En la agitada vida moderna, es común sentirse abrumado y estresado debido a las múltiples responsabilidades y demandas diarias. El estrés puede tener un impacto negativo en nuestra salud física y mental si no se maneja adecuadamente. Afortunadamente, existen soluciones eficaces para reducir el estrés y recuperar el equilibrio en nuestras vidas. Tomar vitaminas Para vencer el estrés hay que entender que nuestro sistema nervioso está sometido a una actividad permanente, lo que puede provocar una sensación de agotamiento y ansiedad. Aquí es donde las vitaminas juegan un papel crucial en el manejo del estrés. En particular, las vitaminas del complejo B son conocidas por su capacidad para apoyar y calmar el sistema nervioso. Para obtener suficientes vitaminas del complejo B, asegúrate de tener una dieta equilibrada que incluya alimentos como carnes magras, pescado, huevos, nueces y granos enteros. Si sientes que necesitas un impulso adicional, los suplementos de vitamina B Complex pueden ser una opción, pero es esencial consultar a un profesional de la salud previamente. También es muy conveniente que prestes atención a todos los ingredientes, ya que podría haber alérgenos. Incorporar ejercicio regular en tu rutina El ejercicio físico es una herramienta poderosa para reducir el estrés y mejorar la salud en general. Cuando nos movemos, nuestro cuerpo libera endorfinas, sustancias químicas que actúan como analgésicos naturales y que también mejoran nuestro estado de ánimo. No es necesario realizar ejercicios intensos para obtener los beneficios. Actividades como caminar, nadar o practicar yoga pueden ayudar a reducir las tensiones acumuladas en el cuerpo y la mente. Establecer límites y priorizar el autocuidado La falta de límites y la sobrecarga de responsabilidades pueden contribuir significativamente al estrés. Aprender a establecer límites adecuados y aprender a decir no cuando sea necesario es fundamental para proteger nuestra salud mental y emocional. Esto puede resultar difícil en el trabajo o en las actividades diarias, pero es necesario aprender a decir que no en el momento que sea necesario. Existen guías y trucos que pueden ayudar a organizarnos o a comunicarnos correctamente. Evadirse y entretenerse Además, es crucial priorizar el autocuidado y reservar tiempo para actividades que nos relajen y nos hagan sentir bien. Practicar pasatiempos creativos, leer un libro, tomar un baño relajante o compartir tiempo con amigos y familiares puede ayudarnos a reducir el estrés y mejorar nuestro bienestar en general. El estrés es una parte inevitable de la vida, pero podemos manejarlo eficazmente adoptando las diversas estrategias que hemos visto. Hay que recordar la importancia de consultar a un profesional de la salud antes de comenzar cualquier suplementación o cambio significativo en las rutinas. ¡Prioriza tu bienestar y comienza a reducir el estrés hoy mismo!
Un estudio reciente realizado por un equipo de investigadores de Estados Unidos ha revelado que incluso breves episodios de ira pueden causar estrés en el revestimiento de los vasos sanguíneos, lo que potencialmente aumenta el riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular en personas con enfermedades cardiovasculares. La investigación, liderada por Daichi Shimbo, profesor de medicina en la Universidad de Columbia, encontró que la ira provocó cambios significativos en la función de los vasos sanguíneos en un grupo de 280 participantes sanos. Durante una tarea diseñada para evocar ira, se observaron deterioros en la dilatación de los vasos sanguíneos, lo que limita el flujo sanguíneo, aunque estos efectos desaparecieron después de unos 40 minutos. El estudio, publicado en Journal of the American Heart Association, también destacó que los sentimientos de ansiedad y tristeza no tuvieron el mismo impacto en el revestimiento de los vasos sanguíneos como lo hizo la ira, aunque estas emociones también se han asociado con problemas cardíacos en otros estudios. Los resultados subrayan la importancia de comprender cómo nuestras emociones pueden afectar nuestra salud física. Según Shimbo, comprender los vínculos entre la ira y la disfunción de los vasos sanguíneos podría ayudar a identificar estrategias de intervención efectivas para personas con mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. Finalmente, esta investigación sugiere que no todas las emociones negativas deben ser consideradas igual cuando se trata de impacto en la salud cardiovascular. Esto destaca la necesidad de una mayor investigación sobre cómo diferentes emociones afectan el cuerpo y cómo podemos aprender a manejarlas de manera efectiva.
