Los diputados de la Unión Demócrata Independiente (UDI) presentarán un proyecto para introducir una circunstancia agravante en la Ley 20.000 , la cual regula el tráfico de estupefacientes. Esta iniciativa busca castigar con hasta 20 años de cárcel la sustracción de fentanilo desde recintos médicos. Los diputados Marta Bravo y Daniel Lilayu, quienes impulsan esta propuesta, explicaron que su preocupación se basa en que la mayoría de las incautaciones de fentanilo hasta ahora corresponden a mermas que han sido desviadas desde algún área hospitalaria. Esta información se respalda en un informe de la Policía de Investigaciones (PDI) que advierte sobre este fenómeno. Recientemente, el Hospital de Iquique informó sobre el robo de una ampolla de 10 mililitros de la denominada droga zombie , la cual tiene efectos 50 veces más potentes que la heroína y hasta 100 veces más que la morfina. Los diputados enfatizaron queSi realmente queremos evitar que en nuestro país se repitan las mismas imágenes que vemos en Estados Unidos, donde sólo el año pasado hubo más de 11 mil muertos por sobredosis de opioides , es indispensable que empecemos a actuar desde este minuto .
En menos de una semana se han llevado a cabo dos importantes decomisos de fentanilo, una peligrosa sustancia conocida como ladroga zombie. El último caso ocurrió el martes, cuando la Policía de Investigaciones realizó un operativo en Coronel, Región del Biobío, donde detuvieron a una mujer de 51 años que tenía en su posesión fentanilo. Después de su formalización, quedó bajo la medida cautelar de prisión preventiva. Poco después, se produjo otro decomiso en el paso fronterizo de Pino Hachado, en La Araucanía, donde funcionarios de Aduanas descubrieron que un pasajero de un autobús proveniente de Argentina llevaba tres frascos de líquido no declarado. Las pruebas de campo confirmaron que se trataba de fentanilo, con un peso total de 320 gramos de la droga. El Juzgado de Curacautín decretó prisión preventiva para el ciudadano argentino. Ante esta situación, Gonzalo Santander, jefe subrogante de la Brigada Investigadora de Sustancias Químicas Controladas de la Policía de Investigaciones, señaló en una entrevista con Radio ADN queen los últimos años, el fentanilo se ha mantenido constante en las incautaciones, y es exclusivamente el que se ha desviado del área hospitalaria. Agregó quelo que hemos incautado responde netamente a lo desviado por el área hospitalaria, no es fentanilo de producción ilícita. Además, afirmó quenunca hemos descartado la opción de que esta sustancia llegue al país, por eso estamos siempre alerta en el control de fronteras. Santander explicó queel fentanilo que se desvía a nivel hospitalario es principalmente por las personas que tienen acceso a la sustancia. (...) De alguna forma desvían el fentanilo, ya sea las mermas que quedan de las operaciones o también ampollas que se mantienen en el lugar. En noviembre del año pasado, se detectó por primera vez la presencia de fentanilo fuera de los centros asistenciales en el país, donde se utiliza como medicamento para tratar dolores intensos, especialmente después de una cirugía. Esto llevó al Instituto de Salud Pública a emitir un informe al respecto. El fentanilo es un opioide sintético conocido como la droga zombie debido al comportamiento que provoca en los consumidores. Su potencia es 100 veces mayor que la morfina y 50 veces superior a la heroína. Su consumo se ha convertido en una crisis sanitaria en países como Estados Unidos, donde actualmente es la principal causa de muerte en la población de entre 18 y 49 años, provocando la sobredosis de más de 70,000 personas el año pasado. Sin embargo, Santander aseguró quela diferencia con la sustancia que circula en EE.UU. es que se desconocen las dosis que la componen, y es lo que ha provocado las muertes en ese país.
