El impacto del lenguaje en el bienestar de nuestras mascotas ha sido objeto de un fascinante estudio llevado a cabo por un grupo de investigadores del Reino Unido. A través de la observación de aproximadamente 60 perros, los expertos analizaron cómo ciertas palabras afectan las reacciones emocionales y fisiológicas de estos queridos animales en nuestros hogares. Los resultados revelaron hallazgos sorprendentes sobre las palabras que pueden generar una gran felicidad en nuestros amigos peludos. Según el estudio, se identificaron cinco palabras que generan una respuesta emocional particularmente fuerte en los perros. Expresiones comovamos o caminamos elevaron significativamente el ritmo cardíaco de los perros, llegando hasta 156 latidos por minuto. Asimismo, términos comocomida y cuidado produjeron una excitación palpable, con un aumento del ritmo cardíaco entre 152 y 151 latidos por minuto. Estas palabras, asociadas a momentos de alimentación y recompensa, parecen ser una auténtica motivación para la felicidad de nuestros amigos peludos. Este estudio arroja luz sobre la importancia del lenguaje y las expresiones utilizadas al interactuar con nuestras mascotas, demostrando que las palabras tienen un impacto significativo en su estado de ánimo y comportamiento.
El amor, ese sentimiento tan profundo y misterioso que ha cautivado a la humanidad desde tiempos inmemoriales, es un fenómeno que ha sido objeto de estudio por parte de la neurociencia. Contrario a lo que se creía, el corazón no es el responsable de este sentimiento, sino que es el cerebro el órgano clave en la generación del amor. Según investigaciones realizadas por expertos en neurología, el enamoramiento desencadena una serie de procesos en el cerebro que involucran la liberación de diversas sustancias químicas. La dopamina, conocida como la hormona del placer, juega un papel fundamental al generar sensaciones gratificantes y crear una especie de adicción psicológica hacia la persona amada. Por otro lado, durante una etapa de desamor o duelo emocional, los niveles de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina experimentan cambios significativos. Estas alteraciones pueden estar relacionadas con trastornos obsesivos compulsivos (OCD) e incluso provocar síntomas similares a los experimentados en situaciones de estrés. La intensidad del amor también puede variar dependiendo del contexto. El amor a distancia se caracteriza por ser más cognitivo e imaginativo, mientras que enfrentar una pérdida afectiva activa regiones cerebrales vinculadas con las emociones y recuerdos. Los signos físicos del enamoramiento son evidentes: desde las famosasmariposas en el estómago hasta trastornos del sueño e insomnio. Incluso algunas civilizaciones han llegado a considerar al enamoramiento como una enfermedad debido a sus efectos sobre el apetito y estado anímico. Gracias a los avances en neurociencia podemos comprender mejor cómo opera este complejo sentimiento en nuestro cerebro. El amor no solo nos hace sentir emociones intensas; también desencadena reacciones químicas y neuronales que influyen directamente en nuestro comportamiento y bienestar emocional.
Cada ser humano es único e irrepetible, sin embargo, también existen características con las que una mayoría puede sentirse identificada. Muchas personas afirman que no dicen te quiero con frecuencia. De hecho, es una experiencia muy humana la de sentir que quedaron muchos te quiero por expresar tras una ruptura de pareja o después de la muerte de un ser querido. Miedo a decir te quiero ¿Cuáles son las causas que pueden producir una circunstancia de este tipo? Miedo al sufrimiento Así como a veces ocurre que una infidelidad es el punto de inflexión que marca el desenlace en una historia de amor, en la fase inicial también puede ocurrir que ese te quiero lo cambie todo entre dos personas que se encuentran en un momento de conocimiento. Por ejemplo, una persona dice te quiero adelantándose a los ritmos