La Fundación Educacional Choshuenco ha lanzado una alerta sobre la grave situación de la educación de la primera infancia en Chile. Actualmente, casi 600 mil niños de entre 0 y 4 años no están matriculados en ningún jardín infantil, lo que equivale a un 60% de la población en esa edad. Esta cifra, junto a un 10% de niños que podrían estar asistiendo a guarderías ilegales, ha impulsado a la fundación a hacer un llamado a la clase política para que tomen el tema en consideración, sobre todo pensando en épocas electorales donde los candidatos presentan sus programas. PUBLICIDAD José Manuel Jaramillo, vocero de la fundación, destacó la relevancia de esta etapa: “En Chile aún enfrentamos enormes desafíos, con cientos de miles de niños fuera del sistema educativo formal y es enorme el impacto que tiene una educación de calidad en la primera infancia, considerando que, entre los 0 y 12 meses, se producen un millón de conexiones neuronales en el cerebro humano, lo que refuerza la importancia de los primeros meses de vida”. José Manuel Jaramillo, Director Ejecutivo de Fundación Choshuenco José Manuel Jaramillo, Director Ejecutivo de Fundación Choshuenco Los estudios respaldan los beneficios tangibles de la educación entre los 0 y 5 años, no solo en la trayectoria escolar, sino también en múltiples aspectos de la vida adulta. La probabilidad de deserción escolar disminuye en un 18,4%, mientras que la tasa de repetición se reduce en un 5,2%. Además, esta educación tiene un impacto positivo en el futuro laboral, salud mental, cohesión familiar y en la reducción de la delincuencia, contribuyendo a la disminución de brechas sociales. “La educación infantil no solo se trata de cuidado, sino de estimular y formar a los niños en un momento clave de sus vidas”, enfatizó Jaramillo, subrayando la diferencia entre cuidado y educación en los primeros años. “Los primeros educadores somos los padres, y es crucial proporcionarles competencias y habilidades para que puedan ejercer ese rol de manera efectiva”, agregó. Otro de los puntos críticos señalados por la fundación es la falta de cupos en jardines infantiles cercanos a los hogares de las familias. “Los padres de casi 60 mil niños en Chile no encuentran matrícula en jardines cercanos, lo que los puede llevar a optar por guarderías no patentadas, poniendo en riesgo el desarrollo de sus hijos; esto ocurre en algunas comunas de Chile con alta densidad poblacional”, advirtió Jaramillo. Finalmente, el vocero de la fundación hizo un llamado al consenso en torno a la educación de la primera infancia, señalando que es un área en la que existe un amplio acuerdo sobre su importancia. “La educación es un esfuerzo conjunto entre familia, escuela, jardín infantil y sociedad. No se puede separar”, concluyó.
La Fundación Educacional Choshuenco ha lanzado una alerta sobre la grave situación de la educación de la primera infancia en Chile. Actualmente, casi 600 mil niños de entre 0 y 4 años no están matriculados en ningún jardín infantil, lo que equivale a un 60% de la población en esa edad. Esta cifra, junto a un 10% de niños que podrían estar asistiendo a guarderías ilegales, ha impulsado a la fundación a hacer un llamado a la clase política para que tomen el tema en consideración, sobre todo pensando en épocas electorales donde los candidatos presentan sus programas. PUBLICIDAD José Manuel Jaramillo, vocero de la fundación, destacó la relevancia de esta etapa: “En Chile aún enfrentamos enormes desafíos, con cientos de miles de niños fuera del sistema educativo formal y es enorme el impacto que tiene una educación de calidad en la primera infancia, considerando que, entre los 0 y 12 meses, se producen un millón de conexiones neuronales en el cerebro humano, lo que refuerza la importancia de los primeros meses de vida”. José Manuel Jaramillo, Director Ejecutivo de Fundación Choshuenco José Manuel Jaramillo, Director Ejecutivo de Fundación Choshuenco Los estudios respaldan los beneficios tangibles de la educación entre los 0 y 5 años, no solo en la trayectoria escolar, sino también en múltiples aspectos de la vida adulta. La probabilidad de deserción escolar disminuye en un 18,4%, mientras que la tasa de repetición se reduce en un 5,2%. Además, esta educación tiene un impacto positivo en el futuro laboral, salud mental, cohesión familiar y en la reducción de la delincuencia, contribuyendo a la disminución de brechas sociales. “La educación infantil no solo se trata de cuidado, sino de estimular y formar a los niños en un momento clave de sus vidas”, enfatizó Jaramillo, subrayando la diferencia entre cuidado y educación en los primeros años. “Los primeros educadores somos los padres, y es crucial proporcionarles competencias y habilidades para que puedan ejercer ese rol de manera efectiva”, agregó. Otro de los puntos críticos señalados por la fundación es la falta de cupos en jardines infantiles cercanos a los hogares de las familias. “Los padres de casi 60 mil niños en Chile no encuentran matrícula en jardines cercanos, lo que los puede llevar a optar por guarderías no patentadas, poniendo en riesgo el desarrollo de sus hijos; esto ocurre en algunas comunas de Chile con alta densidad poblacional”, advirtió Jaramillo. Finalmente, el vocero de la fundación hizo un llamado al consenso en torno a la educación de la primera infancia, señalando que es un área en la que existe un amplio acuerdo sobre su importancia. “La educación es un esfuerzo conjunto entre familia, escuela, jardín infantil y sociedad. No se puede separar”, concluyó.