Seguramente te ha pasado: escuchas una canción en TikTok o en la radio y, sin darte cuenta, la sigues tarareando durante todo el día. Estos “gusanos musicales”, también conocidos como earworms en inglés, son fragmentos de melodías que se quedan en nuestra mente sin que lo decidamos. Pero, ¿por qué ocurre esto? Qué son los “gusanos musicales” Los expertos los llaman “imagen musical involuntaria” (INMI, por sus siglas en inglés) y son recuerdos que se activan por diversos factores, como un estado de ánimo, un pensamiento o un simple estímulo externo. Muchas veces, ni siquiera necesitamos entender la letra para que una canción se quede con nosotros. Cuando nuestra mente no está ocupada, entra en un modo automático en el que procesa recuerdos. Es en estos momentos cuando las canciones pegajosas encuentran el espacio para repetirse una y otra vez. La conexión con las emociones Las canciones que se quedan en nuestra mente suelen estar ligadas a emociones intensas. “O la amamos y cantamos con ella, o la odiamos e intentamos que se vaya. Pero, en ambos casos, terminamos manteniéndola en la mente ”, explica Philip Beaman, profesor de Psicología Experimental en la Universidad de Reading, Reino Unido. El cerebro retiene estos fragmentos musicales porque funcionan como secuencias que se desarrollan con el tiempo, a diferencia de otros recuerdos estáticos como una imagen. Por ello, cuando recordamos una canción, la reproducimos mentalmente, activando la corteza auditiva, la región del cerebro encargada de procesar los sonidos.
Para muchas personas, tener hijos, recibirse o adquirir un reconocimiento de prestigio en la comunidad están entre las experiencias que más felicidad generan. No obstante, hay un estudio basado en un sondeo que indica que el secreto de la felicidad en la vida es otro: viajar y empacar, incluso cuando se trata de recorrer un nuevo lugar como mochilero, sin dormir en hoteles de lujo. La investigación de Booking, una empresa de viajes, se hizo como una encuesta entre 17.000 personas en todo el mundo y sorprendió a varios. Ya en las etapas previas del viaje, cuando uno planifica itinerarios y demás empiezan las sensaciones placenteras. Y cuando a eso se le suma el traslado en sí, los resultados son aún más llamativos. De acuerdo a una gran parte de los encuestados, la experiencia de viajar se comparara a algunas de los hitos más trascendentales de la vida, como casarse o incluso tener un hijo. Para casi la mitad de los entrevistados (49% ), el impacto emocional de un viaje es más fuerte que haberse casado y para algo más de la mitad (51%) es más grato que una cita con su pareja. Para la mitad, viajar les dio más felicidad que conseguir un trabajo nuevo; para el 45% que comprometerse, y un 29% considera la experiencia viajera superior a la de tener un hijo. Para el experto mundial en el estudio de la felicidad, Shawn Ahcor, hay una relación directa entre el goce de reservar y realizar un viaje, y la calidad de vida. En un artículo publicado en Harvard Business Review, Achor afirma que un viaje bien planificado hace que uno vuelva con ganas a trabajar, además de contar con mayor energía para acometer las tareas laborales.
Ver películas de terror puede ser beneficioso para tu salud mental, a pesar de que puedan generar miedo o tensión. Este género es popular por ser emocionante y provocar adrenalina, además de desafiar los límites entre la ficción y la realidad. Aunque algunas personas eviten estas películas por temor a no poder dormir bien, estudios respaldan los beneficios psicológicos de verlas. Las películas de terror pueden promover la resiliencia, según un estudio que encontró que los amantes de este género mostraron mayor capacidad de adaptación durante la pandemia. También pueden ayudarte a comprender tus emociones y enfrentar el miedo de manera controlada, sirviendo incluso como terapia para superar fobias y ansiedades. Los filmes de terror pueden combatir la soledad al generar una sensación de valentía y promover la conexión con otros al compartir miedos comunes. Además, fomentan la empatía al permitir que te identifiques con los personajes y empatices con sus situaciones adversas. Además, ver películas de terror mejora las funciones cognitivas y la actividad cerebral. Estudios han demostrado que ciertas áreas del cerebro se activan más al visualizar este tipo de contenido, lo que potencia habilidades de razonamiento y planeación. En cuanto a recomendaciones, tanto clásicos del terror como “El Resplandor” y “El Exorcista”, como títulos más modernos como “Nosotros” y “A Quiet Place” son excelentes opciones para disfrutar de los beneficios de este género cinematográfico.
