Según reveló un estudio auspiciado por el Instituto Nacional de Abuso de Drogas en los Estados Unidos, el maltrato infantil no solo afecta de manera psicológica sino que físicamente modifica la estructura cortical del cerebro, aumentando la posibilidad de consumo de drogas y de padecer trastornos mentales en la edad adulta. Publicada por el Centro Nacional de Información Biotecnológica, la investigación de referencia realizó resonancias magnéticas a 265 niños (142 de ellos maltratados y 123 no maltratados), observándose marcadas diferencias en la centralidad de diversas regiones corticales. Martin Teicher y su equipo del McLean Hospital, Harvard Medical School y Northeastern University, asociaron el maltrato en los ahora adultos jóvenes con una menor centralidad en las regiones del cerebro involucradas en la regulación emocional y la capacidad de atribuir con precisión pensamientos o intenciones a los demás. Por el contrario, se encontró mayor centralidad en regiones que tienen que ver con la percepción emocional interna, el pensamiento autorreferencial y la autoconciencia. “ Esto puede proporcionar un mecanismo potencial de cómo el maltrato aumenta el riesgo para la psicopatología ”, establecieron los investigadores. A raíz de estos hallazgos, se determinó que el maltrato infantil es un factor altamente estresante que altera las trayectorias del desarrollo cerebral.
Según reveló un estudio auspiciado por el Instituto Nacional de Abuso de Drogas en los Estados Unidos, el maltrato infantil no solo afecta de manera psicológica sino que físicamente modifica la estructura cortical del cerebro, aumentando la posibilidad de consumo de drogas y de padecer trastornos mentales en la edad adulta. Publicada por el Centro Nacional de Información Biotecnológica, la investigación de referencia realizó resonancias magnéticas a 265 niños (142 de ellos maltratados y 123 no maltratados), observándose marcadas diferencias en la centralidad de diversas regiones corticales. Martin Teicher y su equipo del McLean Hospital, Harvard Medical School y Northeastern University, asociaron el maltrato en los ahora adultos jóvenes con una menor centralidad en las regiones del cerebro involucradas en la regulación emocional y la capacidad de atribuir con precisión pensamientos o intenciones a los demás. Por el contrario, se encontró mayor centralidad en regiones que tienen que ver con la percepción emocional interna, el pensamiento autorreferencial y la autoconciencia. “ Esto puede proporcionar un mecanismo potencial de cómo el maltrato aumenta el riesgo para la psicopatología ”, establecieron los investigadores. A raíz de estos hallazgos, se determinó que el maltrato infantil es un factor altamente estresante que altera las trayectorias del desarrollo cerebral.