La reconocida comunicadora y empresaria Francisca Ayala , junto a su esposo, el diputado Hotuiti Teao, ambos conocidos por su paso por Yingo, presentaron una denuncia ante la Policía de Investigaciones (PDI) debido al uso indebido de su imagen y de su hotel boutique en Rapa Nui, Hare Nua . Según Ayala, el emprendimiento que gestiona junto a Teao se vio afectado por la utilización fraudulenta de imágenes suyas y de su hotel en redes sociales, específicamente en la cuenta de Instagram de las Cabañas Aorangi. PUBLICIDAD “Esta página habría estado utilizando fotografías mías y de nuestro hotel sin autorización para ofrecer ‘spots’ que no son verdaderamente parte de los lugares con los que cuentan estas cabañas”, declaró Ayala, según informó La Cuarta. La empresaria aseguró que esta actividad no solo afecta a quienes caen en la estafa, sino también a los negocios honestos de la isla, que trabajan arduamente para ofrecer una experiencia auténtica y de calidad. “Esto genera expectativas irreales del servicio por el cual están pagando los turistas, lo cual termina impactando negativamente en toda la comunidad local que depende del turismo”, agregó. Rapa Nui se ha consolidado como un destino turístico de gran atractivo por su riqueza cultural y paisajes únicos. Por lo mismo, Ayala destacó que el turismo es el sustento principal para muchas familias de la isla. “Por eso queremos levantar nuestra economía local en base a la transparencia y a la entrega de una experiencia cultural única que haga a nuestros visitantes querer volver”, afirmó la empresaria. El diputado Teao, por su parte, señaló que ya están gestionando medidas para prevenir este tipo de fraudes y proteger la imagen de la isla. “Pedimos una audiencia con Sernatur para trabajar en un sello de autenticidad que garantice que el turista, a través de esta certificación, tenga la certeza de que será atendido por personas comprometidas con su seguridad y el cuidado de la isla”, expresó. Con este distintivo, buscan crear una herramienta que permita a los visitantes identificar servicios turísticos genuinos, fortaleciendo así la confianza en el turismo local y resguardando la reputación de la comunidad de Rapa Nui.
Una clienta del Banco Santander fue víctima de un engaño telefónico por parte de un falso ejecutivo. Frente a esta situación, la entidad bancaria se verá en la obligación de indemnizar a la mujer por “daño emergente” y “daño moral”. PUBLICIDAD Partamos desde el inicio... la cliente fue contactada vía llamada por una supuesta ejecutiva de la institución financiera. Según relata la afectada, la persona que buscaba cometer el engaño conocía acerca de todos los productos bancarios que la mujer tenía contratados : números de cuenta, tarjetas, seguros, créditos, entre otros. Tantos eran los datos que manejaba el estafador que sabía cuáles eran los últimos movimientos realizados. Posterior a esta primera etapa del engaño, le vendió la pomada con que renovarían los plásticos de sus tarjetas y dio paso a la instancia de preguntas. Pero, afortunadamente, la clienta se dio cuenta de que los accesos a sus banco habían sido alterados, aunque lograron usar parte de su dinero para realizar compras en la tienda PC Factory . Según lo señalado por el tribunal de alzada, la institución infringió la norma acerca de seguridad de la Ley N° 19.496 –que “Establece normas sobre protección de los derechos de los consumidores” – al no resguardar la información utilizada por terceros para engañar a la demandante. Frente a este desagradable suceso que vivió la mujer, la Corte de Apelaciones de Iquique aseguró que se evidencian fallas en los sistemas de seguridad y en el resguardo de la información de la clienta. Por consecuencia, dictó que el Banco Santander deberá indemnizar a su clienta con $4.206.240 por daño emergente (daño real ya causado) y $500.000 por daño moral (perjuicio o lesión ocasionados a los sentimientos de otra persona). Sumado a esto, la entidad financiera deberá pagar una multa de 10 UTM –aproximadamente $664.000– por infringir la ley de protección de los derechos de los consumidores.
