22 de abril de 2025
Jorge Mario Bergoglio, el Papa Francisco, dejó un legado imborrable en la historia de la Iglesia Católica. Nacido en Buenos Aires, Argentina, el 17 de diciembre de 1936, se convirtió en el primer papa latinoamericano y su fallecimiento el 21 de abril de 2025, a los 88 años, marcó un capítulo significativo en la historia religiosa mundial.
Detrás de su figura carismática y su labor pastoral, se esconde una historia de amor juvenil que pocos conocen. En su infancia, Bergoglio vivió un intenso romance con su vecina Amalia Damonte, en el barrio porteño de Flores. Ambos eran solo niños cuando su relación floreció, pero la promesa que él le hizo a ella resonaría a lo largo de su vida. “Si no puedo casarme contigo, me haré sacerdote”, le prometió el pequeño Jorge, un juramento que, aunque inocente, definió su futuro.
Amalia, quien décadas más tarde compartió esta entrañable anécdota en una entrevista, recordó con nostalgia cómo su padre se opuso a este amor infantil, llegando incluso a castigarla por haber escrito una carta a Bergoglio. A pesar de que su relación nunca llegó a prosperar, la conexión que compartieron permaneció en sus corazones.
Un Papa con un mensaje de humildad
El Papa Francisco fue reconocido por su visión crítica y progresista dentro de la iglesia, así como por su mensaje de humildad. Su estilo pastoral siempre se caracterizó por ser cercano al pueblo, distanciándose de los lujos y de las formalidades que a menudo acompañan a la alta jerarquía eclesiástica. Este enfoque revolucionó la percepción del papado, acercándolo más a las realidades de la vida cotidiana de las personas.
La influencia del Papa se extendió más allá de la religión, impactando en temas sociales, políticos y ambientales. Su postura sobre la pobreza y la justicia social lo convirtió en un referente mundial. El Vaticano, bajo su liderazgo, abordó cuestiones como el cambio climático y la migración, instando a la comunidad internacional a actuar con responsabilidad y compasión.
Hoy, el mundo despide al papa número 266, una figura que dejó una huella profunda en la historia contemporánea. “Su estilo pastoral fue siempre cercano al pueblo, alejado de los lujos y de los protocolos innecesarios”. La comunidad católica y el público en general recordarán su llamado a la paz y su compromiso con la justicia social. Su vida y legado seguirán inspirando a muchos en la búsqueda de un mundo más justo y solidario.
Fuente: Publimetro