¿Qué tal el reestreno como técnico? Haciendo fe de la decisión del VAR, debe haber quedado un sabor amargo de quedarse sin puntos al final… PUBLICIDAD —Fueron nueve meses sin dirigir y sí, se me hizo largo este período. Pero estamos contentos de volver al ruedo, de volver a dirigir, sabiendo que -a medida que va transcurriendo el año- las posibilidades pueden ser en lugares donde el objetivo puede ser como el de Copiapó, que es salvar la categoría. Después, dolido por no haber podido sumar contra Unión Española. Creo que hicimos un gran partido. Pero lo fue en general, por parte de ambos equipos. Pero lo que sucedió ya le había pasado a Copiapó. Creo mucho en la justicia y en los árbitros. No hay que entrar en las suspicacias con estos temas. Fue polémico el cierre y lo lamento, pero ahora ya nos enfocamos en el próximo partido. Así repasa Hernán Caputto su retorno a una banca, en Primera División. El exseleccionador juvenil tuvo su última experiencia en el banco de Ñublense en el tramo final de la pasada campaña y, ahora, le toca tomar el desafío de salvar a un complicado Copiapó que, en su estreno, cayó al final ante Unión Española. ¿Cómo asume este desafío? —El objetivo es salvar la categoría, como es lógico. Sabemos que es superdifícil, porque estamos últimos y con diferencia de puntos respecto de los que nos anteceden, pero quedan seis partidos, que serán seis finales, y con muchos partidos entre los que estamos peleando al fondo, jugando entre sí, entre nosotros. Imagino que se definirá al final, en las últimas dos fechas. Tenemos que sumar lo antes posible y acortar distancias para salvar la categoría. ¿No es un riesgo mayor tomar a un equipo colista y que tiene pocas chances de salvarse? —Sí, estadísticamente así es. Pero como entrenador siempre hay posibilidades y ellas, muchas veces, están en objetivos que no son tan fáciles, como éste. Siempre es arriesgado, pero para mí es peor estar nueve meses en casa, sin trabajar, sin hacer lo que me gusta y amo. Disfruto y nos entregamos al máximo junto a mi cuerpo técnico. Hay muy buenos jugadores, me han tratado superbien en la ciudad, confían en nosotros, así que nos vamos a brindar para luchar hasta el final, que es lo más importante para dejar a Copiapó en Primera. PUBLICIDAD ¿Cómo analiza el torneo, con la distancia de estos meses sin estar en un club? Por un lado, se dice que el campeonato es flojo, que el rendimiento de la selección tampoco ayuda. Pero, por contrapartida, Colo Colo está en cuartos de la Libertadores… —Respecto del torneo, me pone contento que -después de mucho tiempo- la “U”, un equipo que quiero mucho, esté luchando puestos de avanzada. Por otro lado, siempre es bueno, independiente del equipo que sea, que equipos nacionales estén luchando internacionalmente, como Colo Colo ante una potencia como River Plate en la Copa Libertadores. Eso le hace bien al fútbol chileno. Pero vale la pena separar temas. En la historia reciente, nos quejamos del torneo y apuntamos a que se deben mejorar un montón de cosas, no la competitividad o la cantidad de partidos, sino con el calendario, porque eso hace mejor el torneo, no sólo la calidad de los jugadores o de los partidos, sino cómo se juegan los partidos, cuándo se juega, qué descanso hay... Eso es importante también para hacer que el torneo mejore. ¿La competitividad está mejor que en temporadas anteriores? —Es difícil decirlo, porque agarro en esta última parte. El calendario está apretado y también hay fechas de Clasificatorias entremedio, pero considero que tiene que mejorar la competencia interna, con una Copa Chile que es un espacio donde pueden crecer los jugadores, sobre todo los más jóvenes, donde pueden tener espacio muchos futbolistas. El campeonato local a veces también se podría jugar en las fechas Fifa, porque mi ADN relacionado con el fútbol joven, de trabajar con ellos, me hace sentir que, más allá del reglamento, los jóvenes deben tener oportunidades. ¿Qué le parece el “renacer” de la “U”? —Me parece muy bien. Gustavo (Álvarez) es un gran entrenador. Tuve la suerte de tener contacto con él, a través de personas en común… Es un técnico que es amigo y a quien conozco antes de llegar a Huachipato, sé cómo trabaja y de su calidad humana. Me alegra que las dos cosas se le estén dando: su desarrollo y el del club. Es una institución a la que quiero y me pone contento que, después de algunos años complicados, estén viviendo momentos gratos. Algo más debe haber cambiado en el Centro Deportivo Azul que sólo el DT… —No podría hablar mucho del club en general. Cuando llega un entrenador, siempre es un cambio importante. Lógicamente deben haber cambiado más cosas, pero lo que veo es un equipo que funciona de manera correcta y aceitada, lo que ha hecho que