19 de diciembre de 2024
En Siria, la caída del régimen de Bashar al-Asad trajo júbilo a muchas personas que habían vivido bajo 13 años de una guerra civil intermitente y una dictadura de décadas.
No obstante, también fragmentó el territorio sirio. Varias facciones armadas ahora compiten por control y legitimidad, y actores externos se muestran ansiosos por preservar sus intereses regionales en medio del caos.
La caída del régimen del se dio tan rápido que no solamente tomó a los sirios por sorpresa, sino también a la comunidad internacional. Tal es el caso del analista geopolítico Aboud Barsekh-Onji, de 37 años, quien radica en México desde 2013.
En entrevista con Metro World News, compartió un poco de su vida en Alepo y cómo percibe los acontecimientos que cambiaron el panorama y el destino del país donde nació y creció.
MWN: ¿Cuándo saliste de Siria y has regresado desde entonces?
ABO: Salí de Alepo el 1 de junio de 2012, cuando la situación en diferentes partes del país empezaba a deteriorarse. No he regresado a Siria desde entonces.
Puede sonar fuerte, pero no creo que la democracia necesariamente sea un sinónimo de bienestar. ¿Prefieres un país gobernado por un dictador, pero donde tienes todo lo necesario para vivir bien, o un país donde hay cierto grado de democracia, pero el país no está bien en lo social o en lo económico?
Hafez al-Asad, padre de Bashar al-Asad, quien gobernó durante tres décadas, empezó a dar preferencia a su grupo religioso, los alauitas...
Más allá de los conflictos militares hablo...
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