del otro y esto puede hacer que se sienta desbordado por unas expectativas tan altas. Por tanto, el miedo a que algo cambie entre los dos puede hacer que una persona prefiera guardarse ese te quiero para otro momento. Miedo a ser vulnerable La expresión emocional nunca es una fuente de debilidad sino de fortaleza emocional, sin embargo, algunas personas tienen la creencia equivocada de que cuando abren su corazón de forma incondicional conceden un poder absoluto al otro. El centro de tu libertad siempre se encuentra en tu propio eje vital y si te encuentras con una persona que juega con tus sentimientos o no valora tu confianza, entonces, tú puedes tomar decisiones para terminar con esa situación. Creencias sobre el amor Las creencias que tienes sobre el amor no están en la realidad misma, sin embargo, sí son el filtro desde el que observas los sentimientos y los vínculos de pareja. De este modo, si tienes creencias limitantes en torno a lo que puede significar decir te quiero en una relación de pareja, es posible que el temor sea la consecuencia natural que se deriva de una situación de este tipo. Por ejemplo, el miedo a la pérdida de libertad. Esta es una creencia que puede condicionar a una persona cuando siente que compartir su vida en pareja plantea un límite importante respecto de la toma de decisiones. ¿Cómo superar el miedo a decir te quiero? 4 consejos Decir te quiero a través de los hechos. Las palabras no solo pueden mostrarse a través de las palabras, sino también, por medio de las acciones. Existe una manifestación lógica del amor: el cuidado. Cuando quieres a una persona, deseas que se encuentre bien y disfrutas con su bienestar. Por esta razón, desde tu posición, puedes demostrar por medio de detalles sencillos esta implicación afectiva. Es decir, para decir te quiero sin decirlo, puedes hacerlo mediante demuestras que esa persona te importa. A través de la experiencia práctica. La escuela de la vida está marcada por vivencias que te aportan reflexiones y conclusiones. La base de la teoría es su aplicación en la práctica. Así como una persona supera el miedo a hablar en público al exponerse de manera gradual a situaciones en las que afronta este reto, del mismo modo, cuando se trata de decir te quiero, conviene crear en la práctica ocasiones reales en las que dices te quiero porque lo sientes realmente. Decir te quiero a través de la escritura. A veces, una persona se siente incómoda al decir te quiero de viva voz, sin embargo, se siente más cómoda cuando plasma estos sentimientos por escrito. Actualmente, el lenguaje tecnológico pone en valor la palabra escrita. La carta tradicional puede ayudarte a abrir tu corazón a través de la reflexión escrita. De hecho, también puedes utilizar recursos estilísticos que embellecen el mensaje para hablar del amor a través de las metáforas. Valora tu valentía. Platón afirma: No hay hombre tan cobarde a quien el amor no haga valiente y transforme en héroe. Personas a las que les cuesta decir te quiero: 5 consejos Evita la tendencia constante de la anticipación. Si cuando dices te quiero no conectas con tu voz interior sino que te anticipas a cómo crees que puede reaccionar la otra persona, rompes la esencia de ese momento. No digas te quiero si no lo sientes de verdad. Por ello, al inicio de una historia de amor, no hagas promesas que pueden pesarte emocionalmente si te desbordan. Toma conciencia de la finitud del tiempo y de la brevedad de la vida. Cuando pospones el acto de decir te quiero como si el tiempo fuese infinito, partes de un contexto poco realista. Visualízate a ti mismo diciendo te quiero a esa persona. Imagina el momento a nivel mental. Esta técnica de visualización puede darte confianza. Cuida tu autoestima. Cuando te quieres de verdad a ti mismo, este amor propio es la semilla del respeto a otro. Por tanto, decir te quiero es un acto de sabiduría vital que, precisamente, te hace sentir libre porque este sentimiento pide ser expresado.