Seguramente te ha pasado: escuchas una canción en TikTok o en la radio y, sin darte cuenta, la sigues tarareando durante todo el día. Estos “gusanos musicales”, también conocidos como earworms en inglés, son fragmentos de melodías que se quedan en nuestra mente sin que lo decidamos. Pero, ¿por qué ocurre esto? Qué son los “gusanos musicales” Los expertos los llaman “imagen musical involuntaria” (INMI, por sus siglas en inglés) y son recuerdos que se activan por diversos factores, como un estado de ánimo, un pensamiento o un simple estímulo externo. Muchas veces, ni siquiera necesitamos entender la letra para que una canción se quede con nosotros. Cuando nuestra mente no está ocupada, entra en un modo automático en el que procesa recuerdos. Es en estos momentos cuando las canciones pegajosas encuentran el espacio para repetirse una y otra vez. La conexión con las emociones Las canciones que se quedan en nuestra mente suelen estar ligadas a emociones intensas. “O la amamos y cantamos con ella, o la odiamos e intentamos que se vaya. Pero, en ambos casos, terminamos manteniéndola en la mente ”, explica Philip Beaman, profesor de Psicología Experimental en la Universidad de Reading, Reino Unido. El cerebro retiene estos fragmentos musicales porque funcionan como secuencias que se desarrollan con el tiempo, a diferencia de otros recuerdos estáticos como una imagen. Por ello, cuando recordamos una canción, la reproducimos mentalmente, activando la corteza auditiva, la región del cerebro encargada de procesar los sonidos.
Para muchas personas, tener hijos, recibirse o adquirir un reconocimiento de prestigio en la comunidad están entre las experiencias que más felicidad generan. No obstante, hay un estudio basado en un sondeo que indica que el secreto de la felicidad en la vida es otro: viajar y empacar, incluso cuando se trata de recorrer un nuevo lugar como mochilero, sin dormir en hoteles de lujo. La investigación de Booking, una empresa de viajes, se hizo como una encuesta entre 17.000 personas en todo el mundo y sorprendió a varios. Ya en las etapas previas del viaje, cuando uno planifica itinerarios y demás empiezan las sensaciones placenteras. Y cuando a eso se le suma el traslado en sí, los resultados son aún más llamativos. De acuerdo a una gran parte de los encuestados, la experiencia de viajar se comparara a algunas de los hitos más trascendentales de la vida, como casarse o incluso tener un hijo. Para casi la mitad de los entrevistados (49% ), el impacto emocional de un viaje es más fuerte que haberse casado y para algo más de la mitad (51%) es más grato que una cita con su pareja. Para la mitad, viajar les dio más felicidad que conseguir un trabajo nuevo; para el 45% que comprometerse, y un 29% considera la experiencia viajera superior a la de tener un hijo. Para el experto mundial en el estudio de la felicidad, Shawn Ahcor, hay una relación directa entre el goce de reservar y realizar un viaje, y la calidad de vida. En un artículo publicado en Harvard Business Review, Achor afirma que un viaje bien planificado hace que uno vuelva con ganas a trabajar, además de contar con mayor energía para acometer las tareas laborales.
Ver películas de terror puede ser beneficioso para tu salud mental, a pesar de que puedan generar miedo o tensión. Este género es popular por ser emocionante y provocar adrenalina, además de desafiar los límites entre la ficción y la realidad. Aunque algunas personas eviten estas películas por temor a no poder dormir bien, estudios respaldan los beneficios psicológicos de verlas. Las películas de terror pueden promover la resiliencia, según un estudio que encontró que los amantes de este género mostraron mayor capacidad de adaptación durante la pandemia. También pueden ayudarte a comprender tus emociones y enfrentar el miedo de manera controlada, sirviendo incluso como terapia para superar fobias y ansiedades. Los filmes de terror pueden combatir la soledad al generar una sensación de valentía y promover la conexión con otros al compartir miedos comunes. Además, fomentan la empatía al permitir que te identifiques con los personajes y empatices con sus situaciones adversas. Además, ver películas de terror mejora las funciones cognitivas y la actividad cerebral. Estudios han demostrado que ciertas áreas del cerebro se activan más al visualizar este tipo de contenido, lo que potencia habilidades de razonamiento y planeación. En cuanto a recomendaciones, tanto clásicos del terror como “El Resplandor” y “El Exorcista”, como títulos más modernos como “Nosotros” y “A Quiet Place” son excelentes opciones para disfrutar de los beneficios de este género cinematográfico.