El ruido es una realidad constante en nuestras vidas urbanas. Desde el bullicio del tráfico hasta los claxon de los automóviles, el estruendo de la construcción y los gritos de la gente, estamos rodeados de un sinfín de sonidos que pueden pasar desapercibidos para nosotros, porque estamos acostumbrados a ello, pero que tienen un impacto significativo en nuestros compañeros caninos. Y es que los perros, con sus agudos sentidos auditivos, son particularmente sensibles al ruido. Lo que puede parecer un sonido trivial e insignificante para nosotros puede resultar estresante, nocivo e incluso doloroso para ellos. Esta sensibilidad al ruido puede tener una serie de efectos negativos en la salud y el bienestar de nuestros compañeros de vida. Uno de los impactos más evidentes del ruido excesivo en los perros es el estrés. Los sonidos fuertes y constantes pueden desencadenar respuestas de lucha o huida en los perros, lo que los deja ansiosos e incómodos. Esto puede manifestarse en comportamientos como temblores, jadeos excesivos, agitación, ladridos persistentes e incluso comportamientos destructivos. Además del estrés, el ruido excesivo también puede afectar el sueño de los perros. Así como el insomnio puede tener efectos perjudiciales en los seres humanos, los perros también pueden experimentar dificultades para conciliar el sueño o mantenerse dormidos debido al ruido constante en su entorno. Esto puede llevar a una falta de descanso adecuado y, en última instancia, afectar su salud general. Otro efecto preocupante del ruido en los perros es el daño auditivo. Los sonidos extremadamente fuertes y estruendosos, como los producidos por fuegos artificiales, motocicletas o los relativos a la construcción cercana a nuestra vivienda pueden causar un daño permanente en los oídos de los perros, lo que resulta en pérdida de audición parcial o total. Este daño puede ser irreversible y afectar significativamente la calidad de vida de nuestro animal. Es importante ser conscientes de los efectos del ruido en nuestros perros a la hora de tomar medidas que puedan mitigar su impacto. Esto puede incluir proporcionar un refugio tranquilo y seguro en el hogar donde los perros puedan retirarse del ruido cuando sea necesario, así como limitar la exposición a entornos ruidosos siempre que sea posible. Además, existen productos disponibles en el mercado diseñados específicamente para ayudar a reducir la ansiedad causada por el ruido en los perros, como chalecos de compresión y difusores de feromonas. Estos pueden ser útiles para calmar a los perros durante eventos ruidosos como tormentas o fuegos artificiales. Al contrario de los efectos que pueda tener el ruido en los humanos, para los perros puede tener un impacto especialmente significativo y perjudicial para su salud. Al ser conscientes de los efectos del ruido en los perros y tomar medidas para protegerlos ayudamos sin duda a garantizar que tengan y disfruten de una vida feliz y más saludable.
Tu mascota debe tener oportunidades de socializar a diario, ya sea interactuando con personas o pasando un rato con otros perros. Tanto es así que, si pasa demasiado tiempo sin compañía, tu amigo peludo se sentirá solo y estresado, por lo que es mejor evitar que pase demasiado tiempo a solas. Pero, ¿Qué puedes hacer cuando tienes que ausentarte durante un tiempo? ¿Cuánto tiempo puedes dejarle solo, y qué puedes hacer para que no lo pase tan mal? Tener que dejar solo a tu amigo canino durante un tiempo puede ser difícil para ambos y hay algunas recomendaciones generales que puedes aplicar. Recuerda que cada caso es diferente porque no hay dos perros iguales. Las experiencias pasadas, la edad y la personalidad de tu perro pueden influir en sus necesidades. ¿ Cuánto tiempo puedo dejar solo a mi perro? Por norma general, en el caso de un cachorrito deberías acostumbrarle poco a poco a pasar un máximo de dos horas solo. Si tu perro tiene poco más de 18 meses, no deberías dejarle solo más de entre cuatro y seis horas. Si es un perro adulto, el máximo son diez horas, sobre todo teniendo en cuenta que el perro debería poder hacer sus necesidades cada seis horas. Los perros mayores y de edad avanzada pueden pasar entre dos y seis horas solos dependiendo de su estado de salud y el grado de estrés que muestren. Con todo, puede ser difícil estar siempre en casa con tu perro, sobre todo si trabajas. Por suerte, si tienes que dejarle solo