A todos nos gustan las buenas historias. Desde los primeros pasos como especie sapiens, nuestros ancestros se reunían alrededor de una hoguera a escuchar cómo el chamán narraba la creación del mundo cuando el vómito del dios Mbombo dio origen al Universo y a los seres humanos, o el Génesis de Wakonda, de cuya mente emanaron todas las cosas en forma de espíritus, hasta que decició hacer aflorar la tierra seca en el océano infinito que era nuestro planeta y encarnar las esencias en la sólida materia. La neurociencia demuestra hoy por qué nos gustan los relatos. Los cuentos ejercen un efecto poderoso en nuestro cerebro, desencadenando una serie de respuestas bioquímicas y emociones que nos ayudan a prestar atención, a conectar, a sentirnos conmovidos y a recordar la historia. Los principales neuroquímicos que entran en acción en nuestro cerebro cuando escuchamos una buena historia son: El cortisol, que se libera cuando algo, como la angustia o el conflicto, capta nuestra atención, manteniéndonos involucrados en la narrativa. La oxitocina, aconocida como la “droga milagrosa” de la narrativa, se activa conforme el público se identifica con los protagonistas, evocando una empatía y una catarsis con la narración, capaz de crear vínculos emocionales y compromisos susceptibles de activar a las personas hacia la acción deseada. La dopamina sus niveles aumentan cuando el cerebro detecta algo novedoso o inesperado. Su liberación en el cerebro también está asociada con actividades que son placenteras, como la sensación de placer y felicidad después de haber comido. Los niveles elevados de dopamina facilitan el enfoque de la atención, la motivación y las conductas dirigidas a objetivos. En este sentido, múltiples son los estudios que confirman el poder de las historias amenas y seductoras para conseguir una mejor comprensión y recuerdo de los puntos clave que nos interesan. También son activadas por una narrativa estimulante las conocidas como neuronas espejo, que encienden partes específicas de nuestro cerebro capaces de «reflejar» lo que está sucediendo en transcurso de la historia. De esta forma, si en la historia se describe un olor determinado, nuestro sistema olfativo reacciona, el movimiento en la historia activa nuestra corteza motora e incluso las emociones transmitidas por la narración evocan esos mismos sentimientos, lo que permite al oyente o lector experimentar, con un elevado grado de realismo, lo que está sucediendo en la historia. Por estas razones, la narración de historias puede ser un camino eficaz para establecer conexiones y promover el compromiso, elementos clave en el marketing en general y en el marketing digital en particular.
En septiembre de 2021, varios usuarios de la red TikTok descubrieron un informe de la CIA que hacía referencia a que, casi cuatro décadas atrás, la agencia de inteligencia estadounidense creía que los humanos podían viajar a través del espacio-tiempo usando una técnica denominada Gateway . La técnica llamada Gateway Experience detallaba un entrenamiento diseñado para concentrar la salida de ondas cerebrales con el fin de alterar la conciencia y escapar de las limitaciones del tiempo y el espacio. Dicho de otra manera: un sistema que utilizaba cintas de audio capaces de manipular las ondas cerebrales con el propósito de inducir estados alterados de conciencia en los que una persona podía interactuar con aspectos de la realidad no físicos. El documento titulado 'Análisis y Asignación del proceso Gateway' fue redactado en 1983 por el teniente coronel del Ejército de Estados Unidos, Wayne M. McDonell, con la ayuda técnica de Itzhak Bentov, ingeniero biomédico israelí-estadounidense. En esa época, la CIA estaba interesada en la investigación psíquica, especialmente en la visión remota, que es cuando una persona es capaz de ver eventos reales sin estar físicamente dónde acontecen. Según la CIA, algunos usos prácticos de esta técnica eran convertir la energía para curar el cuerpo e inclusive viajar a través del espacio y tiempo para acceder a nueva información de eventuales enemigos, por eso el informe de McDonell concluye que la experiencia Gateway es posible en términos de ciencia física y tiene potencial para utilizarse por Inteligencia de Estados Unidos. Este análisis quedó desclasificado en 2003 junto a varios expedientes más de la CIA. Sin embargo, pasó desapercibido por casi 20 años hasta que usuarios de TikTok lo encontraron y lo divulgaron. En 28 páginas hiperdensas, el McDonnell sugiere que, si los militares experimentaran con la proyección astral, podrían encontrar una aplicación práctica de los viajes astrales, pero también señalaba que deberían estar preparados para reaccionar ante posibles encuentros con formas de