Turistas chilenas sobreviven a accidente en bus de regreso de Machu Picchu

Unas vacaciones soñadas tuvieron un abrupto fin para Talía Carilao, Daniela Lizama y Catalina Campos, tres turistas chilenas que se encuentran entre los 32 pasajeros heridos del bus, que este lunes 16 de septiembre desbarrancó cerca de 15 metros cuando volvía a Aguas Calientes, desde las ruinas de la ciudadela inca, Machu Picchu, en Perú.

De acuerdo a lo indicado por las autoridades todo ocurrió cuando el bus se desvió del camino, cayendo a un barranco, hasta donde llegaron personas del mismo pueblo a ayudar a sacar a los heridos entre los que había turistas mexicanos, chilenos e italianos, entre otros.

Chilenas cuentan cómo fue el accidente

Así, en conversación con el matinal Buenos Días a Todos de TVN, dos de las turistas chilenas que iban en el bus, contaron cómo vivieron el accidente del bus.

Al respecto, Talía Carilao comenzó señalando que con sus amigas optaron por volver al pueblo en un bus, “para bajar tranquilas, porque estaba lloviendo y hacía frío, entonces igual era peligroso (...) Compramos los boletos y nos subimos al bus tranquilamente, confiadas. De un momento a otro, sentimos el golpe y caímos”, contó.

Luego añadió que “al principio, el chofer nos dijo ‘por favor, no se muevan’, y ahí nos imaginamos lo peor. Dijimos ‘aquí ya morimos’ (...) Yo terminé colgada en uno de los asientos de adelante”, relató, agregando que “no supimos qué hacer, nos desesperamos”.

En tanto, Daniela Lizama -quien todavía está en observación en un hospital por las contusiones en sus piernas, mientras se evalúa si tiene heridas internas-, indicó que todo “fue muy shockeante, ayer estaba muy mal (...) hoy ya estoy un poco más tranquila y lo único que quiero es llegar y estar con mi familia. Yo pensé que de verdad no íbamos a salir vivas de eso”.

En cuanto al momento del accidente, Lizama agregó que “lo que me ayudó mucho fue la reacción que tuve cuando, en ese momento, la copiloto grita ‘no’. Yo justo miro, porque yo iba en el pasillo, siento que justo vamos volando y reacciono a tirarme en el suelo entre los asientos que veníamos”.

Luego apuntó que “tirada en el suelo, intento afirmarme con las patas del asiento, porque yo dije ‘nos vamos a dar vueltas’. Luego la Talía me ayuda, porque llega gente a sujetar el bus, miro por la ventana y veo que el bus está botando líquidos y veo a alguien correr con un extintor. Yo pensé: ‘si no nos desbarrancamos, aquí vamos a morir incendiadas’”, aseguró.