durante unas horas, puedes poner en práctica unos sencillos pasos para ayudar a que tu amigo canino se sienta más a gusto. Cómo ayudar a que tu perro se sienta a gusto cuando esté solo en casa 1. Aumenta poco a poco el tiempo que pasa solo Si tu perro no está acostumbrado a estar solo, no es buena idea pasar todo el día fuera y dejarle en casa. Es mejor que vayas aumentando poco a poco el tiempo que pasa solo. Este proceso debería comenzar cuando es un cachorrito, si es posible, para que aprenda que no tiene por qué tener miedo de estar solo y así evitar que padezca ansiedad por separación. No olvides que los cachorros tienen que hacer pipí con más frecuencia y no están acostumbrados a la soledad, por lo que no deberías dejarles a solas más de dos horas. 2. Deja golosinas y premios al alcance de tu perro Antes de irte, deja mordedores seguros para cachorros o perros adultos, juguetes interactivos con alimento y golosinas para que tu perro los encuentre. Ten cuidado de no dejar a su alcance nada que pueda ser peligroso para él si lo muerde. Puedes poner un poco de su alimento habitual en un juguete interactivo para que se entretenga y se canse. Tener distraída a tu mascota le ayudará a aprender a sentirse más a gusto cuando se quede sola. Puede disfrutar de sus golosinas, relajarse y dormirse y así, cuando regreses, aprender que no pasa nada y que no hay de qué preocuparse. 3. Acostúmbrale a usar su jaula durante breves periodos de tiempo. Pero no le dejes encerrado en ella. Aunque es recomendable enseñar a tu perro a usar su jaula, dejarle encerrado en ella afecta a su bienestar (y puede resultarle estresante), por lo que no debería pasar más de dos horas como máximo en su jaula. Puede que quieras dejar a tu amigo peludo en una habitación amplia o una zona separada para que no pueda circular por toda la casa, especialmente si hay partes que no son adecuadas para él. Acostumbrar a tu perro a quedarse en un espacio concreto es una técnica útil mientras le enseñas a pasar más tiempo solo. De este modo, podrás marcharte con la tranquilidad de saber que se queda con sus golosinas y juguetes, por lo que se irá acostumbrando a no estar en tu compañía. Además, gracias a las golosinas evitarás que asocie tus ausencias con algo negativo. 4. Actúa con tranquilidad cuando vuelvas a casa Mantén la calma cuando entres por la puerta. En lugar de dejarse llevar por el alborozo al volver, procura no hacerle demasiado caso y saludarle de forma tranquila y relajada, sin aspavientos. Sin embargo, no le ignores si le encuentras muy inquieto. Comprueba si ha hecho sus necesidades, ya que esto significa que necesita salir más veces para hacerlas y que debe pasar menos tiempo solo. Saca a tu perro a dar un paseo cuando vuelvas para que haga sus necesidades. También puedes jugar un rato con él o sacarle a la calle para que haga ejercicio y reforzar este vínculo. A tu fiel amigo le vendrá bien estirar las patas, y por eso es aconsejable que encuentres un modo de ayudarle a que queme un poco de energía. No obstante, procura variar las actividades para evitar que asocie el juego y los paseos con tu vuelta a casa. 5. Busca formas de lograr que pase menos tiempo a solas Piensa en cómo lograr que tu perro pase menos tiempo solo en casa. Hay residencias de día, pero también puedes buscar a alguien que lo saque a pasear o le haga compañía, o bien puedes trabajar desde casa, si tienes esa posibilidad. El mero hecho de que una persona a quien tu perro conoce lo saque a dar un paseo para que haga sus necesidades y corra un poco es de gran ayuda. Además, si tu perro es especialmente sociable, le encantará. Incluso podrías comprar una cámara que te permita ver qué hace mientras estás fuera de casa. Los perros son los compañeros perfectos. ¡No en vano son nuestros mejores amigos! Y por ese mismo motivo, nosotros también debemos ser sus mejores amigos y no dejarles solos mucho tiempo. Si tienes que dejarle solo en casa, puedes utilizar difusor ADAPTIL Calm Home, que es una solución sencilla, pero clínicamente demostrada que puede ayudar a que tu perro esté tranquilo y relajado en casa haciéndole sentir a gusto en todo momento. También le ayudará a tolerar mejor los ruidos fuertes, la soledad, las visitas y otras situaciones donde puede ponerse nervioso. Enchufa el difusor en la habitación donde tu perro pase más tiempo para ayudarle a sentirse más tranquilo cuando esté solo.