Un ‘ vampiro de energía ‘ es un término popular para referirse a un individuo que, intencionadamente o no, drena la energía y la vitalidad de los que le rodean. A primera vista, esta persona puede parecer amable y encantadora. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, su impacto en los demás se hace evidente. Según una investigación publicada en Psychoanalytic Psychology, la naturaleza ensimismada de este tipo de individuos se oculta tras una conducta amable, lo que puede dificultar su identificación. A menudo, no son conscientes del impacto que tienen en los demás, debido a que están luchando con sus propios problemas y emociones. Sin embargo, el impacto de su comportamiento es significativo. Es importante reconocer cuándo se está en una relación (platónica o no platónica) con una persona que recibe más de lo que da y tomar medidas para proteger el propio bienestar psicológico. He aquí tres maneras de saber si estás sufriendo la presencia de un ‘vampiro de energía’ en tu vida y qué hacer al respecto. 1. Te sientes culpable constantemente Los manipuladores emocionales tienden a obligar a los que les rodean a sentir lástima por ellos. Utilizan esto como una táctica para ganar control. Es posible que utilicen el sentimiento de culpa, los arrebatos emocionales o las historias tristes para despertar la simpatía y la compasión de los demás. Puede que les oigas decir cosas como: «No puedo creer que me haya esforzado tanto y que los demás lo hayan estropeado». «No sé qué he hecho para merecer este enfado». «Siento que me derrumbaré si no estás ahí. ¿Cómo esperas que haga esto sin ti? Un artículo publicado en Personality and Individual Differences sugiere que los individuos con baja autoestima buscan más aprobación externa para sentirse mejor consigo mismos. Esto les convierte en un blanco fácil para los ‘vampiros de energía’ que muestran poca capacidad de empatía y buscan culpar a los demás de su propia falta de responsabilidad y/o necesidad de dependencia. Si te encuentras atrapado en su drama (autoinfligido), trabajar en tu propia autoestima puede ayudarte a contrarrestar su naturaleza autoritaria. Algunas cosas que pueden ayudar son: Practicar la autocompasión. Trátate con amabilidad y recuérdate que todo el mundo, no sólo tú, tiene defectos e imperfecciones. Rodearse de gente positiva. Pasa más tiempo con amigos y familiares que te animen y evita a los que te depriman. Desafiar la autoconversación negativa. Desafía tus pensamientos depresivos y esfuérzate por replantear las cosas desde un punto de vista más positivo. Céntrate en tus puntos fuertes y en tus logros en lugar de dejar que alguien se centre en tus defectos o errores. Practicar la gratitud. Dedica tiempo a reflexionar sobre los aspectos positivos de tu vida y expresa gratitud por ellos para alejar tu atención de la negatividad y aumentar tu bienestar. Es importante reconocer cuándo te están manipulando y centrarte en ti mismo para protegerte de su comportamiento dañino. 2. Te sientes menospreciado En un intento de sobrecompensar sus propias inseguridades, los ‘vampiros energéticos’ desarrollan la necesidad neurótica de ejercer dominio volviéndose excesivamente críticos con los demás. Los tipos de personalidad «dramáticos», a menudo en su necesidad de desarrollar un sentido más positivo de sí mismos, consiguen lo mismo intentando menospreciar a los demás, muestra una investigación publicada en la Academia Americana de Psicoanálisis. Estos rasgos suelen darse en los narcisistas. Para alimentarse de tu energía, puede que veas cómo desvían la atención sin fisuras hacia ellos mismos diciendo cosas como: «Sé que tienes problemas en tu relación, pero al menos tienes una. Me siento tan solo». «Entiendo que tienes que trabajar, pero realmente necesito tu ayuda con esto». «Quieres pasar tiempo en casa y lo entiendo, pero actúas demasiado mayor para tu edad». Sus críticas pueden dejarte agotado. Aunque no obtengas una respuesta positiva, puedes intentar ser más asertivo sobre tus necesidades diciendo : «Me siento incómodo cuando me hablas en ese tono de voz». «No puedo asistir a ese acto, pero gracias por invitarme». «Entiendo tu postura, pero no me interesa y necesito tomarme un descanso». En definitiva, tienes que aprender a priorizar tus propias necesidades y evitar las interacciones con individuos que te menosprecian constantemente. 3. Se aprovechan fácilmente de ti Un estudio publicado en el Journal of Research in Personality descubrió que las personas con altos niveles de ansiedad, empatía y compasión buscan la compañía de aquellos que son más dominantes. En otras palabras, se someten de buen grado a las exigencias de los demás. Esto las convierte en un blanco fácil para los ‘vampiros de energía’. Aunque pueda resultar difícil, es esencial trazar límites estrictos que rodeen tu propio bienestar. Algunas formas de conseguirlo son: Sé claro y específico. Indica claramente el comportamiento que es inaceptable y cuáles serán las consecuencias si se traspasa el límite. Prioriza tus necesidades. Recuerda que está bien dar prioridad a tu propia felicidad sin sentirte culpable por establecer límites que protejan tu salud mental y emocional. Aprende a dejar espacio. No pasa nada por decir que no a peticiones o invitaciones que no se ajustan a tus necesidades o valores. Establecer y mantener límites saludables requiere práctica y constancia. No pasa nada por buscar el apoyo de amigos de confianza o de un profesional de la salud mental que te ayude a equilibrar tu deseo de ser simpático y agradable con tus prioridades de salud mental.
