Rafael Araneda aclara su ausencia en negocios de su hermano

Hace un par de días salió a la luz que el hermano de Rafael Araneda, Jorge Araneda Maturana, estaría siendo acusado de estafas y mantendría una deuda de más de 20 millones de pesos.

No obstante, los abogados del animador del Festival de Viña de Mar aclararon que el comunicador no tendría relación con la sociedad ni con las denuncias en contra de su familiar.

Según las declaraciones del profesional, la empresa “se constituyó con fecha 9 de mayo de 2007, siendo sus socios fundadores personas naturales y jurídicas diferentes a Rafael Araneda”.

“Don Rafael Araneda intervino como accionista, de manera indirecta a través de una sociedad personal, situación que mantuvo hasta octubre de 2021. En esa fecha Rafael Araneda se retiró totalmente de la sociedad al aceptar mi oferta de compra de sus derechos y acciones, atendido que requería recursos económicos para radicarse definitivamente en Estados Unidos (lugar en que vive y trabaja hasta hoy)”.

El animador “vendió, cedió y transfirió la totalidad de sus acciones, derechos y créditos a una sociedad controlada por el suscrito. Lo anterior consta en escrituras de compraventa y cesión de derechos, otorgadas con fecha 15 de octubre de 2021, ante notario don Juan Ricardo San Martín”.

"Hago constar que el precio de las acciones y el precio de los créditos que me fueron vendidos y cedidos por Rafael Araneda se encuentran a la fecha -en parte- pendientes of pago. En otras palabras, Rafael Araneda no ha podido recuperar hasta la fecha los montos invertidos por él”, aseguró el abogado.

De igual manera, enfatizaron en que “Rafael Araneda jamás participó ni tuvo intervención en la administración de esa sociedad; nunca formó parte del Directorio ni intervino en ninguna gestión o toma decisiones relacionadas con dicha compañía”.

Finalmente, dieron a conocer que “la sociedad que el suscrito representa se encuentra en proceso obtener un Acuerdo Judicial Reorganización,” que tiene como objetivo reestructurar los pasivos e pagar ordenadamente a sus acreedores.