se mantenga durante todo el torneo entre los líderes. Los cambios en el fútbol joven Con un largo recorrido en series inferiores, incluso con incursiones en selecciones nacionales, Hernán Caputto parece ser una voz idónea para analizar los cambios que la Anfp está implementando en las competencias juveniles. “Me llamó la atención cuando supe de las informaciones al respecto. Habiendo estado tantos años en las selecciones nacionales juveniles, nunca se había hablado de este tema. Solamente en 2012 se fusionaron dos categorías, los nacidos en 1996 y 1997. Eso hacía que los mejores jugadores de esas dos categorías pudiesen competir por un lugar. Se juntó con calendario de selección y terminó ocurriendo que los más chicos jugaron más que los más grandes, que era la Sub 20 que venía y terminaron llegando a la selección con menos minutaje, porque la 97 era un poco mejor y venían jugadores importantes. Eso pasa, de vez en cuando. Pero, ahora, quisiera saber bien el contexto para hablar con propiedad. Siempre estaré en desacuerdo con las cosas que no tengan una razón clara. Este cambio implicará que haya menos entrenadores, menos jugadores, y también menos asistentes y preparadores físicos, que también es importante para la formación y el desarrollo. En los años que estuve en las selecciones, nunca me preguntaron ni participé en alguna reunión, dentro de las muchísimas en las que estuve, en la que se analizara que se acorten de esta manera las categorías, tan tajantemente, dejando algunas categorías prácticamente sin competir. Me llama la atención. Lo he conversado con otros entrenadores, con algunos amigos que trabajan en fútbol joven, y nadie está muy de acuerdo. Y no sólo porque haya menos posibilidades de trabajo, sino también desde el desarrollo de los futbolistas, que requiere trabajo. No me cierra la idea, pero sería bueno conocer los fundamentos. Su olfato es que no es un cambio favorable... —Nos quejamos que el fútbol joven no es valorado, que no es bien remunerado. Si esto es para el beneficio de eso, fantástico. Pero si no es para eso, estoy en desacuerdo. Si es para el desarrollo de los futbolistas, para que haya más y mejores jugadores, estoy de acuerdo. Quiero ser tajante: si hay razones, fundamentos, está bien. Pero así, sin saber el fondo, no se puede estar de acuerdo, porque la mayor inversión siempre debe estar en el fútbol joven.
¿Qué tal el reestreno como técnico? Haciendo fe de la decisión del VAR, debe haber quedado un sabor amargo de quedarse sin puntos al final… PUBLICIDAD —Fueron nueve meses sin dirigir y sí, se me hizo largo este período. Pero estamos contentos de volver al ruedo, de volver a dirigir, sabiendo que -a medida que va transcurriendo el año- las posibilidades pueden ser en lugares donde el objetivo puede ser como el de Copiapó, que es salvar la categoría. Después, dolido por no haber podido sumar contra Unión Española. Creo que hicimos un gran partido. Pero lo fue en general, por parte de ambos equipos. Pero lo que sucedió ya le había pasado a Copiapó. Creo mucho en la justicia y en los árbitros. No hay que entrar en las suspicacias con estos temas. Fue polémico el cierre y lo lamento, pero ahora ya nos enfocamos en el próximo partido. Así repasa Hernán Caputto su retorno a una banca, en Primera División. El exseleccionador juvenil tuvo su última experiencia en el banco de Ñublense en el tramo final de la pasada campaña y, ahora, le toca tomar el desafío de salvar a un complicado Copiapó que, en su estreno, cayó al final ante Unión Española. ¿Cómo asume este desafío? —El objetivo es salvar la categoría, como es lógico. Sabemos que es superdifícil, porque estamos últimos y con diferencia de puntos respecto de los que nos anteceden, pero quedan seis partidos, que serán seis finales, y con muchos partidos entre los que estamos peleando al fondo, jugando entre sí, entre nosotros. Imagino que se definirá al final, en las últimas dos fechas. Tenemos que sumar lo antes posible y acortar distancias para salvar la categoría. ¿No es un riesgo mayor tomar a un equipo colista y que tiene pocas chances de salvarse? —Sí, estadísticamente así es. Pero como entrenador siempre hay posibilidades y ellas, muchas veces, están en objetivos que no son tan fáciles, como éste. Siempre es arriesgado, pero para mí es peor estar nueve meses en casa, sin trabajar, sin hacer lo que me gusta y amo. Disfruto y nos entregamos al máximo junto a mi cuerpo técnico. Hay muy buenos jugadores, me han tratado superbien en la ciudad, confían en nosotros, así que nos vamos a brindar para luchar hasta el final, que es lo más importante para dejar a Copiapó en Primera. PUBLICIDAD ¿Cómo analiza el torneo, con la distancia de estos meses sin estar en un club? Por un lado, se dice que el