Los hay de muchos sabores, suelen triunfar los días de calor y pueden alegrarnos un mal día. Efectivamente, hablamos de los helados. Pocas personas se negarían a uno, ya sea de pistacho o de chocolate, pero, ¿por qué nos gustan tanto? El origen de los helados se desconoce, aunque parece que la primera huella data de hace más de 3.000 años en Oriente, y que de ahí pasó a la India y, por último, a Grecia e Italia, desde donde se difundió al resto de Europa. Años más tarde, llegó hasta Estados Unidos y, desde entonces, este país se convirtió en el número uno tanto en producción como en consumo. Los expertos afirman que este producto funciona como exorfinas en el sistema nervioso, estas son similares a las endorfinas, pero las obtenemos a través de algunos alimentos. Estas generan una sensación de bienestar en el cerebro y, además, contribuyen a modular el estrés y la ansiedad. Asimismo, un estudio del Instituto de Psiquiatría de Londres ha confirmado que cuando comemos helado se activan las zonas del cerebro asociadas al placer. Por ello, al sentirnos tan bien al comerlo, nuestro cerebro quiere más y se crea una adicción, que controlada puede ser muy agradable. Otros estudios se remontan a muchos años atrás, cuando el ser humano era nómada y comía lo que cazaba o recolectaba. En esa etapa de la historia, los humanos asociaban los alimentos más dulces a gran ingesta calórica y fuente de energía, lo que significaba mayor probabilidad de supervivencia. Así, cuando ahora consumimos productos dulces, se activan las vías del cerebro relacionadas con la recompensa y el refuerzo. Lo que explicaría por qué las personas con a nsiedad sienten cierto confort al comer helado. Además, los helados industriales suelen llevar bastante grasa y azúcar y cuando estos dos se mezclan en el equilibrio químico perfecto nuestro cerebro lo traduce en felicidad.
En la agitada vida moderna, es común sentirse abrumado y estresado debido a las múltiples responsabilidades y demandas diarias. El estrés puede tener un impacto negativo en nuestra salud física y mental si no se maneja adecuadamente. Afortunadamente, existen soluciones eficaces para reducir el estrés y recuperar el equilibrio en nuestras vidas. Tomar vitaminas Para vencer el estrés hay que entender que nuestro sistema nervioso está sometido a una actividad permanente, lo que puede provocar una sensación de agotamiento y ansiedad. Aquí es donde las vitaminas juegan un papel crucial en el manejo del estrés. En particular, las vitaminas del complejo B son conocidas por su capacidad para apoyar y calmar el sistema nervioso. Para obtener suficientes vitaminas del complejo B, asegúrate de tener una dieta equilibrada que incluya alimentos como carnes magras, pescado, huevos, nueces y granos enteros. Si sientes que necesitas un impulso adicional, los suplementos de vitamina B Complex pueden ser una opción, pero es esencial consultar a un profesional de la salud previamente. También es muy conveniente que prestes atención a todos los ingredientes, ya que podría haber alérgenos. Incorporar ejercicio regular en tu rutina El ejercicio físico es una herramienta poderosa para reducir el estrés y mejorar la salud en general. Cuando nos movemos, nuestro cuerpo libera endorfinas, sustancias químicas que actúan como analgésicos naturales y que también mejoran nuestro estado de ánimo. No es necesario realizar ejercicios intensos para obtener los beneficios. Actividades como caminar, nadar o practicar yoga pueden ayudar a reducir las tensiones acumuladas en el cuerpo y la mente. Establecer límites y priorizar el autocuidado La falta de límites y la sobrecarga de responsabilidades pueden contribuir significativamente al estrés. Aprender a establecer límites adecuados y aprender a decir no cuando sea necesario es fundamental para proteger nuestra salud mental y emocional. Esto puede resultar difícil en el trabajo o en las actividades diarias, pero es necesario aprender a decir que no en el momento que sea necesario. Existen guías y trucos que pueden ayudar a organizarnos o a comunicarnos correctamente. Evadirse y entretenerse Además, es crucial priorizar el autocuidado y reservar tiempo para actividades que nos relajen y nos hagan sentir bien. Practicar pasatiempos creativos, leer un libro, tomar un baño relajante o compartir tiempo con amigos y familiares puede ayudarnos a reducir el estrés y mejorar nuestro bienestar en general. El estrés es una parte inevitable de la vida, pero podemos manejarlo eficazmente adoptando las diversas estrategias que hemos visto. Hay que recordar la importancia de consultar a un profesional de la salud antes de comenzar cualquier suplementación o cambio significativo en las rutinas. ¡Prioriza tu bienestar y comienza a reducir el estrés hoy mismo!