“El fentanilo es un opioide, un fármaco cuya estructura química es parecida a la morfina”, explica a EL PAÍS Valentín Islas, químico de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) a propósito del fármaco protagonista de la epidemia de sobredosis que azota Estados Unidos, una serie de acusaciones entre México y China sobre el origen de su producción y una estrategia conjunta en la frontera norte para frenar su tráfico hacia Estados Unidos. Se trata de una droga sintética desarrollada en la década de los sesenta como una alternativa más potente y segura que la morfina, ampliamente utilizada durante procedimientos quirúrgicos mayores y como analgésico para tratar dolores intensos, tales como lesiones profundas, traumas y cuidados paliativos. Efectos del fentanilo El viaje del fentanilo en el cuerpo humano comienza inmediatamente después de su aplicación. Mientras su versión farmacéutica suele administrarse a través de inyecciones, pastillas, tabletas o parches transdérmicos por médicos con permisos especiales para recetarlo, el fentanilo ilegal se comercializa en polvo, pastillas, en forma líquida dentro de goteros o en gotas aplicadas sobre papel. Como todos los opioides, el fentanilo se distribuye por el torrente sanguíneo y alcanza el sistema nervioso central en busca de su objetivo: los receptores opiáceos, elementos de las neuronas a los que se unen, ralentizando su actividad y disminuyendo las señales que transmiten el dolor. “Al interactuar con el receptor opiáceo, (el fentanilo) modula el dolor. Entre otras cosas, produce desentendimiento, sedación, aletargamiento y una sensación de bienestar”, asegura el experto. El Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de Estados Unidos (NIDA, por sus siglas en inglés) también caracteriza a la euforia, felicidad extrema y confusión como efectos propios del fentanilo. Sin embargo, la misma potencia que supone una ventaja sobre otros opioides para su uso médico, se traduce en un riesgo mortal para los consumidores del mercado ilegal. Diferencia entre el fentanilo farmacéutico y el fentanilo ilegal El fentanilo es el gran protagonista de la crisis de opioides en Estados Unidos, un problema de salud pública sin precedentes que en 2021 provocó más de 107.000 decesos por abuso de sustancias, de acuerdo con cifras de los Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). Islas, experto en química forense, es enfático al resaltar las diferencias entre el fentanilo farmacéutico y su fabricación como droga ilegal: mientras el fentanilo de uso médico se administra en dosis controladas con un alto margen de seguridad, el que circula en las calles se fabrica en laboratorios clandestinos, en ocasiones de manera artesanal. “La dosis terapéutica de fentanilo es de 100 microgramos para producir el efecto analgésico deseado y para producir una depresión respiratoria se necesitan casi ocho veces esa cantidad”, explica. “El fentanilo farmacéutico mantiene un margen de seguridad muy amplio y ha pasado controles de calidad acreditados y certificados”. No así el que se vende en el mercado ilegal, del que se ignora tanto la dosis como las sustancias utilizadas durante su fabricación. Además, a partir de su popularización, el consumo de otros opioides reviste un riesgo extra: con la intención de potenciar sus efectos para maximizar ventas, el fentanilo se agrega a la heroína o cocaína, un factor que puede resultar decisivo para sufrir una sobredosis que ponga en riesgo la vida. Cómo ocurre una sobredosis por fentanilo La sensación de bienestar y euforia producida por el fentanilo puede cambiar drásticamente tras consumir una cantidad cercana a los dos miligramos, una dosis letal para la mayoría de las personas. Representada en campañas de prevención como una decena de granos de sal o la cantidad de polvo que cabe en la punta de un lápiz, se trata de un umbral que se traspasa fácilmente en el mercado ilegal, donde el fentanilo en forma de pastillas, polvo o combinado con otras drogas incluye dosis heterogéneas cuya concentración resulta imposible de calcular a simple vista. Si las dosis terapéuticas de fentanilo farmacéutico