Bautista de la Peña tiene 15 años y hace unos días jugó la qualy del torneo Challenger 75 de Santiago, y si bien no logró ingresar al cuadro final del campeonato (perdió con el argentino Alejo Lingua Lavallén, 404 del ranking ATP), cuenta con uno de los más experimentados coach del circuito: su padre, Horacio “Pulga” de la Peña, quien reconoce estar ilusionado con hacer de su hijo una prominente figura del circuito. “Es más fácil (entrenar a su hijo), porque estoy ciento por ciento seguro de que él entiende lo que yo hablo. Estoy también ciento por ciento seguro de que va a hacer lo que yo le digo, porque sino, lo castigo, jajajá. Pero hablando en serio, la gran diferencia que yo creo que hay, es que él sabe que el ciento por ciento de mi atención está con él. Eso yo creo que es invaluable. Porque el entrenador, por más pasión que tenga, es su trabajo. Pero para mí además es mi hijo”, sincera el extenista en conversación con un medio de circulación nacional. La convicción de Horacio de la Peña Y es que el compromiso para De la Peña con su hijo es total. “Yo sueño todo el tiempo pensando cuáles son las cosas que tengo que generar y hacer para que él tenga una oportunidad en el tenis mundial. Y armo todo a su alrededor”, explica en lun.com. “Y ahora, con la gran ventaja de que volví al circuito profesional, que estoy con Tomás Etcheverry, que veo cuáles son las cosas que funcionan, cuáles son los chicos que tienen chance y los que no. Estoy ahí, en todos los grandes torneos, con todos los grandes jugadores, las nuevas promesas del tenis mundial”, recalca. “¿Si veo a mi hijo entre esas promesas? Sí. Estoy tranquilo en que, primero, la virtud número uno que debe tener un jugador para poder estar en el circuito profesional es tener una buena velocidad media de golpe a la pelota. Esa ya la tenemos, Bautista tiene una buena velocidad media. Ahora tiene que aprender la segunda virtud, que es manejar la velocidad media más alta del rival. Y estamos en el camino”, agrega el otrora entrenador del medallista olímpico chileno, Fernando González. “La gran verdad del tenis, es que los jugadores que son distintos en el mundo son los que tienen buena velocidad de pelota. Por ejemplo, de acá del circuito Dive Men Care salió Joao Fonseca, el brasileño (de 18 años, actual 80° del mundo). ¿Y por qué Fonseca hace ruido en el mundo? Porque le pega a la pelota a otra velocidad. La toma y la hace explotar. Esa es la gran verdad. Fernando González. ¿Por qué era un disruptor? ¿Por qué era distinto? Porque la tocaba y la prendía a fuego. Eso es algo que el Bauti ha entendido desde muy chiquito”, puntualiza el coach transandino. Sueño todo el tiempo pensando cuáles son las cosas que tengo que generar y hacer para que él tenga una oportunidad en el tenis — Horacio de la Peña “Trabajamos desde muy chiquito y realmente la prende a fuego. Le pega muy fuerte a la pelota”, señala el “Pulga”, quien reconoce que no en pocas ocasiones le han insistido en que se pasa de revoluciones en las exigencias de entrenamientos a su hijo. “A veces me dicen que lo presiono mucho. ‘¿Cómo lo exigís (sic), cómo lo empujás (sic)?’. Lo cierto es que el tenis está hecho para cierto perfil de personas. A veces dicen ‘pero es que de repente no lo pueden manejar’. Y si no lo puede manejar, que estudie, que haga otra cosa. No hay otra chance. De hecho se lo digo. Y no sólo lo digo yo, se lo decimos familiarmente”, finaliza. Fuente: Publimetro Deportes
Bautista de la Peña tiene 15 años y hace unos días jugó la qualy del torneo Challenger 75 de Santiago, y si bien no logró ingresar al cuadro final del campeonato (perdió con el argentino Alejo Lingua Lavallén, 404 del ranking ATP), cuenta con uno de los más experimentados coach del circuito: su padre, Horacio “Pulga” de la Peña, quien reconoce estar ilusionado con hacer de su hijo una prominente figura del circuito. “Es más fácil (entrenar a su hijo), porque estoy ciento por ciento seguro de que él entiende lo que yo hablo. Estoy también ciento por ciento seguro de que va a hacer lo que yo le digo, porque sino, lo castigo, jajajá. Pero hablando en serio, la gran diferencia que yo creo que hay, es que él sabe que el ciento por ciento de mi atención está con él. Eso yo creo que es invaluable. Porque el entrenador, por más pasión que tenga, es su trabajo. Pero para mí además es mi hijo”, sincera el extenista en conversación con un medio de circulación nacional. La convicción de Horacio de la Peña Y es que el compromiso para De la Peña con su hijo es total. “Yo sueño todo el tiempo pensando cuáles son las cosas que tengo que generar y hacer para que él tenga una oportunidad en el tenis mundial. Y armo todo a su alrededor”, explica en lun.com. “Y ahora, con la gran ventaja de que volví al circuito profesional, que estoy con Tomás Etcheverry, que veo cuáles son las cosas que funcionan, cuáles son los chicos que tienen chance y los que no. Estoy ahí, en todos los grandes torneos, con todos los grandes jugadores, las nuevas promesas del tenis mundial”, recalca. “¿Si veo a mi hijo entre esas promesas? Sí. Estoy tranquilo en que, primero, la virtud número uno que debe tener un jugador para poder estar en el circuito profesional es tener una buena velocidad media de golpe a la pelota. Esa ya la tenemos, Bautista tiene una buena velocidad media. Ahora tiene que aprender la segunda virtud, que es manejar la velocidad media más alta del rival. Y estamos en el camino”, agrega el otrora entrenador del medallista olímpico chileno, Fernando González. “La gran verdad del tenis, es que los jugadores que son distintos en el mundo son los que tienen buena velocidad de pelota. Por ejemplo, de acá del circuito Dive Men Care salió Joao Fonseca, el brasileño (de 18 años, actual 80° del mundo). ¿Y por qué Fonseca hace ruido en el mundo? Porque le pega a la pelota a otra velocidad. La toma y la hace explotar. Esa es la gran verdad. Fernando González. ¿Por qué era un disruptor? ¿Por qué era distinto? Porque la tocaba y la prendía a fuego. Eso es algo que el Bauti ha entendido desde muy chiquito”, puntualiza el coach transandino. Sueño todo el tiempo pensando cuáles son las cosas que tengo que generar y hacer para que él tenga una oportunidad en el tenis — Horacio de la Peña “Trabajamos desde muy chiquito y realmente la prende a fuego. Le pega muy fuerte a la pelota”, señala el “Pulga”, quien reconoce que no en pocas ocasiones le han insistido en que se pasa de revoluciones en las exigencias de entrenamientos a su hijo. “A veces me dicen que lo presiono mucho. ‘¿Cómo lo exigís (sic), cómo lo empujás (sic)?’. Lo cierto es que el tenis está hecho para cierto perfil de personas. A veces dicen ‘pero es que de repente no lo pueden manejar’. Y si no lo puede manejar, que estudie, que haga otra cosa. No hay otra chance. De hecho se lo digo. Y no sólo lo digo yo, se lo decimos familiarmente”, finaliza. Fuente: Publimetro Deportes