Un estudio reciente realizado por un equipo de investigadores de Estados Unidos ha revelado que incluso breves episodios de ira pueden causar estrés en el revestimiento de los vasos sanguíneos, lo que potencialmente aumenta el riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular en personas con enfermedades cardiovasculares. La investigación, liderada por Daichi Shimbo, profesor de medicina en la Universidad de Columbia, encontró que la ira provocó cambios significativos en la función de los vasos sanguíneos en un grupo de 280 participantes sanos. Durante una tarea diseñada para evocar ira, se observaron deterioros en la dilatación de los vasos sanguíneos, lo que limita el flujo sanguíneo, aunque estos efectos desaparecieron después de unos 40 minutos. El estudio, publicado en Journal of the American Heart Association, también destacó que los sentimientos de ansiedad y tristeza no tuvieron el mismo impacto en el revestimiento de los vasos sanguíneos como lo hizo la ira, aunque estas emociones también se han asociado con problemas cardíacos en otros estudios. Los resultados subrayan la importancia de comprender cómo nuestras emociones pueden afectar nuestra salud física. Según Shimbo, comprender los vínculos entre la ira y la disfunción de los vasos sanguíneos podría ayudar a identificar estrategias de intervención efectivas para personas con mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. Finalmente, esta investigación sugiere que no todas las emociones negativas deben ser consideradas igual cuando se trata de impacto en la salud cardiovascular. Esto destaca la necesidad de una mayor investigación sobre cómo diferentes emociones afectan el cuerpo y cómo podemos aprender a manejarlas de manera efectiva.
El ruido es una realidad constante en nuestras vidas urbanas. Desde el bullicio del tráfico hasta los claxon de los automóviles, el estruendo de la construcción y los gritos de la gente, estamos rodeados de un sinfín de sonidos que pueden pasar desapercibidos para nosotros, porque estamos acostumbrados a ello, pero que tienen un impacto significativo en nuestros compañeros caninos. Y es que los perros, con sus agudos sentidos auditivos, son particularmente sensibles al ruido. Lo que puede parecer un sonido trivial e insignificante para nosotros puede resultar estresante, nocivo e incluso doloroso para ellos. Esta sensibilidad al ruido puede tener una serie de efectos negativos en la salud y el bienestar de nuestros compañeros de vida. Uno de los impactos más evidentes del ruido excesivo en los perros es el estrés. Los sonidos fuertes y constantes pueden desencadenar respuestas de lucha o huida en los perros, lo que los deja ansiosos e incómodos. Esto puede manifestarse en comportamientos como temblores, jadeos excesivos, agitación, ladridos persistentes e incluso comportamientos destructivos. Además del estrés, el ruido excesivo también puede afectar el sueño de los perros. Así como el insomnio puede tener efectos perjudiciales en los seres humanos, los perros también pueden experimentar dificultades para conciliar el sueño o mantenerse dormidos debido al ruido constante en su entorno. Esto puede llevar a una falta de descanso adecuado y, en última instancia, afectar su salud general. Otro efecto preocupante del ruido en los perros es el daño auditivo. Los sonidos extremadamente fuertes y estruendosos, como los producidos por fuegos artificiales, motocicletas o los relativos a la construcción cercana a nuestra vivienda pueden causar un daño permanente en los oídos de los perros, lo que resulta en pérdida de audición parcial o total. Este daño puede ser irreversible y afectar significativamente la calidad de vida de nuestro animal. Es importante ser conscientes de los efectos del ruido en nuestros perros a la hora de tomar medidas que puedan mitigar su impacto. Esto puede incluir proporcionar un refugio tranquilo y seguro en el hogar donde los perros puedan retirarse del ruido cuando sea necesario, así como limitar la exposición a entornos ruidosos siempre que sea posible. Además, existen productos disponibles en el mercado diseñados específicamente para ayudar a reducir la ansiedad causada por el ruido en los perros, como chalecos de compresión y difusores de feromonas. Estos pueden ser útiles para calmar a los perros durante eventos ruidosos como tormentas o fuegos artificiales. Al contrario de los efectos que pueda tener el ruido en los humanos, para los perros puede tener un impacto especialmente significativo y perjudicial para su salud. Al ser conscientes de los efectos del ruido en los perros y tomar medidas para protegerlos ayudamos sin duda a garantizar que tengan y disfruten de una vida feliz y más saludable.
