Llamó la atención ayer que algunas autoridades, como el propio ministro (s) de Transportes y Telecomunicaciones, Jorge Daza, mencionara que el accidente ocurrido ayer fuera el más grave de los últimos 20 años, en tanto que otros personeros también lo mencionaran como el más dantesco de la última década.
Si bien es un hecho lamentable, duro y terrible, por cómo sucedieron los hechos, las rutas de nuestra región han sido protagonistas de hechos similares y mayores en sus consecuencias.
Sin embargo, lo que se ve como relevante a la hora de revisar el choque de ayer, son las estadísticas que hay detrás de las máquinas involucradas, puesto que la información publicada por Bio Bio al respecto señala que en la categoría de firmas “extra grandes” del ranking de infracciones, en la que se agrupan aquellas con flotas de más de 200 máquinas, Pullman Bus presenta un índice de 19,6% el primer semestre del año pasado. La otra compañía en su categoría, Tur Bus, tiene un porcentaje significativamente inferior de 7,5%.
Por otra parte, Buses Cejer presentó un índice de infracciones de 15,3%, en el primer semestre del año pasado y según informó el Ministerio de Transportes, se le realizaron 124 fiscalizaciones, constatándose 19 infracciones.
De hecho, ayer fueron fiscalizadas las oficinas de Pullman Bus en Santiago, pero además, esta compañía de transportes emitió un comunicado explicando el accidente, donde responsabilizan a la gravilla que habría en el piso. Indican que el bus de patente PPU LJKW 77, se encontró con una ruta “llena de residuos, del tipo gravilla, que cayeron de (un) camión de tonelaje mayor”, señalando además que se obstaculizaba la vía “en una ruta donde la velocidad permitida es de 100 KM por hora. Nuestro bus y tripulación se encontraba con todo su documentación al día”.
No obstante, la Fiscalía de Coquimbo, en conjunto con la Sección de Investigación de Accidentes de Tránsito, SIAT, y el Laboratorio de Criminalística, Labocar, de Carabineros, descartaron la hipótesis que señalaba que un camión habría derramado gravilla en la Ruta 5 Norte, lugar del accidente.
La empresa de transporte Buses Cejer emitió un comunicado con respecto al grave accidente señalando que “Si bien contamos con información preliminar, nos mantendremos a la espera del pronunciamiento oficial de las autoridades, quienes están a cargo del procedimiento”, indicó.
Ocho víctimas en la “Ruta de la Muerte”
El 29 de enero del 2023 se produjo una colisión en la Ruta D-41, que une a La Serena con Vicuña, oportunidad en que fallecieron 8 personas.
En la oportunidad colisionaron dos vehículos particulares en el kilómetro 17, a la altura del sector de Altovalsol. Allí, se encontraron de frente ambos vehículos. En el automóvil que se dirigía en dirección a La Serena, iban las tres personas, todos ellos familiares, siendo identificados como Silvia del Rosario Carrizo (69), Mauricio Alexander Ubillo (40) y Monsterrat Emilia Ubillo (8), los que fallecierron.
En tanto que en el otro vehículo se movilizaban las otras cinco víctimas fatales, identificadas como Ann Judithza Ortiz (20), Ignacio Antonio Toro Ortiz (20), Darlyn Ortiz, -primos todos ellos – y la pareja de esta última, quienes iban acompañados por su pequeña hija de menos de un mes de vida, Emilia.
El lamentable y triste accidente enlutó a dos familias que quedaron destrozadas y significa uno de los accidentes más graves ocurridos los últimos años y con el mayor número de muertes.
Esta ruta es llamada comúnmente por los residentes de la zona como “La Ruta de la Muerte” debido a su inseguridad y al importante número de accidentes que ocurren en el año y a la alta cifra de víctimas fatales que tiene a su haber, por lo que se reclama como urgente la construcción de una doble vía.
Lo ocurrido en la Ruta-5 en el pasado
La tragedia más cercana que se recuerda en la Ruta-5 Norte ocurrió el 2 de octubre de 2010. Aquel día una máquina de pasajeros de la línea TurBus se volcó dejando un saldo de 6 víctimas fatales a la altura de Los Vilos.
Los pasajeros que resultaron ilesos argumentaron falla en el bus. “Cuando recién partió ya sonaba extraño. Se notaba que venía con un problema en el motor”, indicaba Karina Hevia, pasajera de la malograda máquina, a la salida del hospital de Los Vilos. En el mismo sentido iban las críticas de los familiares de los demás pasajeros que se agolpaban en las afueras de los recintos hospitalarios donde eran derivados sus seres queridos.
“Ya se notaba que el bus venía malo”, indicaban algunos, mientras otros, incrédulos de la información oficial, afirmaban con total convicción que estaban seguros de que el chofer no se había quedado dormido, como decía la información oficial. Pero este no es el único hecho grave de las últimas décadas.
En febrero de 1994, se produjo un volcamiento, dejando un saldo de 12 muertos. El mismo año, en diciembre, se producía la colisión de dos buses en la que murieron 24 personas. En 1996, una decena de víctimas fatales dejó el choque entre un bus y un camión y el 2002, cinco fueron los fallecidos luego del desbarrancamiento de un vehículo.
Fuente: DiarioElDia Región