El impacto del lenguaje en el bienestar de nuestras mascotas ha sido objeto de un fascinante estudio llevado a cabo por un grupo de investigadores del Reino Unido. A través de la observación de aproximadamente 60 perros, los expertos analizaron cómo ciertas palabras afectan las reacciones emocionales y fisiológicas de estos queridos animales en nuestros hogares. Los resultados revelaron hallazgos sorprendentes sobre las palabras que pueden generar una gran felicidad en nuestros amigos peludos. Según el estudio, se identificaron cinco palabras que generan una respuesta emocional particularmente fuerte en los perros. Expresiones comovamos o caminamos elevaron significativamente el ritmo cardíaco de los perros, llegando hasta 156 latidos por minuto. Asimismo, términos comocomida y cuidado produjeron una excitación palpable, con un aumento del ritmo cardíaco entre 152 y 151 latidos por minuto. Estas palabras, asociadas a momentos de alimentación y recompensa, parecen ser una auténtica motivación para la felicidad de nuestros amigos peludos. Este estudio arroja luz sobre la importancia del lenguaje y las expresiones utilizadas al interactuar con nuestras mascotas, demostrando que las palabras tienen un impacto significativo en su estado de ánimo y comportamiento.
El amor, ese sentimiento tan profundo y misterioso que ha cautivado a la humanidad desde tiempos inmemoriales, es un fenómeno que ha sido objeto de estudio por parte de la neurociencia. Contrario a lo que se creía, el corazón no es el responsable de este sentimiento, sino que es el cerebro el órgano clave en la generación del amor. Según investigaciones realizadas por expertos en neurología, el enamoramiento desencadena una serie de procesos en el cerebro que involucran la liberación de diversas sustancias químicas. La dopamina, conocida como la hormona del placer, juega un papel fundamental al generar sensaciones gratificantes y crear una especie de adicción psicológica hacia la persona amada. Por otro lado, durante una etapa de desamor o duelo emocional, los niveles de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina experimentan cambios significativos. Estas alteraciones pueden estar relacionadas con trastornos obsesivos compulsivos (OCD) e incluso provocar síntomas similares a los experimentados en situaciones de estrés. La intensidad del amor también puede variar dependiendo del contexto. El amor a distancia se caracteriza por ser más cognitivo e imaginativo, mientras que enfrentar una pérdida afectiva activa regiones cerebrales vinculadas con las emociones y recuerdos. Los signos físicos del enamoramiento son evidentes: desde las famosasmariposas en el estómago hasta trastornos del sueño e insomnio. Incluso algunas civilizaciones han llegado a considerar al enamoramiento como una enfermedad debido a sus efectos sobre el apetito y estado anímico. Gracias a los avances en neurociencia podemos comprender mejor cómo opera este complejo sentimiento en nuestro cerebro. El amor no solo nos hace sentir emociones intensas; también desencadena reacciones químicas y neuronales que influyen directamente en nuestro comportamiento y bienestar emocional.
Cada ser humano es único e irrepetible, sin embargo, también existen características con las que una mayoría puede sentirse identificada. Muchas personas afirman que no dicen te quiero con frecuencia. De hecho, es una experiencia muy humana la de sentir que quedaron muchos te quiero por expresar tras una ruptura de pareja o después de la muerte de un ser querido. Miedo a decir te quiero ¿Cuáles son las causas que pueden producir una circunstancia de este tipo? Miedo al sufrimiento Así como a veces ocurre que una infidelidad es el punto de inflexión que marca el desenlace en una historia de amor, en la fase inicial también puede ocurrir que ese te quiero lo cambie todo entre dos personas que se encuentran en un momento de conocimiento. Por ejemplo, una persona dice te quiero adelantándose a los ritmos