modulan la respuesta al dolor y disminuyen la actividad de las células nerviosas, las dosis elevadas a un nivel tóxico provocan la interrupción de funciones motoras clave en el organismo, especialmente las involucradas en la respiración. “Estas neuronas ubicadas al nivel del encéfalo son las que controlan los movimientos respiratorios. Si el fentanilo ocupa todos los sectores de estas neuronas, disminuyen su actividad y todas las funciones motoras que controlan se deprimen”, explica Islas. “Eso significa que los movimientos respiratorios van disminuyendo, se van alentando”. De ahí que, lejos de las representaciones típicas de series y películas, los principales síntomas de una sobredosis se relacionen con una respiración débil, un estado similar a la somnolencia. Si la dosis letal de fentanilo sigue su curso sin intervención médica, “produce una depresión respiratoria, después sigue el paro cardíaco y finalmente, la muerte”. Síntomas de sobredosis de fentanilo De acuerdo con los CDC, los síntomas más comunes de una sobredosis por fentanilo son las pupilas contraídas y una respiración lenta o débil. También se pueden producir sonidos de atragantamiento o gorjeos a medida que disminuyen los signos de respiración. Además, una persona intoxicada podría quedarse dormida o perder el conocimiento, su piel suele sentirse fría, húmeda, pegajosa y lucir descolorida, especialmente los labios y uñas. Ante una situación similar, el organismo recomienda llamar a emergencias, administrar la naloxona y tratar de mantener a la persona que está sufriendo una sobredosis de costado y despierta. Ante la duda y gracias a sus nulos efectos secundarios, la agencia señala que “siempre es mejor usarla si cree que alguien tiene una sobredosis” Naloxona: así funciona el antídoto contra las sobredosis de fentanilo A pesar de su potencia, una intoxicación con fentanilo no siempre significa la muerte. La naloxona, un fármaco capaz de frenar los efectos de los opioides en el organismo en cuestión de minutos, se ha convertido en un salvavidas ante la epidemia de sobredosis sin precedentes que enfrenta Estados Unidos. “La naloxona es un antagonista, una sustancia que revierte los efectos del fentanilo. Se aplica intravenosamente o con un spray intranasal y llega rápidamente a la sangre y a las neuronas ubicadas en el encéfalo y va desplazando al fentanilo de los receptores opiáceos, provocando la recuperación de su actividad normal”, explica Islas. A finales de marzo de 2023, la Administración de Alimentos y Medicinas de EE UU (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó la venta libre de naloxona en un intento por reducir las muertes de sobredosis por fentanilo. Desde entonces, farmacias y tiendas de conveniencia comercializan el Narcan, un spray nasal fabricado por el laboratorio Emergent BioSolutions. Según las guías de los CDC, la naloxona puede restablecer en tres minutos la respiración normal de una persona si se administra a tiempo.
Los diputados de la Unión Demócrata Independiente (UDI) presentarán un proyecto para introducir una circunstancia agravante en la Ley 20.000 , la cual regula el tráfico de estupefacientes. Esta iniciativa busca castigar con hasta 20 años de cárcel la sustracción de fentanilo desde recintos médicos. Los diputados Marta Bravo y Daniel Lilayu, quienes impulsan esta propuesta, explicaron que su preocupación se basa en que la mayoría de las incautaciones de fentanilo hasta ahora corresponden a mermas que han sido desviadas desde algún área hospitalaria. Esta información se respalda en un informe de la Policía de Investigaciones (PDI) que advierte sobre este fenómeno. Recientemente, el Hospital de Iquique informó sobre el robo de una ampolla de 10 mililitros de la denominada droga zombie , la cual tiene efectos 50 veces más potentes que la heroína y hasta 100 veces más que la morfina. Los diputados enfatizaron queSi realmente queremos evitar que en nuestro país se repitan las mismas imágenes que vemos en Estados Unidos, donde sólo el año pasado hubo más de 11 mil muertos por sobredosis de opioides , es indispensable que empecemos a actuar desde este minuto .