Asegurando que “yo no estafé a nadie”, el fundador del Grupo Arcano, Alberto Chang, dio una entrevista al programa de TVN, Informe Especial, con quienes conversó a través de Skype desde la cárcel en Malta. PUBLICIDAD En ese contexto, fue consultado por la investigación penal que hay en su contra en Chile, particularmente sobre la estafa de la que es acusado en el país por varias personas que invirtieron en el Grupo Arcano y que lo acusan de haberlos defraudado. “No soy un estafador” Así, luego de asegurar que tiene dinero para pagar a quienes lo acusan, ya que dice contar con un fideicomiso de 100 millones de dólares, Alberto Chang indicó que “ no soy estafador y yo creo que lo importante aquí son los hechos. El Grupo Arcano existió por 15 años, desde el 2001 hasta el 2016. Durante estos 15 años nosotros creamos empresas reales en Chile, oficinas en Estados Unidos, inversiones reales y documentadas, con Snapchat, Uber”. Luego, añadió que “yo nunca dejé de pagar ni siquiera una tarjeta de crédito. Siempre tuvimos buenas relaciones con nuestros inversionistas, se les pagó a todos. Hasta el 2016, muchos de ellos, o sea, literalmente miles, recibieron sus inversiones puntualmente todos los días. Todos los meses sin ninguna falta”. Alberto Chang fue consultado en ese momento por los inversores que en Chile lo acusan de estafa tras la quiebra de su empresa, instante en que señaló que los inversionistas tenían que ser “calificados” y que por lo tanto, conocer que se arriesgaban a perder dinero. “La gente que invirtió con nosotros debe ser inversionista calificado, por lo cual firman un documento antes de invertir. Si la persona que invirtió no tiene apetito de riesgo, no es un inversionista calificado, y por tanto, nunca debió haber invertido con nosotros. Esta siempre fue una inversión de riesgos”, dijo en ese sentido. Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida por Television Nacional De Chile (@tvn) En ese sentido, sobre la quiebra del Grupo Arcano agregó que “desde que nosotros habíamos estado en el negocio, jamás había pasado que todo el mundo hubiera cobrado su dinero y nadie hubiera invertido. En menos de 30 días yo ya tenía declarada mi quiebra personal y de las empresas, de todas mis empresas en todo el mundo”. PUBLICIDAD Alberto Chang explicó que no se le dio tiempo para “repactar” y poder así acceder a más dinero y poder pagarle a sus inversionistas. “Ni siquiera se me concedió 30 días para repactar, para poder acceder a más fondos, como inclusive un banco de concedería si es que tú te atrasas en un pago. Aquí en 30 días yo ya estaba liquidado como persona. Al suspenderse las cuentas en el extranjero para revisión, yo me quedé sin capacidad financiera para remesar a Chile. Y ahí se produjo el default, pero no porque no hubiera dinero. Una deuda forzosa no es una estafa dolosa. Yo fui forzado de una deuda. Yo no estafé a nadie ”, aseguró enfático.
La reconocida comunicadora y empresaria Francisca Ayala , junto a su esposo, el diputado Hotuiti Teao, ambos conocidos por su paso por Yingo, presentaron una denuncia ante la Policía de Investigaciones (PDI) debido al uso indebido de su imagen y de su hotel boutique en Rapa Nui, Hare Nua . Según Ayala, el emprendimiento que gestiona junto a Teao se vio afectado por la utilización fraudulenta de imágenes suyas y de su hotel en redes sociales, específicamente en la cuenta de Instagram de las Cabañas Aorangi. PUBLICIDAD “Esta página habría estado utilizando fotografías mías y de nuestro hotel sin autorización para ofrecer ‘spots’ que no son verdaderamente parte de los lugares con los que cuentan estas cabañas”, declaró Ayala, según informó La Cuarta. La empresaria aseguró que esta actividad no solo afecta a quienes caen en la estafa, sino también a los negocios honestos de la isla, que trabajan arduamente para ofrecer una experiencia auténtica y de calidad. “Esto genera expectativas irreales del servicio por el cual están pagando los turistas, lo cual termina impactando negativamente en toda la comunidad local que depende del turismo”, agregó. Rapa Nui se ha consolidado como un destino turístico de gran atractivo por su riqueza cultural y paisajes únicos. Por lo mismo, Ayala destacó que el turismo es el sustento principal para muchas familias de la isla. “Por eso queremos levantar nuestra economía local en base a la transparencia y a la entrega de una experiencia cultural única que haga a nuestros visitantes querer volver”, afirmó la empresaria. El diputado Teao, por su parte, señaló que ya están gestionando medidas para prevenir este tipo de fraudes y proteger la imagen de la isla. “Pedimos una audiencia con Sernatur para trabajar en un sello de autenticidad que garantice que el turista, a través de esta certificación, tenga la certeza de que será atendido por personas comprometidas con su seguridad y el cuidado de la isla”, expresó. Con este distintivo, buscan crear una herramienta que permita a los visitantes identificar servicios turísticos genuinos, fortaleciendo así la confianza en el turismo local y resguardando la reputación de la comunidad de Rapa Nui.
