No hay nada como un buen café. En sus distintas versiones y combinado de diferentes maneras esta bebida se ha ido ganando un espacio creciente en las preferencias de las personas y ha trascendido a las estaciones del año así como también ha ido ganando terreno en las cartas de diversos restaurantes y cafeterías. No cabe duda de que Chile viene experimentando lo que se llama el ‘boom del café’ durante los últimos años. Sin ir más lejos, según datos de un estudio realizado por la Universidad de Santiago, de 2021, en nuestro país se consumen cerca de 3 tazas al día, mientras que en la semana el consumo promedio es de 6. Según datos de Euromonitor se proyecta que el consumo de esta bebida en Chile crezca un 98% para finales de 2024. Beltran Franzani, gerente de negocios de Lavazza en ICB Food Service, compañía líder en la comercialización y distribución de alimentos en el canal Horeca, explica que según este mismo estudio “cerca del 50% de las personas prefiere el café en grano y un 30% el molido, por sobre los instantáneos o solubles y en la decisión de compra influye la opinión de familiares y amigos, destacando factores como el sabor y la calidad”. ¿ Cómo beberlo en verano? Por su parte, Beltran Franzani señala que el café ya no es una bebida exclusiva de invierno : “la versatilidad del café hace que se disfrute en distintas épocas del año como en el verano, estación en la que se puede consumir con jugo de naranja, como café helado, americano frío, affogato, que es un postre en base a café o el espresso tonic, que es café con tónica”. Otras ideas para preparar cafés refrescantes y disfrutar de un momento de calma en plena ola de calor es el granizado, que es elaborado en base a hielo molido combinado con café o el café con hielo y limón, que aunque parezcan opuestos, su combinación hace que la bebida sea el complemento perfecto para saciar la sed.
Aunque su uso cultural sugiere que la cafeína es benigna, en realidad es un poderoso compuesto psicoactivo y su uso excesivo puede causar una serie de efectos secundarios desagradables. Según el artículo The Safety of Ingested Caffeine: A Comprehensive Review, de 2017, disponible en la Biblioteca Nacional de Medicina (Estados Unidos), l a sustancia aumenta la atención, la energía y la sensación de bienestar. Pero el uso excesivo es seguido por varios efectos secundarios. ¿Cómo funciona la cafeína en el cuerpo? Según el artículo, la cafeína es químicamente similar al neuromodulador adenosina, que se acumula a lo largo del día e induce somnolencia para dormir toda la noche. Por lo tanto, puede unirse a los receptores de adenosina presentes en el cerebro, bloqueando los efectos de la adenosina y permitiendo que la dopamina fluya más libremente. Esto puede traer sentimientos de bienestar, energía y alerta. Estos sentimientos, sin embargo, son beneficiosos en pequeñas dosis. La agencia reguladora de alimentos y medicamentos de Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), recomienda una ingesta diaria de hasta 400 miligramos o menos de cafeína, unas tres o cuatro tazas de café casero. ¿Qué puede causar el exceso de cafeína? Sin embargo, los estudios muestran que incluso menos de la cantidad considerada segura por la FDA puede desencadenar efectos secundarios como inquietud, insomnio y latidos cardíacos rápidos en personas que son particularmente sensibles a los efectos de la cafeína. La revisión de la literatura disponible en la Biblioteca de Medicina dice que las altas dosis de cafeína (cinco o más tazas de café) pueden causar nerviosismo, irritabilidad y malestar gástrico. Además, la dependencia de la cafeína puede conducir a un trastorno por uso de sustancias. Otros síntomas, mencionados en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (DSM-5), incluye ansiedad, agitación, dolor de cabeza, habla incoherente y excitación. La publicación también indica cuáles son los signos del abuso de la cafeína: Temblor Agitación Problemas para dormir Dolores de cabeza Mareo Latidos rápidos del corazón Deshidratación
No hay nada como un buen café. En sus distintas versiones y combinado de diferentes maneras esta bebida se ha ido ganando un espacio creciente en las preferencias de las personas y ha trascendido a las estaciones del año así como también ha ido ganando terreno en las cartas de diversos restaurantes y cafeterías. No cabe duda de que Chile viene experimentando lo que se llama el ‘boom del café’ durante los últimos años. Sin ir más lejos, según datos de un estudio realizado por la Universidad de Santiago, de 2021, en nuestro país se consumen cerca de 3 tazas al día, mientras que en la semana el consumo promedio es de 6. Según datos de Euromonitor se proyecta que el consumo de esta bebida en Chile crezca un 98% para finales de 2024. Beltran Franzani, gerente de negocios de Lavazza en ICB Food Service, compañía líder en la comercialización y distribución de alimentos en el canal Horeca, explica que según este mismo estudio “cerca del 50% de las personas prefiere el café en grano y un 30% el molido, por sobre los instantáneos o solubles y en la decisión de compra influye la opinión de familiares y amigos, destacando factores como el sabor y la calidad”. ¿ Cómo beberlo en verano? Por su parte, Beltran Franzani señala que el café ya no es una bebida exclusiva de invierno : “la versatilidad del café hace que se disfrute en distintas épocas del año como en el verano, estación en la que se puede consumir con jugo de naranja, como café helado, americano frío, affogato, que es un postre en base a café o el espresso tonic, que es café con tónica”. Otras ideas para preparar cafés refrescantes y disfrutar de un momento de calma en plena ola de calor es el granizado, que es elaborado en base a hielo molido combinado con café o el café con hielo y limón, que aunque parezcan opuestos, su combinación hace que la bebida sea el complemento perfecto para saciar la sed.
Aunque su uso cultural sugiere que la cafeína es benigna, en realidad es un poderoso compuesto psicoactivo y su uso excesivo puede causar una serie de efectos secundarios desagradables. Según el artículo The Safety of Ingested Caffeine: A Comprehensive Review, de 2017, disponible en la Biblioteca Nacional de Medicina (Estados Unidos), l a sustancia aumenta la atención, la energía y la sensación de bienestar. Pero el uso excesivo es seguido por varios efectos secundarios. ¿Cómo funciona la cafeína en el cuerpo? Según el artículo, la cafeína es químicamente similar al neuromodulador adenosina, que se acumula a lo largo del día e induce somnolencia para dormir toda la noche. Por lo tanto, puede unirse a los receptores de adenosina presentes en el cerebro, bloqueando los efectos de la adenosina y permitiendo que la dopamina fluya más libremente. Esto puede traer sentimientos de bienestar, energía y alerta. Estos sentimientos, sin embargo, son beneficiosos en pequeñas dosis. La agencia reguladora de alimentos y medicamentos de Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), recomienda una ingesta diaria de hasta 400 miligramos o menos de cafeína, unas tres o cuatro tazas de café casero. ¿Qué puede causar el exceso de cafeína? Sin embargo, los estudios muestran que incluso menos de la cantidad considerada segura por la FDA puede desencadenar efectos secundarios como inquietud, insomnio y latidos cardíacos rápidos en personas que son particularmente sensibles a los efectos de la cafeína. La revisión de la literatura disponible en la Biblioteca de Medicina dice que las altas dosis de cafeína (cinco o más tazas de café) pueden causar nerviosismo, irritabilidad y malestar gástrico. Además, la dependencia de la cafeína puede conducir a un trastorno por uso de sustancias. Otros síntomas, mencionados en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (DSM-5), incluye ansiedad, agitación, dolor de cabeza, habla incoherente y excitación. La publicación también indica cuáles son los signos del abuso de la cafeína: Temblor Agitación Problemas para dormir Dolores de cabeza Mareo Latidos rápidos del corazón Deshidratación