29 de marzo de 2024
Una de las tradiciones más arraigadas en el Catolicismo durante Semana Santa es el consumo exclusivo de pescado, especialmente en el Viernes Santo. Aunque la Iglesia Católica no impone esta práctica, ha sido adoptada por muchos fieles como un acto de penitencia y conmemoración del sacrificio de Jesucristo.
La abstinencia de carnes rojas durante el Viernes Santo se remonta a la idea de humildad y modestia, en recuerdo del sacrificio de Cristo en la cruz. Según el derecho canónico, todos los viernes del año, a excepción de las solemnidades, se debe observar la abstinencia de carne, y en el Viernes Santo, este precepto se observa de manera más estricta.
La asociación del pescado con la virtud durante Semana Santa se remonta a relatos bíblicos, como el milagro de la multiplicación de peces y panes, que lo han convertido en un alimento simbólico de esta festividad religiosa.
Aunque la tradición del consumo de pescado en Semana Santa tiene profundas raíces en el Catolicismo, también genera un importante impacto en la agenda noticiosa, con reportes sobre las variaciones de precios y recomendaciones para la salud relacionadas con este tipo de alimentos durante esta época del año.