En menos de una semana se han llevado a cabo dos importantes decomisos de fentanilo, una peligrosa sustancia conocida como ladroga zombie. El último caso ocurrió el martes, cuando la Policía de Investigaciones realizó un operativo en Coronel, Región del Biobío, donde detuvieron a una mujer de 51 años que tenía en su posesión fentanilo. Después de su formalización, quedó bajo la medida cautelar de prisión preventiva. Poco después, se produjo otro decomiso en el paso fronterizo de Pino Hachado, en La Araucanía, donde funcionarios de Aduanas descubrieron que un pasajero de un autobús proveniente de Argentina llevaba tres frascos de líquido no declarado. Las pruebas de campo confirmaron que se trataba de fentanilo, con un peso total de 320 gramos de la droga. El Juzgado de Curacautín decretó prisión preventiva para el ciudadano argentino. Ante esta situación, Gonzalo Santander, jefe subrogante de la Brigada Investigadora de Sustancias Químicas Controladas de la Policía de Investigaciones, señaló en una entrevista con Radio ADN queen los últimos años, el fentanilo se ha mantenido constante en las incautaciones, y es exclusivamente el que se ha desviado del área hospitalaria. Agregó quelo que hemos incautado responde netamente a lo desviado por el área hospitalaria, no es fentanilo de producción ilícita. Además, afirmó quenunca hemos descartado la opción de que esta sustancia llegue al país, por eso estamos siempre alerta en el control de fronteras. Santander explicó queel fentanilo que se desvía a nivel hospitalario es principalmente por las personas que tienen acceso a la sustancia. (...) De alguna forma desvían el fentanilo, ya sea las mermas que quedan de las operaciones o también ampollas que se mantienen en el lugar. En noviembre del año pasado, se detectó por primera vez la presencia de fentanilo fuera de los centros asistenciales en el país, donde se utiliza como medicamento para tratar dolores intensos, especialmente después de una cirugía. Esto llevó al Instituto de Salud Pública a emitir un informe al respecto. El fentanilo es un opioide sintético conocido como la droga zombie debido al comportamiento que provoca en los consumidores. Su potencia es 100 veces mayor que la morfina y 50 veces superior a la heroína. Su consumo se ha convertido en una crisis sanitaria en países como Estados Unidos, donde actualmente es la principal causa de muerte en la población de entre 18 y 49 años, provocando la sobredosis de más de 70,000 personas el año pasado. Sin embargo, Santander aseguró quela diferencia con la sustancia que circula en EE.UU. es que se desconocen las dosis que la componen, y es lo que ha provocado las muertes en ese país.
“El fentanilo es un opioide, un fármaco cuya estructura química es parecida a la morfina”, explica a EL PAÍS Valentín Islas, químico de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) a propósito del fármaco protagonista de la epidemia de sobredosis que azota Estados Unidos, una serie de acusaciones entre México y China sobre el origen de su producción y una estrategia conjunta en la frontera norte para frenar su tráfico hacia Estados Unidos. Se trata de una droga sintética desarrollada en la década de los sesenta como una alternativa más potente y segura que la morfina, ampliamente utilizada durante procedimientos quirúrgicos mayores y como analgésico para tratar dolores intensos, tales como lesiones profundas, traumas y cuidados paliativos. Efectos del fentanilo El viaje del fentanilo en el cuerpo humano comienza inmediatamente después de su aplicación. Mientras su versión farmacéutica suele administrarse a través de inyecciones, pastillas, tabletas o parches transdérmicos por médicos con permisos especiales para recetarlo, el fentanilo ilegal se comercializa en polvo, pastillas, en forma líquida dentro de goteros o en gotas aplicadas sobre papel. Como todos los opioides, el fentanilo se distribuye por el torrente sanguíneo y alcanza el sistema nervioso central en busca de su objetivo: los receptores opiáceos, elementos de las neuronas a los que se unen, ralentizando su actividad y disminuyendo las señales que transmiten el dolor. “Al interactuar con el receptor opiáceo, (el fentanilo) modula el dolor. Entre otras cosas, produce desentendimiento, sedación, aletargamiento y una sensación de bienestar”, asegura el experto. El Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de Estados Unidos (NIDA, por sus siglas en inglés) también caracteriza a la euforia, felicidad extrema y confusión como efectos propios del fentanilo. Sin embargo, la misma potencia que supone una ventaja sobre otros opioides para su uso médico, se traduce en un riesgo mortal para los consumidores del mercado ilegal. Diferencia entre el fentanilo farmacéutico y el fentanilo ilegal El fentanilo es el gran protagonista de la crisis de opioides en Estados Unidos, un problema de salud pública sin precedentes