3 de septiembre de 2024
Gracias a un trasplante de células madres, el consorcio internacional IciStem, co-coordinado por el Instituto español de Investigación del Sida, IrsiCaixa confirmaron el pasado lunes 2 de septiembre el primer caso de un paciente que logró la curación del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).
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El protagonista de esta histórica remisión médica, conocido como “Paciente de Ginebra”, es la sexta persona que ha logrado curarse de este virus a raíz del transplante de células madres. No obstante, lo que diferencia y hace único a este caso, es que en esta ocasión la persona recibió células madres de un donante que no presentaba la mutación CCR5Δ32, conocida por conferir protección frente al VIH.
Según el estudio, que fue publicado en la revista del Reino Unido, Nature Medicine, señala que la mutación CCR5Δ32 “facilita la curación, pero que no es imprescindible para lograrla”.
“Este caso es especialmente interesante porque nos muestra que la remisión del VIH es posible incluso sin la mutación CCR5Δ32. Además, hemos identificado cuáles serían los posibles mecanismos que han permitido la curación en este caso, abriendo nuevas vías de investigación que nos acercan cada vez más a la erradicación del VIH”, sostuvo Javier Martínez-Picado, profesor español de investigación ICREA en IrisCaixa y coordinador de IciStem.
El “Paciente de Ginebra” fue diagnosticado con el Virus de Inmunodeficiencia Humana en mayo de 1990, quien inició de manera inmediata el tratamiento antirretroviral (tratamiento de las personas infectadas con el VIH con fármacos anti-VIH).
Hace 6 años, en 2018 le encontraron un sarcoma mieloide –que es una afección neoplásica caracterizada por la aparición de una o más masas tumorales– y a mediados del mismo año, se sometió a un trasplante de células madres provenientes de un donante compatible.
Tras un mes de aquel trasplante, las células sanguíneas del paciente habían sido totalmente reemplazadas por las del donante, y por consecuencia, las pruebas mostraron una disminución de las células portadoras del VIH en su organismo.
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Cabe mencionar que, antes del trasplante y pese a la mejoría a causa del tratamiento antirretroviral, el “Paciente de Ginebra” aún presentaba virus con capacidad para replicarse.
No obstante, luego del trasplante, el equipo médico y científico se percató de una severa reducción de los parámetros relacionados con el VIH; ya no existían partículas del virus, hubo un reservorio indetectable (hábitat donde el agente reside normalmente, crece y se multiplica), y ninguna respuesta inmunitaria que indicara que el cuerpo estaba reconociendo la presencia del virus.
De esta manera, la investigadora senior de IrsiCaixa y coordinadora de IciSteam, María Salgado, aseguró que “el Paciente de Ginebra ha sido el primero en lograr una remisión prolongada en el tiempo”.
Estos trasplantes sin la mutación CCR5Δ32 ya se habían llevado a cabo en otros pacientes con el Virus de Inmunodeficiencia Humana, sin embargo, si existía una detención en el tratamiento, aparecía un rebrote viral, aunque más que en una persona no transplantada.