4 de marzo de 2024
Las Redes Sociales afectan a nuestra autoestima y bienestar, así lo demuestran numerosos estudios psicológicos que ven a las redes sociales como un factor de riesgo para la autoestima de las personas. Las publicaciones mostradas en las redes sociales afectan a la percepción de la autoimagen propia, perjudicando nuestro nivel de autoestima. Un factor importante es la frecuencia y tiempo que las personas usan las redes sociales, a mayor uso más influencia tienen.
La utilización de las nuevas tecnologías parece idealizar un patrón de mujer y hombre perfectos, una vida perfecta, creada en un perfil social. No muestran una realidad, sólo una apariencia idealizada. Se ha visto que las mujeres presentan mayor afectación, pero también los hombres reaccionan ante publicaciones de cuerpos musculosos y esbeltos, llevándolos a visualizarse con ese cuerpo idealizado, y por ello las redes sociales afectan a nuestra autoestima y bienestar, porque modifican nuestra conducta para conseguirlo.
Influencers, ¿realidad o ficción?
Es habitual seguir en redes sociales a influencers, marcas o revistas cuyas publicaciones se asemejan más a anuncios publicitarios que al día a día de las personas en general, cuyo fin es la venta de un producto, llegando a nosotros imágenes poco realistas de cómo deberíamos ser nosotros y cómo debería ser nuestro día a día. Un estereotipo de belleza y de estilo de vida que no es fácilmente alcanzable. Esta comparación puede incidir en la aparición de consecuencias emocionales, ya que nos genera frustración, desmotivación, vacío, tristeza e, incluso, rabia, y una baja autoestima. Así mismo, en los casos en los que se vea afectada la percepción de la autoimagen, puede favorecer la aparición de trastornos depresivos y alimentarios.
Like=felicidad
Por otra parte, cuando somos nosotros los que realizamos publicaciones, ya sean fotos, videos o pensamientos y recibimos “likes” o comentarios en nuestro perfil, nos provoca una gratificación inmediata, ya que estamos siendo aprobados por los demás, y estamos siendo aceptados. Todos tenemos la necesidad de encajar y de ser queridos y cuidados por los demás, y esta sensación de placer, generada por una aprobación externa, provoca que cada vez queramos más, como una especie de adicción. Por lo tanto, las redes sociales están provocando que nuestro bienestar o placer dependa de un agente externo, es decir, nuestra felicidad empieza a no depender de nosotros mismos, si no, de nuestra red social. Entregamos nuestra felicidad a personas que ni siquiera forman parte de nuestro día a día.
Este uso indebido de las redes sociales también tiene consecuencias a nivel cognitivo, ya que varios estudios demuestran cómo nuestra capacidad de atención y concentración está disminuyendo desde que el uso de la tecnología se ha instalado tantas horas a lo largo de nuestro día a día. Así mismo, nuestro nivel de paciencia también ha decaído: necesitamos más estímulos, pero más pequeños y rápidos, para no “cansarnos” o aburrirnos.
TIPS para utilizar las Redes Sociales