energía inteligente, no corpóreas, cuando se exceden los límites espacio-temporales. Esto hizo que el Ejército de Estados Unidos intentara durante años entrenar soldados psíquicos para llevar a cabo misiones de visión remota en distintas regiones de todo el mundo. La versión publicada por la CIA, sin embargo, estaba incompleta. Le faltaba la página la 25 que pasó a convertirse en el santo grial no solo para las personas que aspiran a realizar proyecciones astrales, sino también para los teóricos de la conspiración. A pesar de las numerosas solicitudes amparadas en la FOIA (Freedom of Information Act) nunca se dio con el documento… Hasta ahora. Resultó que la página 25 estaba en posesión del Instituto Monroe ya que las técnicas del documento están basadas en las enseñanzas de Robert Monroe, fundador de la organización. En 1950, este ejecutivo publicitario, comenzó a presentar evidencias de que ciertos patrones de sonido tenían efectos visibles en el cerebro humano, incluyendo estado de alerta, somnolencia y estados expandidos de conciencia. Él mismo tuvo sensaciones de parálisis y vibraciones acompañadas de luz brillante, las cuales culminaban en una experiencia extracorporal mientras experimentaba educación a través del sueño. Aquello despertó el interés de los servicios secretos y le ficharon para el desarrollo de estas técnicas. El documento había estado en un granero, sin que nadie lo examinara durante todos estos años.
El cerebro es un órgano vital para nosotros, pero también es un elemento misterioso, complejo y fascinante del que aún queda mucho por descubrir. ¿Qué es un recuerdo? Según su etimología, la palabra recuerdo proviene de “re” que significa de nuevo, y “cordis” que se traduce como corazón: Es decir, vendría a significar “pasar nuevamente por el corazón”. Algo que tenía mucho sentido en la antigüedad, porque ubicaban la mente en el corazón. Así, un recuerdo sería volver a sentir en la mente un hecho del pasado. El recuerdo es una capacidad de la memoria, que nos permite almacenar informaciones, retenerlas y devolverlas al presente. Lo importante de un recuerdo es la emoción o emociones que genera en el individuo. Por ejemplo: a veces, un olor te puede evocar un hecho vivido en el pasado. ¿Cómo se forman los recuerdos en la memoria? El hipocampo es una parte del cerebro que permite procesar y recuperar dos tipos de memoria: memorias declarativas y relaciones espaciales. Los recuerdos declarativos son aquellos relacionados con hechos y eventos. Mientras que los de relaciones espaciales, generados en el hipocampo derecho, se asocian a rutas. Por ejemplo: Cuando aprendes la ruta para ir al trabajo con tu coche, usas la memoria espacial. No se sabe con certeza si con los recuerdos se forman nuevos circuitos cerebrales o si hay un cambio de proteínas o pasa algo a nivel neuroquímico. Aunque hay varias teorías al respecto: Engrama o huellas de memoria Esta teoría se basa en que los recuerdos se guardan en el cerebro al variar la sensibilidad básica de la transmisión entre neuronas como reacción a una actividad nerviosa previa. La mayor parte de los recuerdos que asociamos a mecanismos intelectuales se basan en las huellas de memoria de la corteza cerebral. Teoría de huellas múltiples Esta teoría defiende que cada vez que se recupera un recuerdo, el registro del mismo constituye otra memoria. Lo que es indiscutible, es que la memoria está estrechamente relacionada con las emociones. A mayor impacto emocional, mayor capacidad de recuerdo del mismo. Los recuerdos que más perduran en nuestra memoria tienen que ver con emociones muy potentes: ira, tristeza, felicidad, miedo, etc. Gracias a las emociones que sentimos con los recuerdos, podemos aprender de las experiencias vividas para tomar decisiones más acertadas en el futuro. ¿Qué pasa si se daña el hipocampo? El hipocampo es imprescindible para crear nuevos recuerdos. Si parte de él es dañada por enfermedades como el Alzheimer, o bien se daña en un accidente, la persona puede experimentar una pérdida de memoria, incluso la capacidad de crear nuevos recuerdos a largo plazo. Además, afecciones como la esquizofrenia y el trastorno de estrés postraumático pueden afectar negativamente a la memoria. Incluso, el consumo excesivo de alcohol puede dañar el hipocampo. La buena noticia es que el hipocampo tiene la capacidad de generar nuevas neuronas, cada día. ¿Cómo conseguimos mejorar nuevas neuronas en el hipocampo? Varios estudios han conseguido demostrar que la práctica regular de ejercicio físico , permite generar nuevas neuronas en el hipocampo. Así que si quieres que tu hipocampo sea mayor, y reducir el riesgo de desarrollar enfermedades como el Alzheimer, andar una hora todos los días puede ayudarte.