que en 2021 provocó más de 107.000 decesos por abuso de sustancias, de acuerdo con cifras de los Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). Islas, experto en química forense, es enfático al resaltar las diferencias entre el fentanilo farmacéutico y su fabricación como droga ilegal: mientras el fentanilo de uso médico se administra en dosis controladas con un alto margen de seguridad, el que circula en las calles se fabrica en laboratorios clandestinos, en ocasiones de manera artesanal. “La dosis terapéutica de fentanilo es de 100 microgramos para producir el efecto analgésico deseado y para producir una depresión respiratoria se necesitan casi ocho veces esa cantidad”, explica. “El fentanilo farmacéutico mantiene un margen de seguridad muy amplio y ha pasado controles de calidad acreditados y certificados”. No así el que se vende en el mercado ilegal, del que se ignora tanto la dosis como las sustancias utilizadas durante su fabricación. Además, a partir de su popularización, el consumo de otros opioides reviste un riesgo extra: con la intención de potenciar sus efectos para maximizar ventas, el fentanilo se agrega a la heroína o cocaína, un factor que puede resultar decisivo para sufrir una sobredosis que ponga en riesgo la vida. Cómo ocurre una sobredosis por fentanilo La sensación de bienestar y euforia producida por el fentanilo puede cambiar drásticamente tras consumir una cantidad cercana a los dos miligramos, una dosis letal para la mayoría de las personas. Representada en campañas de prevención como una decena de granos de sal o la cantidad de polvo que cabe en la punta de un lápiz, se trata de un umbral que se traspasa fácilmente en el mercado ilegal, donde el fentanilo en forma de pastillas, polvo o combinado con otras drogas incluye dosis heterogéneas cuya concentración resulta imposible de calcular a simple vista. Si las dosis terapéuticas de fentanilo farmacéutico modulan la respuesta al dolor y disminuyen la actividad de las células nerviosas, las dosis elevadas a un nivel tóxico provocan la interrupción de funciones motoras clave en el organismo, especialmente las involucradas en la respiración. “Estas neuronas ubicadas al nivel del encéfalo son las que controlan los movimientos respiratorios. Si el fentanilo ocupa todos los sectores de estas neuronas, disminuyen su actividad y todas las funciones motoras que controlan se deprimen”, explica Islas. “Eso significa que los movimientos respiratorios van disminuyendo, se van alentando”. De ahí que, lejos de las representaciones típicas de series y películas, los principales síntomas de una sobredosis se relacionen con una respiración débil, un estado similar a la somnolencia. Si la dosis letal de fentanilo sigue su curso sin intervención médica, “produce una depresión respiratoria, después sigue el paro cardíaco y finalmente, la muerte”. Síntomas de sobredosis de fentanilo De acuerdo con los CDC, los síntomas más comunes de una sobredosis por fentanilo son las pupilas contraídas y una respiración lenta o débil. También se pueden producir sonidos de atragantamiento o gorjeos a medida que disminuyen los signos de respiración. Además, una persona intoxicada podría quedarse dormida o perder el conocimiento, su piel suele sentirse fría, húmeda, pegajosa y lucir descolorida, especialmente los labios y uñas. Ante una situación similar, el organismo recomienda llamar a emergencias, administrar la naloxona y tratar de mantener a la persona que está sufriendo una sobredosis de costado y despierta. Ante la duda y gracias a sus nulos efectos secundarios, la agencia señala que “siempre es mejor usarla si cree que alguien tiene una sobredosis” Naloxona: así funciona el antídoto contra las sobredosis de fentanilo A pesar de su potencia, una intoxicación con fentanilo no siempre significa la muerte. La naloxona, un fármaco capaz de frenar los efectos de los opioides en el organismo en cuestión de minutos, se ha convertido en un salvavidas ante la epidemia de sobredosis sin precedentes que enfrenta Estados Unidos. “La naloxona es un antagonista, una sustancia que revierte los efectos del fentanilo. Se aplica intravenosamente o con un spray intranasal y llega rápidamente a la sangre y a las neuronas ubicadas en el encéfalo y va desplazando al fentanilo de los receptores opiáceos, provocando la recuperación de su actividad normal”, explica Islas. A finales de marzo de 2023, la Administración de Alimentos y Medicinas de EE UU (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó la venta libre de naloxona en un intento por reducir las muertes de sobredosis por fentanilo. Desde entonces, farmacias y tiendas de conveniencia comercializan el Narcan, un spray nasal fabricado por el laboratorio Emergent BioSolutions. Según las guías de los CDC, la naloxona puede restablecer en tres minutos la respiración normal de una persona si se administra a tiempo.