En medio de una creciente ola de delitos violentos que azota a nuestro país, las autoridades chilenas se encuentran en medio de una encrucijada, evaluando medidas para contener la crisis de seguridad que se ha desencadenado. Una de las preocupaciones centrales se enfoca en el colapso de las cárceles y el alarmante incremento de la población penal extranjera en un corto período. Según datos proporcionados por Gendarmería, entre noviembre del 2022 y noviembre del 2023, el número de reclusos extranjeros experimentó un aumento significativo, creciendo más del 40%, elevándose de 5.233 a 7.344 individuos. Esta cifra representa ahora el 13,8% del total de internos en el sistema penitenciario chileno. Según informó El Mercurio, tres países son responsables de más del 80% de la población penal extranjera en Chile. Colombia encabeza este preocupante ranking con 2.053 personas privadas de libertad, seguido de cerca por Bolivia (2.005) y Venezuela (1.906). Los informes de Gendarmería también revelan que las cárceles ubicadas en la Macrozona Norte del país son las que presentan la mayor proporción de internos extranjeros. En particular, los centros penitenciarios de la Región de Tarapacá lideran con un 50,8% de reos foráneos, seguidos por los de la Región de Antofagasta con un 34,6%. De acuerdo con El Mercurio, las estadísticas muestran un aumento en las expulsiones de extranjeros en los últimos años. En 2021, se registraron 751 expulsiones, cifra que se incrementó a 1.220 en 2022. En el primer semestre del 2023, la institución reportó 246 expulsiones.
En un inédito y masivo operativo llevado a cabo en las 78 cárceles de Chile, las fuerzas especiales de Gendarmería realizaron allanamientos simultáneos que resultaron en la confiscación de consolas de videojuegos, entre otros elementos prohibidos. Esta acción sin precedentes fue anunciada por el Subsecretario de Justicia, Jaime Gajardo Falcón, y el Director Nacional de Gendarmería, Sebastián Urra Palma, en el Cuartel de Entrenamiento de Grupos Especiales de Gendarmería, ubicado en la comuna de Santiago. El operativo, el más grande hasta la fecha, abarcó todas las cárceles del país, incluyendo por primera vez la prisión de Rapa Nui. Se llevó a cabo con la participación de 6.416 funcionarios del Departamento de Seguridad Penitenciaria de Gendarmería, cubriendo una población penal de 30.659 personas distribuidas en 16 regiones del país. Entre los elementos confiscados se encuentran 2.139 armas blancas, 798 teléfonos celulares, 530,5 litros de licor artesanal, 461 cargadores de teléfonos, 25 audífonos inalámbricos, 10 baterías de teléfonos, 292 chips y 1,3 kilos de sustancias ilícitas. Sorprendentemente, también se decomisaron consolas de videojuegos, marcando un hito en la lucha contra los elementos prohibidos en las cárceles chilenas. Además, se identificó a 30 internos que portaban teléfonos celulares, sumándose a más de 500 casos previamente denunciados por Gendarmería al Ministerio Público. Esta acción se enmarca en la Ley que tipifica como delito la tenencia de celulares en recintos penitenciarios, aprobada por el Congreso en agosto pasado. Jaime Gajardo destacó la importancia de estos operativos, subrayando que la seguridad penitenciaria es un trabajo constante y permanente. Por su parte, el director nacional de Gendarmería, Sebastián Urra, explicó que este tipo de procedimientos cobra especial relevancia en fechas previas a festividades, buscando producir tranquilidad en la población penal y brindar seguridad al personal penitenciario. Este operativo se suma a otros 28 realizados desde junio de 2022, totalizando 863 intervenciones a nivel nacional con la participación de 55.773 funcionarios de fuerza operativa. Estos esfuerzos son parte del Plan de Seguridad Penitenciaria Contra el Crimen Organizado, impulsado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos a través de Gendarmería de Chile. Hasta la fecha, se han incautado 20.329 armas blancas, 9.789 teléfonos celulares, 5.553 litros de licor artesanal y 44,894 kilos de droga en estos operativos a nivel nacional.
