peligro. «Tenemos la obligación de actuar», urgió la responsable de Políticas de Conservación en Botanic Gardens Conservation International, Megan Barstow, quien resaltó la importancia de conocer estos datos para poder tomar acciones urgentes que frenen la amenaza para los árboles. En ese sentido, el trabajo con las comunidades locales es uno de los pilares fundamentales, indicó. Amenazas generalizadas para los seres vivos La Lista Roja de la UICN incluye ahora 166.061 especies, de las cuales 46.337 están amenazadas de extinción. Entre las especies amenazadas reseñadas en el informe, la UICN destaca al erizo europeo occidental, que ha pasado de la categoría de «preocupación menor» a «casi amenazado» ya que se cree que el número de ejemplares ha disminuido en más de la mitad de los países en los que vive, incluidos el Reino Unido, Noruega, Suecia, Dinamarca, Bélgica, Países Bajos, Alemania y Austria. Las crecientes presiones humanas, en particular la degradación de los hábitats rurales por la intensificación agrícola, las carreteras y el desarrollo urbano, están impulsando el declive del erizo europeo occidental.