16 de junio de 2024
La carrera del actor chileno estadounidense Pedro Pascal ha llegado a un momento cúlmine que sobrepasa su performance artística, siendo protagonista de la nueva campaña de branding de una de las marcas de cerveza más icónicas y, a la vez, de una polémica.
Nominado al Emmy y sensación de las redes sociales, ha sido anunciado como el nuevo embajador de la marca de una conocida cerveza, lo que representa, según algunos analistas, una combinación brillante para esta estrella cuyo carácter alegre y atractivo brillan en el anuncio debut de esta etapa de la marca.
Al mismo tiempo, sus abogados libran una batalla legal por el uso comercial de su nombre, a raíz del registro que hiciera un productor de pisco de la marca “Pedro Piscal”, hecho que recuerda de algún modo al caso de la “Miel Gibson” de hace algunos años.
Tras haber registrado David Herrera, cara visible de “Pedro Piscal”, la marca ante el Instituto Nacional de Propiedad Intelectual (INAPI), siendo declarado dueño de Pisco Pedro Piscal para dos clases, los asesores del actor le solicitaron la cesión del dominio web para evitar una posible demanda. No ocurrió lo primero, vino lo segundo y Herrera fue despojado de dos dominios, generando nuevas acciones.
Vivir la buena vida
Pero a quien es ya una celebridad mundial esta situación no le impide seguir en lo suyo, la actuación, que recientemente llevó al terreno del marketing como embajador de la, también célebre, cerveza Corona.
El lanzamiento de esta alianza de la cerveza y el protagonista de The Last of Us da vida, de manera novedosa, al clásico posicionamiento de Corona, que como dice en sus botellas y latas es “La cerveza más fina”. Y lo hace a través de una demostración potente del ethos latino moderno de la marca, que de este modo redefine lo que significa vivir la buena vida
Se ve entonces a un curioso Pascal siendo atraído hacia la playa, mientras deambula por una pequeña ciudad y se va dando cuenta de que la playa, más que un simple lugar, es un estado de ánimo.
Desarrollada por MullenLowe Los Angeles, la pieza tiene como dupla creativa a Chris Adams y Ross Cavin. La realización audiovisual pertenece a la productora MJZ, donde el director de cine es Craig Gillespie, con la colaboración de Cut + Run en la postproducción.