En medio de una creciente ola de delitos violentos que azota a nuestro país, las autoridades chilenas se encuentran en medio de una encrucijada, evaluando medidas para contener la crisis de seguridad que se ha desencadenado. Una de las preocupaciones centrales se enfoca en el colapso de las cárceles y el alarmante incremento de la población penal extranjera en un corto período. Según datos proporcionados por Gendarmería, entre noviembre del 2022 y noviembre del 2023, el número de reclusos extranjeros experimentó un aumento significativo, creciendo más del 40%, elevándose de 5.233 a 7.344 individuos. Esta cifra representa ahora el 13,8% del total de internos en el sistema penitenciario chileno. Según informó El Mercurio, tres países son responsables de más del 80% de la población penal extranjera en Chile. Colombia encabeza este preocupante ranking con 2.053 personas privadas de libertad, seguido de cerca por Bolivia (2.005) y Venezuela (1.906). Los informes de Gendarmería también revelan que las cárceles ubicadas en la Macrozona Norte del país son las que presentan la mayor proporción de internos extranjeros. En particular, los centros penitenciarios de la Región de Tarapacá lideran con un 50,8% de reos foráneos, seguidos por los de la Región de Antofagasta con un 34,6%. De acuerdo con El Mercurio, las estadísticas muestran un aumento en las expulsiones de extranjeros en los últimos años. En 2021, se registraron 751 expulsiones, cifra que se incrementó a 1.220 en 2022. En el primer semestre del 2023, la institución reportó 246 expulsiones.
En un inédito y masivo operativo llevado a cabo en las 78 cárceles de Chile, las fuerzas especiales de Gendarmería realizaron allanamientos simultáneos que resultaron en la confiscación de consolas de videojuegos, entre otros elementos prohibidos. Esta acción sin precedentes fue anunciada por el Subsecretario de Justicia, Jaime Gajardo Falcón, y el Director Nacional de Gendarmería, Sebastián Urra Palma, en el Cuartel de Entrenamiento de Grupos Especiales de Gendarmería, ubicado en la comuna de Santiago. El operativo, el más grande hasta la fecha, abarcó todas las cárceles del país, incluyendo por primera vez la prisión de Rapa Nui. Se llevó a cabo con la participación de 6.416 funcionarios del Departamento de Seguridad Penitenciaria de Gendarmería, cubriendo una población penal de 30.659 personas distribuidas en 16 regiones del país. Entre los elementos confiscados se encuentran 2.139 armas blancas, 798 teléfonos celulares, 530,5 litros de licor artesanal, 461 cargadores de teléfonos, 25 audífonos inalámbricos, 10 baterías de teléfonos, 292 chips y 1,3 kilos de sustancias ilícitas. Sorprendentemente, también se decomisaron consolas de videojuegos, marcando un hito en la lucha contra los elementos prohibidos en las cárceles chilenas. Además, se identificó a 30 internos que portaban teléfonos celulares, sumándose a más de 500 casos previamente denunciados por Gendarmería al Ministerio Público. Esta acción se enmarca en la Ley que tipifica como delito la tenencia de celulares en recintos penitenciarios, aprobada por el Congreso en agosto pasado. Jaime Gajardo destacó la importancia de estos operativos, subrayando que la seguridad penitenciaria es un trabajo constante y permanente. Por su parte, el director nacional de Gendarmería, Sebastián Urra, explicó que este tipo de procedimientos cobra especial relevancia en fechas previas a festividades, buscando producir tranquilidad en la población penal y brindar seguridad al personal penitenciario. Este operativo se suma a otros 28 realizados desde junio de 2022, totalizando 863 intervenciones a nivel nacional con la participación de 55.773 funcionarios de fuerza operativa. Estos esfuerzos son parte del Plan de Seguridad Penitenciaria Contra el Crimen Organizado, impulsado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos a través de Gendarmería de Chile. Hasta la fecha, se han incautado 20.329 armas blancas, 9.789 teléfonos celulares, 5.553 litros de licor artesanal y 44,894 kilos de droga en estos operativos a nivel nacional.