Tu mascota debe tener oportunidades de socializar a diario, ya sea interactuando con personas o pasando un rato con otros perros. Tanto es así que, si pasa demasiado tiempo sin compañía, tu amigo peludo se sentirá solo y estresado, por lo que es mejor evitar que pase demasiado tiempo a solas. Pero, ¿Qué puedes hacer cuando tienes que ausentarte durante un tiempo? ¿Cuánto tiempo puedes dejarle solo, y qué puedes hacer para que no lo pase tan mal? Tener que dejar solo a tu amigo canino durante un tiempo puede ser difícil para ambos y hay algunas recomendaciones generales que puedes aplicar. Recuerda que cada caso es diferente porque no hay dos perros iguales. Las experiencias pasadas, la edad y la personalidad de tu perro pueden influir en sus necesidades. ¿ Cuánto tiempo puedo dejar solo a mi perro? Por norma general, en el caso de un cachorrito deberías acostumbrarle poco a poco a pasar un máximo de dos horas solo. Si tu perro tiene poco más de 18 meses, no deberías dejarle solo más de entre cuatro y seis horas. Si es un perro adulto, el máximo son diez horas, sobre todo teniendo en cuenta que el perro debería poder hacer sus necesidades cada seis horas. Los perros mayores y de edad avanzada pueden pasar entre dos y seis horas solos dependiendo de su estado de salud y el grado de estrés que muestren. Con todo, puede ser difícil estar siempre en casa con tu perro, sobre todo si trabajas. Por suerte, si tienes que dejarle solo durante unas horas, puedes poner en práctica unos sencillos pasos para ayudar a que tu amigo canino se sienta más a gusto. Cómo ayudar a que tu perro se sienta a gusto cuando esté solo en casa 1. Aumenta poco a poco el tiempo que pasa solo Si tu perro no está acostumbrado a estar solo, no es buena idea pasar todo el día fuera y dejarle en casa. Es mejor que vayas aumentando poco a poco el tiempo que pasa solo. Este proceso debería comenzar cuando es un cachorrito, si es posible, para que aprenda que no tiene por qué tener miedo de estar solo y así evitar que padezca ansiedad por separación. No olvides que los cachorros tienen que hacer pipí con más frecuencia y no están acostumbrados a la soledad, por lo que no deberías dejarles a solas más de dos horas. 2. Deja golosinas y premios al alcance de tu perro Antes de irte, deja mordedores seguros para cachorros o perros adultos, juguetes interactivos con alimento y golosinas para que tu perro los encuentre. Ten cuidado de no dejar a su alcance nada que pueda ser peligroso para él si lo muerde. Puedes poner un poco de su alimento habitual en un juguete interactivo para que se entretenga y se canse. Tener distraída a tu mascota le ayudará a aprender a sentirse más a gusto cuando se quede sola. Puede disfrutar de sus golosinas, relajarse y dormirse y así, cuando regreses, aprender que no pasa nada y que no hay de qué preocuparse. 3. Acostúmbrale a usar su jaula durante breves periodos de tiempo. Pero no le dejes encerrado en ella. Aunque es recomendable enseñar a tu perro a usar su jaula, dejarle encerrado en ella afecta a su bienestar (y puede resultarle estresante), por lo que no debería pasar más de dos horas como máximo en su jaula. Puede que quieras dejar a tu amigo peludo en una habitación amplia o una zona separada para que no pueda circular por toda la casa, especialmente si hay partes que no son adecuadas para él. Acostumbrar a tu perro a quedarse en un espacio concreto es una técnica útil mientras le enseñas a pasar más tiempo solo. De este modo, podrás marcharte con la tranquilidad de saber que se queda con sus golosinas y juguetes, por lo que se irá acostumbrando a no estar en tu compañía. Además, gracias a las golosinas evitarás que asocie tus ausencias con algo negativo. 