4 de marzo de 2025
¡Llegó marzo! Un mes donde niños y niñas retoman las clases con toda la energía y ganas de aprender. Un momento emocionante, pero también de cuidado, ya que muchos deben volver a rutinas y hábitos de sueño muy distintos a los acostumbrados en las vacaciones de verano.
La Dra. Loreto Vilches, neuróloga pediátrica del Hospital San Pablo de Coquimbo, advierte la importancia de crear un ambiente propicio para que los más pequeños del hogar logren un sueño reparador, ya que no descansar lo suficiente pueden provocarles problemas en el aprendizaje.
“Durante la noche se producen 4 a 5 ciclos de sueño donde los niños van recordando lo que aprendieron durante el día y fijando los aspectos más importantes en la memoria a largo plazo. Si no tienen un sueño reparador o no cumplen la cantidad de ciclos nocturnos, lo que aprendan durante el día no se va a fijar en su memoria a largo plazo, por lo que es imposible que ese aprendizaje les quede de forma permanente. Además, si el sueño es menor a lo recomendado, van a tener menor capacidad de atención y de organización, aspectos que les ayudan a aprender de forma adecuada durante la jornada escolar”, explica.
Recomendaciones
Para ayudar a los niños a adaptarse a los nuevos hábitos de sueño, la especialista recomienda a los padres preparar el ambiente antes de ir a dormir, para lo cual hay dos aspectos que son clave: el uso de pantallas y el tipo de alimentación.
“Un celular, una tablet, un computador o cualquier aparato en el rango de luces azules suprimen la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño, entonces si el niño ve pantallas hasta altas horas de la noche, la melatonina que secretó no va a ser efectiva, y por ende, se va a atrasar aún más su horario de sueño. Lo mejor es evitar las pantallas y luces LED por lo menos dos horas antes del horario en el que queremos que los niños se duerman, para que no se produzca este retraso en la secreción de melatonina”, comenta la Dra. Vilches.
Además, la neuróloga pediátrica del Hospital San Pablo de Coquimbo señala que una buena opción es guiarse por la puesta de sol, ya que tiene el mismo rango que la luz led azul. Por eso, cuando ya se empiece a oscurecer, es recomendable apagar todas las pantallas, independiente de si el niño la está viendo o solo está encendida.
“Muchos papás dicen que sus hijos no ven pantallas después de cierta hora, pero la verdad es que están tomando once o cenando con el televisor encendido, escuchando de fondo todo lo que ocurre. Claro, el niño no está mirando, pero sigue con esa estimulación de la pantalla, el problema es la luz”, relata.
Alimentos que ayudan a la secreción de melatonina
La alimentación cumple un rol muy importante en la calidad del sueño de los niños, ya que lo que comen influye directamente en cómo descansan. Evitar bebidas estimulantes y golosinas, además de aumentar alimentos que contribuyen a producir melatonina, pueden hacer una gran diferencia en la adaptación durante los primeros días de clases.
“Lo ideal es que los niños puedan cenar de forma liviana y tomar líquidos como máximo hasta las 8 de la noche. Además, evitar estimulantes como el té, y alrededor de las cuatro de la tarde suspender todos los alimentos procesados o más azucarados, como galletas y golosinas, que pueden provocar flatulencias o malestares gastrointestinales durante la noche. En su lugar, se recomienda aumentar alimentos que contengan triptófano, que ayuda a producir melatonina, y que lo encontramos en frutos secos, lácteos, carnes blancas, piña, plátano, palta y yema del huevo, entre otros”, detalla la Dra. Loreto Vilches.
Si bien durante los primeros días tanto padres como alumnos pueden estar un poco más somnolientos, la aplicación de estos pequeños cambios ayudará a que la experiencia sea aún más agradable y llevadera. Es que sin duda, un buen descanso y una alimentación adecuada serán claves para mantener la energía y el enfoque durante la vuelta a clases.
Fuente: DiarioElDia Región