campeonato es flojo, que el rendimiento de la selección tampoco ayuda. Pero, por contrapartida, Colo Colo está en cuartos de la Libertadores… —Respecto del torneo, me pone contento que -después de mucho tiempo- la “U”, un equipo que quiero mucho, esté luchando puestos de avanzada. Por otro lado, siempre es bueno, independiente del equipo que sea, que equipos nacionales estén luchando internacionalmente, como Colo Colo ante una potencia como River Plate en la Copa Libertadores. Eso le hace bien al fútbol chileno. Pero vale la pena separar temas. En la historia reciente, nos quejamos del torneo y apuntamos a que se deben mejorar un montón de cosas, no la competitividad o la cantidad de partidos, sino con el calendario, porque eso hace mejor el torneo, no sólo la calidad de los jugadores o de los partidos, sino cómo se juegan los partidos, cuándo se juega, qué descanso hay... Eso es importante también para hacer que el torneo mejore. ¿La competitividad está mejor que en temporadas anteriores? —Es difícil decirlo, porque agarro en esta última parte. El calendario está apretado y también hay fechas de Clasificatorias entremedio, pero considero que tiene que mejorar la competencia interna, con una Copa Chile que es un espacio donde pueden crecer los jugadores, sobre todo los más jóvenes, donde pueden tener espacio muchos futbolistas. El campeonato local a veces también se podría jugar en las fechas Fifa, porque mi ADN relacionado con el fútbol joven, de trabajar con ellos, me hace sentir que, más allá del reglamento, los jóvenes deben tener oportunidades. ¿Qué le parece el “renacer” de la “U”? —Me parece muy bien. Gustavo (Álvarez) es un gran entrenador. Tuve la suerte de tener contacto con él, a través de personas en común… Es un técnico que es amigo y a quien conozco antes de llegar a Huachipato, sé cómo trabaja y de su calidad humana. Me alegra que las dos cosas se le estén dando: su desarrollo y el del club. Es una institución a la que quiero y me pone contento que, después de algunos años complicados, estén viviendo momentos gratos. Algo más debe haber cambiado en el Centro Deportivo Azul que sólo el DT… —No podría hablar mucho del club en general. Cuando llega un entrenador, siempre es un cambio importante. Lógicamente deben haber cambiado más cosas, pero lo que veo es un equipo que funciona de manera correcta y aceitada, lo que ha hecho que se mantenga durante todo el torneo entre los líderes. Los cambios en el fútbol joven Con un largo recorrido en series inferiores, incluso con incursiones en selecciones nacionales, Hernán Caputto parece ser una voz idónea para analizar los cambios que la Anfp está implementando en las competencias juveniles. “Me llamó la atención cuando supe de las informaciones al respecto. Habiendo estado tantos años en las selecciones nacionales juveniles, nunca se había hablado de este tema. Solamente en 2012 se fusionaron dos categorías, los nacidos en 1996 y 1997. Eso hacía que los mejores jugadores de esas dos categorías pudiesen competir por un lugar. Se juntó con calendario de selección y terminó ocurriendo que los más chicos jugaron más que los más grandes, que era la Sub 20 que venía y terminaron llegando a la selección con menos minutaje, porque la 97 era un poco mejor y venían jugadores importantes. Eso pasa, de vez en cuando. Pero, ahora, quisiera saber bien el contexto para hablar con propiedad. Siempre estaré en desacuerdo con las cosas que no tengan una razón clara. Este cambio implicará que haya menos entrenadores, menos jugadores, y también menos asistentes y preparadores físicos, que también es importante para la formación y el desarrollo. En los años que estuve en las selecciones, nunca me preguntaron ni participé en alguna reunión, dentro de las muchísimas en las que estuve, en la que se analizara que se acorten de esta manera las categorías, tan tajantemente, dejando algunas categorías prácticamente sin competir. Me llama la atención. Lo he conversado con otros entrenadores, con algunos amigos que trabajan en fútbol joven, y nadie está muy de acuerdo. Y no sólo porque haya menos posibilidades de trabajo, sino también desde el desarrollo de los futbolistas, que requiere trabajo. No me cierra la idea, pero sería bueno conocer los fundamentos. Su olfato es que no es un cambio favorable... —Nos quejamos que el fútbol joven no es valorado, que no es bien remunerado. Si esto es para el beneficio de eso, fantástico. Pero si no es para eso, estoy en desacuerdo. Si es para el desarrollo de los futbolistas, para que haya más y mejores jugadores, estoy de acuerdo. Quiero ser tajante: si hay razones, fundamentos, está bien. Pero así, sin saber el fondo, no se puede estar de acuerdo, porque la mayor inversión siempre debe estar en el fútbol joven.