28 de mayo de 2024
Una de las ventajas más significativas de la IA en la belleza es su capacidad para ofrecer experiencias personalizadas. Las marcas están utilizando algoritmos de aprendizaje automático para generar fórmulas personalizadas de cuidado del cabello basadas en tipos de cabello individuales y estilos de vida. Esta tecnología permite productos más efectivos y personalizados para los consumidores. Además, la IA puede analizar selfies bien iluminados para identificar posibles problemas de la piel, lo que conduce a recomendaciones de cuidado de la piel personalizadas.
En cuanto a la accesibilidad, la IA desempeña un papel crucial en la creación de tecnología para personas con discapacidades visuales. La aplicación Asistente de Maquillaje con Voz (VMA) de Estée Lauder es un ejemplo destacado de esto. A través del aprendizaje automático, la tecnología de espejo inteligente y la instrucción por voz, las personas con discapacidades visuales pueden recibir comentarios detallados sobre su aplicación de maquillaje. Esta tecnología les permite aplicar maquillaje de forma independiente y segura, mejorando la inclusividad en la industria de la belleza.
Lo Negativo: Estándares de Belleza Irreales y Sesgo Racial
El aumento de los filtros de IA en las plataformas de redes sociales ha dado lugar a un fenómeno conocido como «Síndrome de la Cara Iguales» o «Síndrome de la Cara de Influencer». Muchos influencers tienden a tener rasgos faciales similares, como una piel sin poros, pómulos altos y proporciones exageradas. Los cirujanos plásticos han notado un aumento en pacientes que buscan estos looks filtrados, lo que puede tener consecuencias a largo plazo.
Aunque los filtros de IA pueden contribuir a la demanda de cirugía plástica, también crean expectativas irreales. Los cirujanos ahora dedican más tiempo a manejar las expectativas de los pacientes, educándolos sobre los riesgos potenciales y las limitaciones de recrear los filtros de IA en la vida real. Afortunadamente, a través del diálogo y la educación, los pacientes a menudo se dan cuenta de que la belleza natural es más deseable que una apariencia artificial y filtrada.
Lo Feo: Abordando el Sesgo Racial
Uno de los aspectos más oscuros de la IA en la belleza es el problema del sesgo racial. Se ha descubierto que los algoritmos impulsados por la IA muestran comportamientos racistas y sexistas, perpetuando desigualdades sociales. El software de reconocimiento facial, por ejemplo, ha mostrado tasas de error significativas al reconocer caras de mujeres negras en comparación con caras de hombres blancos.
Sin embargo, la buena noticia es que la IA puede ser entrenada para superar tales sesgos. Marcas como Estée Lauder reconocen la importancia de la diversidad y la inclusión en su desarrollo de IA. Al utilizar miles de imágenes en diferentes tonos de piel y formas faciales, sus algoritmos de IA están entrenados para analizar cualquier rostro con precisión. Este meticuloso proceso de entrenamiento reduce el riesgo de perpetuar la discriminación y contribuye a una industria de la belleza más inclusiva.