del otro y esto puede hacer que se sienta desbordado por unas expectativas tan altas. Por tanto, el miedo a que algo cambie entre los dos puede hacer que una persona prefiera guardarse ese te quiero para otro momento. Miedo a ser vulnerable La expresión emocional nunca es una fuente de debilidad sino de fortaleza emocional, sin embargo, algunas personas tienen la creencia equivocada de que cuando abren su corazón de forma incondicional conceden un poder absoluto al otro. El centro de tu libertad siempre se encuentra en tu propio eje vital y si te encuentras con una persona que juega con tus sentimientos o no valora tu confianza, entonces, tú puedes tomar decisiones para terminar con esa situación. Creencias sobre el amor Las creencias que tienes sobre el amor no están en la realidad misma, sin embargo, sí son el filtro desde el que observas los sentimientos y los vínculos de pareja. De este modo, si tienes creencias limitantes en torno a lo que puede significar decir te quiero en una relación de pareja, es posible que el temor sea la consecuencia natural que se deriva de una situación de este tipo. Por ejemplo, el miedo a la pérdida de libertad. Esta es una creencia que puede condicionar a una persona cuando siente que compartir su vida en pareja plantea un límite importante respecto de la toma de decisiones. ¿Cómo superar el miedo a decir te quiero? 4 consejos Decir te quiero a través de los hechos. Las palabras no solo pueden mostrarse a través de las palabras, sino también, por medio de las acciones. Existe una manifestación lógica del amor: el cuidado. Cuando quieres a una persona, deseas que se encuentre bien y disfrutas con su bienestar. Por esta razón, desde tu posición, puedes demostrar por medio de detalles sencillos esta implicación afectiva. Es decir, para decir te quiero sin decirlo, puedes hacerlo mediante demuestras que esa persona te importa. A través de la experiencia práctica. La escuela de la vida está marcada por vivencias que te aportan reflexiones y conclusiones. La base de la teoría es su aplicación en la práctica. Así como una persona supera el miedo a hablar en público al exponerse de manera gradual a situaciones en las que afronta este reto, del mismo modo, cuando se trata de decir te quiero, conviene crear en la práctica ocasiones reales en las que dices te quiero porque lo sientes realmente. Decir te quiero a través de la escritura. A veces, una persona se siente incómoda al decir te quiero de viva voz, sin embargo, se siente más cómoda cuando plasma estos sentimientos por escrito. Actualmente, el lenguaje tecnológico pone en valor la palabra escrita. La carta tradicional puede ayudarte a abrir tu corazón a través de la reflexión escrita. De hecho, también puedes utilizar recursos estilísticos que embellecen el mensaje para hablar del amor a través de las metáforas. Valora tu valentía. Platón afirma: No hay hombre tan cobarde a quien el amor no haga valiente y transforme en héroe. Personas a las que les cuesta decir te quiero: 5 consejos Evita la tendencia constante de la anticipación. Si cuando dices te quiero no conectas con tu voz interior sino que te anticipas a cómo crees que puede reaccionar la otra persona, rompes la esencia de ese momento. No digas te quiero si no lo sientes de verdad. Por ello, al inicio de una historia de amor, no hagas promesas que pueden pesarte emocionalmente si te desbordan. Toma conciencia de la finitud del tiempo y de la brevedad de la vida. Cuando pospones el acto de decir te quiero como si el tiempo fuese infinito, partes de un contexto poco realista. Visualízate a ti mismo diciendo te quiero a esa persona. Imagina el momento a nivel mental. Esta técnica de visualización puede darte confianza. Cuida tu autoestima. Cuando te quieres de verdad a ti mismo, este amor propio es la semilla del respeto a otro. Por tanto, decir te quiero es un acto de sabiduría vital que, precisamente, te hace sentir libre porque este sentimiento pide ser expresado.