4. Actúa con tranquilidad cuando vuelvas a casa Mantén la calma cuando entres por la puerta. En lugar de dejarse llevar por el alborozo al volver, procura no hacerle demasiado caso y saludarle de forma tranquila y relajada, sin aspavientos. Sin embargo, no le ignores si le encuentras muy inquieto. Comprueba si ha hecho sus necesidades, ya que esto significa que necesita salir más veces para hacerlas y que debe pasar menos tiempo solo. Saca a tu perro a dar un paseo cuando vuelvas para que haga sus necesidades. También puedes jugar un rato con él o sacarle a la calle para que haga ejercicio y reforzar este vínculo. A tu fiel amigo le vendrá bien estirar las patas, y por eso es aconsejable que encuentres un modo de ayudarle a que queme un poco de energía. No obstante, procura variar las actividades para evitar que asocie el juego y los paseos con tu vuelta a casa. 5. Busca formas de lograr que pase menos tiempo a solas Piensa en cómo lograr que tu perro pase menos tiempo solo en casa. Hay residencias de día, pero también puedes buscar a alguien que lo saque a pasear o le haga compañía, o bien puedes trabajar desde casa, si tienes esa posibilidad. El mero hecho de que una persona a quien tu perro conoce lo saque a dar un paseo para que haga sus necesidades y corra un poco es de gran ayuda. Además, si tu perro es especialmente sociable, le encantará. Incluso podrías comprar una cámara que te permita ver qué hace mientras estás fuera de casa. Los perros son los compañeros perfectos. ¡No en vano son nuestros mejores amigos! Y por ese mismo motivo, nosotros también debemos ser sus mejores amigos y no dejarles solos mucho tiempo. Si tienes que dejarle solo en casa, puedes utilizar difusor ADAPTIL Calm Home, que es una solución sencilla, pero clínicamente demostrada que puede ayudar a que tu perro esté tranquilo y relajado en casa haciéndole sentir a gusto en todo momento. También le ayudará a tolerar mejor los ruidos fuertes, la soledad, las visitas y otras situaciones donde puede ponerse nervioso. Enchufa el difusor en la habitación donde tu perro pase más tiempo para ayudarle a sentirse más tranquilo cuando esté solo.
Los hay de muchos sabores, suelen triunfar los días de calor y pueden alegrarnos un mal día. Efectivamente, hablamos de los helados. Pocas personas se negarían a uno, ya sea de pistacho o de chocolate, pero, ¿por qué nos gustan tanto? El origen de los helados se desconoce, aunque parece que la primera huella data de hace más de 3.000 años en Oriente, y que de ahí pasó a la India y, por último, a Grecia e Italia, desde donde se difundió al resto de Europa. Años más tarde, llegó hasta Estados Unidos y, desde entonces, este país se convirtió en el número uno tanto en producción como en consumo. Los expertos afirman que este producto funciona como exorfinas en el sistema nervioso, estas son similares a las endorfinas, pero las obtenemos a través de algunos alimentos. Estas generan una sensación de bienestar en el cerebro y, además, contribuyen a modular el estrés y la ansiedad. Asimismo, un estudio del Instituto de Psiquiatría de Londres ha confirmado que cuando comemos helado se activan las zonas del cerebro asociadas al placer. Por ello, al sentirnos tan bien al comerlo, nuestro cerebro quiere más y se crea una adicción, que controlada puede ser muy agradable. Otros estudios se remontan a muchos años atrás, cuando el ser humano era nómada y comía lo que cazaba o recolectaba. En esa etapa de la historia, los humanos asociaban los alimentos más dulces a gran ingesta calórica y fuente de energía, lo que significaba mayor probabilidad de supervivencia. Así, cuando ahora consumimos productos dulces, se activan las vías del cerebro relacionadas con la recompensa y el refuerzo. Lo que explicaría por qué las personas con a nsiedad sienten cierto confort al comer helado. Además, los helados industriales suelen llevar bastante grasa y azúcar y cuando estos dos se mezclan en el equilibrio químico perfecto nuestro cerebro lo traduce en felicidad.