Una clienta del Banco Santander fue víctima de un engaño telefónico por parte de un falso ejecutivo. Frente a esta situación, la entidad bancaria se verá en la obligación de indemnizar a la mujer por “daño emergente” y “daño moral”. PUBLICIDAD Partamos desde el inicio... la cliente fue contactada vía llamada por una supuesta ejecutiva de la institución financiera. Según relata la afectada, la persona que buscaba cometer el engaño conocía acerca de todos los productos bancarios que la mujer tenía contratados : números de cuenta, tarjetas, seguros, créditos, entre otros. Tantos eran los datos que manejaba el estafador que sabía cuáles eran los últimos movimientos realizados. Posterior a esta primera etapa del engaño, le vendió la pomada con que renovarían los plásticos de sus tarjetas y dio paso a la instancia de preguntas. Pero, afortunadamente, la clienta se dio cuenta de que los accesos a sus banco habían sido alterados, aunque lograron usar parte de su dinero para realizar compras en la tienda PC Factory . Según lo señalado por el tribunal de alzada, la institución infringió la norma acerca de seguridad de la Ley N° 19.496 –que “Establece normas sobre protección de los derechos de los consumidores” – al no resguardar la información utilizada por terceros para engañar a la demandante. Frente a este desagradable suceso que vivió la mujer, la Corte de Apelaciones de Iquique aseguró que se evidencian fallas en los sistemas de seguridad y en el resguardo de la información de la clienta. Por consecuencia, dictó que el Banco Santander deberá indemnizar a su clienta con $4.206.240 por daño emergente (daño real ya causado) y $500.000 por daño moral (perjuicio o lesión ocasionados a los sentimientos de otra persona). Sumado a esto, la entidad financiera deberá pagar una multa de 10 UTM –aproximadamente $664.000– por infringir la ley de protección de los derechos de los consumidores.
Asegurando que “yo no estafé a nadie”, el fundador del Grupo Arcano, Alberto Chang, dio una entrevista al programa de TVN, Informe Especial, con quienes conversó a través de Skype desde la cárcel en Malta. PUBLICIDAD En ese contexto, fue consultado por la investigación penal que hay en su contra en Chile, particularmente sobre la estafa de la que es acusado en el país por varias personas que invirtieron en el Grupo Arcano y que lo acusan de haberlos defraudado. “No soy un estafador” Así, luego de asegurar que tiene dinero para pagar a quienes lo acusan, ya que dice contar con un fideicomiso de 100 millones de dólares, Alberto Chang indicó que “ no soy estafador y yo creo que lo importante aquí son los hechos. El Grupo Arcano existió por 15 años, desde el 2001 hasta el 2016. Durante estos 15 años nosotros creamos empresas reales en Chile, oficinas en Estados Unidos, inversiones reales y documentadas, con Snapchat, Uber”. Luego, añadió que “yo nunca dejé de pagar ni siquiera una tarjeta de crédito. Siempre tuvimos buenas relaciones con nuestros inversionistas, se les pagó a todos. Hasta el 2016, muchos de ellos, o sea, literalmente miles, recibieron sus inversiones puntualmente todos los días. Todos los meses sin ninguna falta”. Alberto Chang fue consultado en ese momento por los inversores que en Chile lo acusan de estafa tras la quiebra de su empresa, instante en que señaló que los inversionistas tenían que ser “calificados” y que por lo tanto, conocer que se arriesgaban a perder dinero. “La gente que invirtió con nosotros debe ser inversionista calificado, por lo cual firman un documento antes de invertir. Si la persona que invirtió no tiene apetito de riesgo, no es un inversionista calificado, y por tanto, nunca debió haber invertido con nosotros. Esta siempre fue una inversión de riesgos”, dijo en ese sentido. Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida por Television Nacional De Chile (@tvn) En ese sentido, sobre la quiebra del Grupo Arcano agregó que “desde que nosotros habíamos estado en el negocio, jamás había pasado que todo el mundo hubiera cobrado su dinero y nadie hubiera invertido. En menos de 30 días yo ya tenía declarada mi quiebra personal y de las empresas, de todas mis empresas en todo el mundo”. PUBLICIDAD Alberto Chang explicó que no se le dio tiempo para “repactar” y poder así acceder a más dinero y poder pagarle a sus inversionistas. “Ni siquiera se me concedió 30 días para repactar, para poder acceder a más fondos, como inclusive un banco de concedería si es que tú te atrasas en un pago. Aquí en 30 días yo ya estaba liquidado como persona. Al suspenderse las cuentas en el extranjero para revisión, yo me quedé sin capacidad financiera para remesar a Chile. Y ahí se produjo el default, pero no porque no hubiera dinero. Una deuda forzosa no es una estafa dolosa. Yo fui forzado de una deuda. Yo no estafé a nadie ”, aseguró enfático.