Un ‘ vampiro de energía ‘ es un término popular para referirse a un individuo que, intencionadamente o no, drena la energía y la vitalidad de los que le rodean. A primera vista, esta persona puede parecer amable y encantadora. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, su impacto en los demás se hace evidente. Según una investigación publicada en Psychoanalytic Psychology, la naturaleza ensimismada de este tipo de individuos se oculta tras una conducta amable, lo que puede dificultar su identificación. A menudo, no son conscientes del impacto que tienen en los demás, debido a que están luchando con sus propios problemas y emociones. Sin embargo, el impacto de su comportamiento es significativo. Es importante reconocer cuándo se está en una relación (platónica o no platónica) con una persona que recibe más de lo que da y tomar medidas para proteger el propio bienestar psicológico. He aquí tres maneras de saber si estás sufriendo la presencia de un ‘vampiro de energía’ en tu vida y qué hacer al respecto. 1. Te sientes culpable constantemente Los manipuladores emocionales tienden a obligar a los que les rodean a sentir lástima por ellos. Utilizan esto como una táctica para ganar control. Es posible que utilicen el sentimiento de culpa, los arrebatos emocionales o las historias tristes para despertar la simpatía y la compasión de los demás. Puede que les oigas decir cosas como: «No puedo creer que me haya esforzado tanto y que los demás lo hayan estropeado». «No sé qué he hecho para merecer este enfado». «Siento que me derrumbaré si no estás ahí. ¿Cómo esperas que haga esto sin ti? Un artículo publicado en Personality and Individual Differences sugiere que los individuos con baja autoestima buscan más aprobación externa para sentirse mejor consigo mismos. Esto les convierte en un blanco fácil para los ‘vampiros de energía’ que muestran poca capacidad de empatía y buscan culpar a los demás de su propia falta de responsabilidad y/o necesidad de dependencia. Si te encuentras atrapado en su drama (autoinfligido), trabajar en tu propia autoestima puede ayudarte a contrarrestar su naturaleza autoritaria. Algunas cosas que pueden ayudar son: Practicar la autocompasión. Trátate con amabilidad y recuérdate que todo el mundo, no sólo tú, tiene defectos e imperfecciones. Rodearse de gente positiva. Pasa más tiempo con amigos y familiares que te animen y evita a los que te depriman. Desafiar la autoconversación negativa. Desafía tus pensamientos depresivos y esfuérzate por replantear las cosas desde un punto de vista más positivo. Céntrate en tus puntos fuertes y en tus logros en lugar de dejar que alguien se centre en tus defectos o errores. Practicar la gratitud. Dedica tiempo a reflexionar sobre los aspectos positivos de tu vida y expresa gratitud por ellos para alejar tu atención de la negatividad y aumentar tu bienestar. Es importante reconocer cuándo te están manipulando y centrarte en ti mismo para protegerte de su comportamiento dañino. 2. Te sientes menospreciado En un intento de sobrecompensar sus propias inseguridades, los ‘vampiros energéticos’ desarrollan la necesidad neurótica de ejercer dominio volviéndose excesivamente críticos con los demás. Los tipos de personalidad «dramáticos», a menudo en su necesidad de desarrollar un sentido más positivo de sí mismos, consiguen lo mismo intentando menospreciar a los demás, muestra una investigación publicada en la Academia Americana de Psicoanálisis. Estos rasgos suelen darse en los narcisistas. Para alimentarse de tu energía, puede que veas cómo desvían la atención sin fisuras hacia ellos mismos diciendo cosas como: «Sé que tienes problemas en tu relación, pero al menos tienes una. Me siento tan solo». «Entiendo que tienes que trabajar, pero realmente necesito tu ayuda con esto». «Quieres pasar tiempo en casa y lo entiendo, pero actúas demasiado mayor para tu edad». Sus críticas pueden dejarte agotado. Aunque no obtengas una respuesta positiva, puedes intentar ser más asertivo sobre tus necesidades diciendo : «Me siento incómodo cuando me hablas en ese tono de voz». «No puedo asistir a ese acto, pero gracias por invitarme». «Entiendo tu postura, pero no me interesa y necesito tomarme un descanso». En definitiva, tienes que aprender a priorizar tus propias necesidades y evitar las interacciones con individuos que te menosprecian constantemente. 3. Se aprovechan fácilmente de ti Un estudio publicado en el Journal of Research in Personality descubrió que las personas con altos niveles de ansiedad, empatía y compasión buscan la compañía de aquellos que son más dominantes. En otras palabras, se someten de buen grado a las exigencias de los demás. Esto las convierte en un blanco fácil para los ‘vampiros de energía’. Aunque pueda resultar difícil, es esencial trazar límites estrictos que rodeen tu propio bienestar. Algunas formas de conseguirlo son: Sé claro y específico. Indica claramente el comportamiento que es inaceptable y cuáles serán las consecuencias si se traspasa el límite. Prioriza tus necesidades. Recuerda que está bien dar prioridad a tu propia felicidad sin sentirte culpable por establecer límites que protejan tu salud mental y emocional. Aprende a dejar espacio. No pasa nada por decir que no a peticiones o invitaciones que no se ajustan a tus necesidades o valores. Establecer y mantener límites saludables requiere práctica y constancia. No pasa nada por buscar el apoyo de amigos de confianza o de un profesional de la salud mental que te ayude a equilibrar tu deseo de ser simpático y agradable con tus prioridades de salud mental.