En una reciente entrevista con El Mercurio, Carola de Moras, reconocida animadora chilena, se sinceró sobre las razones de su alejamiento de la pantalla abierta y su visión sobre el rol de la mujer en la industria televisiva actual. Además, la animadora compartió una serie de experiencias incómodas que vivió durante su carrera en televisión. En particular, De Moras dio a conocer un momento en particular donde se sintió cosificada. PUBLICIDAD De Moras partió explicando que su ausencia en la televisión se debe a una combinación de factores personales y a la falta de proyectos que le resulten atractivos. “La televisión está súper acotada y siento que hay rostros que no tenemos mucho que aportar en los formatos que hay”, afirmó. En su opinión, la televisión de hoy está dominada por programas de talentos, realities y farándula, formatos que le resultan interesantes como espectadora, pero en los cuales no le interesa participar como profesional. “Todavía me gusta generar otro tipo de contenidos”, señaló, enfatizando su deseo de involucrarse en proyectos de mayor profundidad. Respecto al rol de la mujer en la televisión, De Moras fue clara al señalar la falta de equidad de género en la industria. “No existe la equidad de género”, aseguró. “No quiero decir que sea una televisión machista, pero todavía hay ciertos programas que hacen los hombres y no las mujeres, como los de conversación”, sostuvo. La animadora explicó que, en su experiencia, las mujeres que expresan sus opiniones en la televisión suelen ser catalogadas negativamente, mientras que a los hombres se les atribuyen actitudes de liderazgo. “La voz de la mujer no es tan escuchada en televisión y, si es escuchada, después, en bambalinas, queda el comentario de ‘supiste la pataleta que hizo’. En cambio, cuando un hombre va a pedir algo, se comenta que fue a golpear la mesa y dejó las cosas claras”, añadió. De Moras recordó episodio de cosificación en la TV Entre los episodios que más la marcaron, De Moras recordó una situación en la que se sintió cosificada por su apariencia. “Cuando estaba en televisión y exigía cosas, siempre decían: ‘No, es que la Carola es agotadora’ porque, por ejemplo, pedía que no partiéramos el programa mostrando mis piernas . Pero si yo no me sentía cómoda, tenía todo el derecho a pedir que hicieran un paneo general”, comentó, sin revelar en qué canal sucedieron estos incidentes. PUBLICIDAD La animadora confesó que sus inicios en televisión fueron difíciles y marcados por la cosificación. “Yo llegué muy chica a la televisión y diciendo las cosas que no me parecían, entonces, que me sentaran en un mesón televisivo para hacer un matinal, por ejemplo, y me dijeran: ‘Tú, sonríe nomás, porque con tu sonrisa, llenas el espacio’, me lo podía tomar como piropo o como ‘a esta niñita la tenemos para sonreír’ . Esos fueron mis inicios”, recordó. Estos episodios, según explicó, la llevaron a expresar sus opiniones con mayor firmeza, aunque esa actitud no siempre fue bien recibida. “Me enfrenté a la cosificación, de que soy un mueble más de adorno y ahí fue cuando empecé a expresar más mis opiniones, que, claramente, no caían muy bien”, cerró la comunicadora.
En una reciente entrevista con El Mercurio, Carola de Moras, reconocida animadora chilena, se sinceró sobre las razones de su alejamiento de la pantalla abierta y su visión sobre el rol de la mujer en la industria televisiva actual. Además, la animadora compartió una serie de experiencias incómodas que vivió durante su carrera en televisión. En particular, De Moras dio a conocer un momento en particular donde se sintió cosificada. PUBLICIDAD De Moras partió explicando que su ausencia en la televisión se debe a una combinación de factores personales y a la falta de proyectos que le resulten atractivos. “La televisión está súper acotada y siento que hay rostros que no tenemos mucho que aportar en los formatos que hay”, afirmó. En su opinión, la televisión de hoy está dominada por programas de talentos, realities y farándula, formatos que le resultan interesantes como espectadora, pero en los cuales no le interesa participar como profesional. “Todavía me gusta generar otro tipo de contenidos”, señaló, enfatizando su deseo de involucrarse en proyectos de mayor profundidad. Respecto al rol de la mujer en la televisión, De Moras fue clara al señalar la falta de equidad de género en la industria. “No existe la equidad de género”, aseguró. “No quiero decir que sea una televisión machista, pero todavía hay ciertos programas que hacen los hombres y no las mujeres, como los de conversación”, sostuvo. La animadora explicó que, en su experiencia, las mujeres que expresan sus opiniones en la televisión suelen ser catalogadas negativamente, mientras que a los hombres se les atribuyen actitudes de liderazgo. “La voz de la mujer no es tan escuchada en televisión y, si es escuchada, después, en bambalinas, queda el comentario de ‘supiste la pataleta que hizo’. En cambio, cuando un hombre va a pedir algo, se comenta que fue a golpear la mesa y dejó las cosas claras”, añadió. De Moras recordó episodio de cosificación en la TV Entre los episodios que más la marcaron, De Moras recordó una situación en la que se sintió cosificada por su apariencia. “Cuando estaba en televisión y exigía cosas, siempre decían: ‘No, es que la Carola es agotadora’ porque, por ejemplo, pedía que no partiéramos el programa mostrando mis piernas . Pero si yo no me sentía cómoda, tenía todo el derecho a pedir que hicieran un paneo general”, comentó, sin revelar en qué canal sucedieron estos incidentes. PUBLICIDAD La animadora confesó que sus inicios en televisión fueron difíciles y marcados por la cosificación. “Yo llegué muy chica a la televisión y diciendo las cosas que no me parecían, entonces, que me sentaran en un mesón televisivo para hacer un matinal, por ejemplo, y me dijeran: ‘Tú, sonríe nomás, porque con tu sonrisa, llenas el espacio’, me lo podía tomar como piropo o como ‘a esta niñita la tenemos para sonreír’ . Esos fueron mis inicios”, recordó. Estos episodios, según explicó, la llevaron a expresar sus opiniones con mayor firmeza, aunque esa actitud no siempre fue bien recibida. “Me enfrenté a la cosificación, de que soy un mueble más de adorno y ahí fue cuando empecé a expresar más mis opiniones, que, claramente, no caían muy bien”, cerró la comunicadora.