Un estudio realizado por investigadores del Instituto de Neurociencia Médica (BNI) demostró que se puede retrasar el proceso natural del envejecimiento del cerebro. La investigación hecha en la Universidad de Chile fue publicada por la revista de la Organización Europea de Biología Molecular (EMBO Journal) y dio a conocer que el sistema molecular involucrado en el desgaste de la función cerebral puede ser intervenido con resultados “exitosos”. Además, demostró que existe una relación entre el equilibrio de las proteínas y su impacto a nivel molecular durante el periodo de envejecimiento. También pudieron verificar la efectividad del tratamiento experimental génico que serviría para corregir aquellos factores que provocan el proceso de vejez en el cerebro. “Lo más importante de este estudio es que pudimos encontrar un blanco con el potencial de desarrollar un fármaco o droga para modificar el proceso de envejecimiento. Esta molécula es extremadamente relevante en este proceso, especialmente cuando uno piensa en déficit cognitivo”, señaló una de los investigadores involucrados, Felipe Cabral, por medio de un comunicado de prensa. Asimismo, los resultados tendrían una importancia significativa para la ciencia, ya que se trata de los primeros comprobados de manera exitosa en mamíferos. “El propósito de este estudio, y el por qué nos interesó realizarlo, es porque en biomedicina experimentamos un cambio de paradigma con relación a que las futuras estrategias apuntarán a la prevención“, señaló Cabral. Además, enfatizó en que la investigación también ayudó a entender las posibles causas que provocarían el envejecimiento natural del cerebro.
A todos nos gustan las buenas historias. Desde los primeros pasos como especie sapiens, nuestros ancestros se reunían alrededor de una hoguera a escuchar cómo el chamán narraba la creación del mundo cuando el vómito del dios Mbombo dio origen al Universo y a los seres humanos, o el Génesis de Wakonda, de cuya mente emanaron todas las cosas en forma de espíritus, hasta que decició hacer aflorar la tierra seca en el océano infinito que era nuestro planeta y encarnar las esencias en la sólida materia. La neurociencia demuestra hoy por qué nos gustan los relatos. Los cuentos ejercen un efecto poderoso en nuestro cerebro, desencadenando una serie de respuestas bioquímicas y emociones que nos ayudan a prestar atención, a conectar, a sentirnos conmovidos y a recordar la historia. Los principales neuroquímicos que entran en acción en nuestro cerebro cuando escuchamos una buena historia son: El cortisol, que se libera cuando algo, como la angustia o el conflicto, capta nuestra atención, manteniéndonos involucrados en la narrativa. La oxitocina, aconocida como la “droga milagrosa” de la narrativa, se activa conforme el público se identifica con los protagonistas, evocando una empatía y una catarsis con la narración, capaz de crear vínculos emocionales y compromisos susceptibles de activar a las personas hacia la acción deseada. La dopamina sus niveles aumentan cuando el cerebro detecta algo novedoso o inesperado. Su liberación en el cerebro también está asociada con actividades que son placenteras, como la sensación de placer y felicidad después de haber comido. Los niveles elevados de dopamina facilitan el enfoque de la atención, la motivación y las conductas dirigidas a objetivos. En este sentido, múltiples son los estudios que confirman el poder de las historias amenas y seductoras para conseguir una mejor comprensión y recuerdo de los puntos clave que nos interesan. También son activadas por una narrativa estimulante las conocidas como neuronas espejo, que encienden partes específicas de nuestro cerebro capaces de «reflejar» lo que está sucediendo en transcurso de la historia. De esta forma, si en la historia se describe un olor determinado, nuestro sistema olfativo reacciona, el movimiento en la historia activa nuestra corteza motora e incluso las emociones transmitidas por la narración evocan esos mismos sentimientos, lo que permite al oyente o lector experimentar, con un elevado grado de realismo, lo que está sucediendo en la historia. Por estas razones, la narración de historias puede ser un camino eficaz para establecer conexiones y promover el compromiso, elementos clave en el marketing en general y en el marketing digital en particular.
