Una investigación reciente sugiere que los felinos pueden mostrar signos de duelo tras la muerte de otra mascota en el hogar, incluso cuando se trata del perro de la familia. Los hallazgos desafían la idea de que los gatos son antisociales y muestran que la experiencia del duelo podría ser universal entre los animales de compañía. El estudio, realizado por un equipo de la Universidad de Oakland en Estados Unidos y publicado en la revista Applied Animal Behaviour Science, reveló que muchos gatos presentan cambios de comportamiento tras la pérdida de un compañero. Algunos dejan de comer, tienen dificultades para dormir o emiten maullidos lastimeros. Otros se vuelven más necesitados de atención o pierden interés en sus actividades diarias. Los investigadores encuestaron a cuidadores de más de 450 gatos que habían perdido a otra mascota recientemente. En dos tercios de los casos, la mascota fallecida era otro gato; en el resto, se trataba de un perro. Los resultados mostraron que los gatos tienden a sufrir más cuanto más tiempo habían vivido con su compañero, aunque el número de mascotas en el hogar o presenciar la muerte no parecían influir en su comportamiento. Jennifer Vonk, psicóloga comparativa de la Universidad de Oakland y coautora del estudio, explicó a The Guardian que los gatos, a menudo percibidos como distantes, pueden formar lazos sociales y jerarquías en la naturaleza, lo que sugiere que la caracterización común de los felinos es incorrecta. “Creo que los hemos caracterizado mal”, afirmó. Sin embargo, los investigadores también señalaron que es posible que los cuidadores proyecten su propio dolor en sus gatos sobrevivientes, lo que podría influir en los comportamientos observados. Aun así, el estudio aporta evidencia de que los gatos, como otros animales, pueden experimentar el duelo de manera significativa, desafiando así su imagen tradicional de independencia emocional.
Una investigación reciente sugiere que los felinos pueden mostrar signos de duelo tras la muerte de otra mascota en el hogar, incluso cuando se trata del perro de la familia. Los hallazgos desafían la idea de que los gatos son antisociales y muestran que la experiencia del duelo podría ser universal entre los animales de compañía. El estudio, realizado por un equipo de la Universidad de Oakland en Estados Unidos y publicado en la revista Applied Animal Behaviour Science, reveló que muchos gatos presentan cambios de comportamiento tras la pérdida de un compañero. Algunos dejan de comer, tienen dificultades para dormir o emiten maullidos lastimeros. Otros se vuelven más necesitados de atención o pierden interés en sus actividades diarias. Los investigadores encuestaron a cuidadores de más de 450 gatos que habían perdido a otra mascota recientemente. En dos tercios de los casos, la mascota fallecida era otro gato; en el resto, se trataba de un perro. Los resultados mostraron que los gatos tienden a sufrir más cuanto más tiempo habían vivido con su compañero, aunque el número de mascotas en el hogar o presenciar la muerte no parecían influir en su comportamiento. Jennifer Vonk, psicóloga comparativa de la Universidad de Oakland y coautora del estudio, explicó a The Guardian que los gatos, a menudo percibidos como distantes, pueden formar lazos sociales y jerarquías en la naturaleza, lo que sugiere que la caracterización común de los felinos es incorrecta. “Creo que los hemos caracterizado mal”, afirmó. Sin embargo, los investigadores también señalaron que es posible que los cuidadores proyecten su propio dolor en sus gatos sobrevivientes, lo que podría influir en los comportamientos observados. Aun así, el estudio aporta evidencia de que los gatos, como otros animales, pueden experimentar el duelo de manera significativa, desafiando así su imagen tradicional de independencia emocional.