En septiembre de 2021, varios usuarios de la red TikTok descubrieron un informe de la CIA que hacía referencia a que, casi cuatro décadas atrás, la agencia de inteligencia estadounidense creía que los humanos podían viajar a través del espacio-tiempo usando una técnica denominada Gateway . La técnica llamada Gateway Experience detallaba un entrenamiento diseñado para concentrar la salida de ondas cerebrales con el fin de alterar la conciencia y escapar de las limitaciones del tiempo y el espacio. Dicho de otra manera: un sistema que utilizaba cintas de audio capaces de manipular las ondas cerebrales con el propósito de inducir estados alterados de conciencia en los que una persona podía interactuar con aspectos de la realidad no físicos. El documento titulado 'Análisis y Asignación del proceso Gateway' fue redactado en 1983 por el teniente coronel del Ejército de Estados Unidos, Wayne M. McDonell, con la ayuda técnica de Itzhak Bentov, ingeniero biomédico israelí-estadounidense. En esa época, la CIA estaba interesada en la investigación psíquica, especialmente en la visión remota, que es cuando una persona es capaz de ver eventos reales sin estar físicamente dónde acontecen. Según la CIA, algunos usos prácticos de esta técnica eran convertir la energía para curar el cuerpo e inclusive viajar a través del espacio y tiempo para acceder a nueva información de eventuales enemigos, por eso el informe de McDonell concluye que la experiencia Gateway es posible en términos de ciencia física y tiene potencial para utilizarse por Inteligencia de Estados Unidos. Este análisis quedó desclasificado en 2003 junto a varios expedientes más de la CIA. Sin embargo, pasó desapercibido por casi 20 años hasta que usuarios de TikTok lo encontraron y lo divulgaron. En 28 páginas hiperdensas, el McDonnell sugiere que, si los militares experimentaran con la proyección astral, podrían encontrar una aplicación práctica de los viajes astrales, pero también señalaba que deberían estar preparados para reaccionar ante posibles encuentros con formas de energía inteligente, no corpóreas, cuando se exceden los límites espacio-temporales. Esto hizo que el Ejército de Estados Unidos intentara durante años entrenar soldados psíquicos para llevar a cabo misiones de visión remota en distintas regiones de todo el mundo. La versión publicada por la CIA, sin embargo, estaba incompleta. Le faltaba la página la 25 que pasó a convertirse en el santo grial no solo para las personas que aspiran a realizar proyecciones astrales, sino también para los teóricos de la conspiración. A pesar de las numerosas solicitudes amparadas en la FOIA (Freedom of Information Act) nunca se dio con el documento… Hasta ahora. Resultó que la página 25 estaba en posesión del Instituto Monroe ya que las técnicas del documento están basadas en las enseñanzas de Robert Monroe, fundador de la organización. En 1950, este ejecutivo publicitario, comenzó a presentar evidencias de que ciertos patrones de sonido tenían efectos visibles en el cerebro humano, incluyendo estado de alerta, somnolencia y estados expandidos de conciencia. Él mismo tuvo sensaciones de parálisis y vibraciones acompañadas de luz brillante, las cuales culminaban en una experiencia extracorporal mientras experimentaba educación a través del sueño. Aquello despertó el interés de los servicios secretos y le ficharon para el desarrollo de estas técnicas. El documento había estado en un granero, sin que nadie lo examinara durante todos estos años.
El cerebro es un órgano vital para nosotros, pero también es un elemento misterioso, complejo y fascinante del que aún queda mucho por descubrir. ¿Qué es un recuerdo? Según su etimología, la palabra recuerdo proviene de “re” que significa de nuevo, y “cordis” que se traduce como corazón: Es decir, vendría a significar “pasar nuevamente por el corazón”. Algo que tenía mucho sentido en la antigüedad, porque ubicaban la mente en el corazón. Así, un recuerdo sería volver a sentir en la mente un hecho del pasado. El recuerdo es una capacidad de la memoria, que nos permite almacenar informaciones, retenerlas y devolverlas al presente. Lo importante de un recuerdo es la emoción o emociones que genera en el individuo. Por ejemplo: a veces, un olor te puede evocar un hecho vivido en el pasado. ¿Cómo se forman los recuerdos en la memoria? El hipocampo es una parte del cerebro que permite procesar y recuperar dos tipos de memoria: memorias declarativas y relaciones espaciales. Los recuerdos declarativos son aquellos relacionados con hechos y eventos. Mientras que los de relaciones espaciales, generados en el hipocampo derecho, se asocian a rutas. Por ejemplo: Cuando aprendes la ruta para ir al trabajo con tu coche, usas la memoria espacial. No se sabe con certeza si con los recuerdos se forman nuevos circuitos cerebrales o si hay un cambio de proteínas o pasa algo a nivel neuroquímico. Aunque hay varias teorías al respecto: Engrama o huellas de memoria Esta teoría se basa en que los recuerdos se guardan en el cerebro al variar la sensibilidad básica de la transmisión entre neuronas como reacción a una actividad nerviosa previa. La mayor parte de los recuerdos que asociamos a mecanismos intelectuales se basan en las huellas de memoria de la corteza cerebral. Teoría de huellas múltiples Esta teoría defiende que cada vez que se recupera un recuerdo, el registro del mismo constituye otra memoria. Lo que es indiscutible, es que la memoria está estrechamente relacionada con las emociones. A mayor impacto emocional, mayor capacidad de recuerdo del mismo. Los recuerdos que más perduran en nuestra memoria tienen que ver con emociones muy potentes: ira, tristeza, felicidad, miedo, etc. Gracias a las emociones que sentimos con los recuerdos, podemos aprender de las experiencias vividas para tomar decisiones más acertadas en el futuro. ¿Qué pasa si se daña el hipocampo? El hipocampo es imprescindible para crear nuevos recuerdos. Si parte de él es dañada por enfermedades como el Alzheimer, o bien se daña en un accidente, la persona puede experimentar una pérdida de memoria, incluso la capacidad de crear nuevos recuerdos a largo plazo. Además, afecciones como la esquizofrenia y el trastorno de estrés postraumático pueden afectar negativamente a la memoria. Incluso, el consumo excesivo de alcohol puede dañar el hipocampo. La buena noticia es que el hipocampo tiene la capacidad de generar nuevas neuronas, cada día. ¿Cómo conseguimos mejorar nuevas neuronas en el hipocampo? Varios estudios han conseguido demostrar que la práctica regular de ejercicio físico , permite generar nuevas neuronas en el hipocampo. Así que si quieres que tu hipocampo sea mayor, y reducir el riesgo de desarrollar enfermedades como el Alzheimer, andar una hora todos los días puede ayudarte.
Un estudio realizado por investigadores del Instituto de Neurociencia Médica (BNI) demostró que se puede retrasar el proceso natural del envejecimiento del cerebro. La investigación hecha en la Universidad de Chile fue publicada por la revista de la Organización Europea de Biología Molecular (EMBO Journal) y dio a conocer que el sistema molecular involucrado en el desgaste de la función cerebral puede ser intervenido con resultados “exitosos”. Además, demostró que existe una relación entre el equilibrio de las proteínas y su impacto a nivel molecular durante el periodo de envejecimiento. También pudieron verificar la efectividad del tratamiento experimental génico que serviría para corregir aquellos factores que provocan el proceso de vejez en el cerebro. “Lo más importante de este estudio es que pudimos encontrar un blanco con el potencial de desarrollar un fármaco o droga para modificar el proceso de envejecimiento. Esta molécula es extremadamente relevante en este proceso, especialmente cuando uno piensa en déficit cognitivo”, señaló una de los investigadores involucrados, Felipe Cabral, por medio de un comunicado de prensa. Asimismo, los resultados tendrían una importancia significativa para la ciencia, ya que se trata de los primeros comprobados de manera exitosa en mamíferos. “El propósito de este estudio, y el por qué nos interesó realizarlo, es porque en biomedicina experimentamos un cambio de paradigma con relación a que las futuras estrategias apuntarán a la prevención“, señaló Cabral. Además, enfatizó en que la investigación también ayudó a entender las posibles causas que provocarían el envejecimiento natural del cerebro.